Duerme conmigo
Valen le lanza una mirada sucia a Ross.
— ¿Me estas amenazando?
Miro hacia Ross, quien no tiene ninguna expresión en el rostro. Aunque observo un leve enojo en sus ojos hacia Valen.
—No, Valen. Estoy alejándome de ti. —Una sonrisa cruza su rostro, algo escalofriante— Ninguno de esos pavos del FBI desea cuidarte y desde ahora yo tampoco lo haré. Estás tan jodida, Valen. Muy jodida.
Valen retrocede unos pasos y yo también.
¿Qué demonios sucede aquí? ¿Por qué habla de esa manera? ¿Que...?
— ¡Estás equivocado! —Chilla Valen— Si te vas, no me importa. Papá encontrará a alguien mejor.
Ross ladea su cabeza.
—Tu papá sabe que no hay mejor. Si el FBI no puede con una mimada chica, nadie más podrá. Nadie tendría el grado de tolerancia que yo te puse. Y además de que el peligro es más grave, el FBI aún no tiene nada. Están en cero, Valen.
El labio de Valen comienza a temblar.
— Quien... ¿Quién está detrás de mí?
—Muchas personas, Valen. Muchas.
Valen sacude su cabeza.
— ¡Mientes! No he visto a nadie que me haya seguido. ¡Nadie está detrás de mí!
Ross lanza una risa seca.
—Por supuesto que nadie está detrás de ti ahora mismo. Porque ya me he encargado de dos tipos. Sin embargo, siguen viniendo. Pero saben que estás vigilada. No saben por quién porque es mi trabajo no dejarme ver, ni por ellos, ni por ti. Y lo he hecho bien ¿No es así? Hasta que decidiste emborracharte y dejar que tu "amigo" aprovechará de la situación.
Valen frunce el ceño.
— ¿Qué...?
—Mi trabajo solo era vigilarte y eliminar el peligro real. No ser tu niñera. Si me presente ante ti y te lleve a casa fueron por valores que mis padres me inculcaron, pero es hora de que aprendas y madures. ¡No eres una niña!
¿Eliminar el peligro? ¿Se han encontrado cara a cara con dos tipos que perseguían a Valen? Y no me lo dijo.
—Ahora ni eso. Porque llamaré a tu padre y renunciaré. Levanta la cabeza, Valen y enfréntate a lo que se viene. —Hace ademan de voltearse pero en un último segundo le dice: — Y nunca vuelvas a tocarla.
Gira y camina hacia mí. Su expresión se suaviza.
— ¿Estás yendo a casa de tu padre?
Asiento, sin saber que más decir. Ross me acerca a él y suspira.
—Quita esa expresión de tu rostro. No quiero que me temas. ¿Lo que acaba de suceder? Lo hablaremos en privado. Ahora camina, tengo el auto estacionado en la otra calle.
Me ofrece su mano y vuelvo a sentir la contradicción. Mi cuerpo quiere ir con él pero mi corazón es demasiado cauteloso.
Siempre es un tal vez si o tal vez no con él; sin embargo, observo en sus ojos que en verdad no quiere que le tema. Las palabras que dijo me han dejado algo muda pero... dejaré que me explique.
Luego.
Tomo su mano e intento sonreír.
Justo cuando hemos caminado unos buenos metros, alguien corre detrás de nosotros.
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That Man
Fiksi Penggemar~ "El juego comienza con un beso y termina en un corazón roto" ~