Pensamiento III

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Cuando han destruido cada parte de ti y sientes que ya no puedes más con tu vida, es entonces cuando has caído. Ya no eres el mismo, ya no ves el mundo de la misma forma, no ves a las personas de la misma forma. Ya no sueñas.

Una vez fui inocente.

Amaba sonreír, amaba creer que el mundo era perfecto, amaba hacer planes y deseaba cumplirlos todos ellos. Yo amaba amar.

Y entonces desperté.

Las personas inocentes sufren por ser tontos. Confían demasiado, dan demasiado y nunca reciben lo que tanto anhelan.

Quisiera ser como era antes. Quisiera volver a cerrar mis ojos y soñar. Ver el mundo que creía que era y quedarme ahí. Pero apenas cierro los ojos veo el desastre que me haré y el dolor que me causaré. Y sé que no vale la pena.

La chica tormenta.

Ella me recuerda a mí. A mi viejo yo. Tan inocente, tan dulce, tan soñadora. Y a su vez débil, torpe y lo más importante: Fácil de manipular y lastimar.

Justo como era yo.

Por alguna extraña razón no deseo que vuelva a sufrir. Y el camino que tomaré para que ella se haga fuerte es un camino cruel y horrible. Pero ella lo necesita. Necesita dejar de soñar.

Romper su inocencia es mi meta.

Le enseñaré como de cruel puede ser una persona.

Al final de esto ella me lo agradecerá.

"Me dijiste que cuando te lo pregunte, así que mantén ese en tu mente para cuando termine esto."

Vamos a jugar a un juego, Laura. El juego plateado.

-R.

•Axx

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