Buscando marido |BxB| |FxF|

Capítulo 13

Narra Bon:

Félix se fue y miré desafiante a Deuz.

– Escucha, Bon, no queremos hacerte daño, intentamos tener una vida normal y sin peleas... ¿Okay? –dijo lentamente–.

– Ajá... –dije achinando mis ojos–.  ¿Quién es Shannie?

De pronto, su expresión desconfiada cambió por una de sorprendido.

– ¿Qué sabes de él? ¡¿Quién te ha hablado de él?! –gritó perdiendo el control–.

Rápidamente Onnie y Oxy corrieron a tomarlo de los brazos. ¿Por qué reaccionaba así? Deuz tenía los ojos cerrados con fuerza mientras respiraba entrecortadamente.

– Deuz, basta... Respira normal, cálmate –murmuraba Onnie un poco preocupado–.

– Bon, vete de aquí y jamás vuelvas a mencionar ese nombre –dijo Oxy muy serio–.

Empecé a retroceder un poco.

– ¡Dime quién te habló de él! ¡¿Fue él?! ¡¿Ah?! ¡Regresa aquí, Bon! ¡Dímelo...! ¡D-dime...!  –dijo Deuz a punto de empezar a llorar–.

¿Qué está pasando?

– Vete de aquí –dijo Oxy sin mirarme a los ojos–.

Asentí. Miré a Deuz por última vez, este ya se encontraba llorando desconsoladamente mientras murmuraba unas cosas que no lograba comprender. ¿Quién era o es ese Shannie que le ha puesto tan mal a Deuz? Jamás lo había visto así, ni siquiera por las veces en las que Mangle le rechazaba...

Giré y me encontré con el lugar despejado, ni una señal de vida. Entré al colegio y empecé a caminar hacia los salones en busca de Maggie.

Pero no estaba, no había rastro de ella. Eso hasta que pasé por el baño de chicas.

– Me sentí como si al fin volviera a respirar...

Esa voz... ¿Quién cantaba?

– Rompamos hoy las paredes de una vez...

¿Maggie?

Entré sin pensarlo dos veces y me encontré con Maggie delineando sus ojos frente al espejo. Ella al verme saltó del susto y se embarró la cara con el delineador.

– Rayos –susurró un poco nerviosa–. ¡¿Qué haces aquí, enfermo?!

Intenté no reír ante su rostro rayado y me paré firme.

– Pues te escuchaba cantar, lo tengo todo grabado –mentí–.

– ¡¿Grab-?! ¡Me estabas espiando, asqueroso! ¡Voy a avisarle a las autoridades!

Y de la nada empezó a gritar amenazas, así que me asusté y bloqueé la salida.

– Si sales por esta puerta, le diré a Deuz que le gustas y de paso subiré tu vídeo a todas las redes sociales posibles –dije cuando ella intentó quitarme del medio–.

– A mí no me gust--

– ¡Pero se lo diré!

– ¿Estás amenazándome?

– ¡Baja ese puño, que te expulsan!

– ¡Pues a ti te expulsarán antes por enfermo!

– Okay, okay, no grabé nada... Sólo quiero que me respondas unas preguntas... –dije en un suspiro–.

– Ya decía yo... Pues como eres gay, no tienes nada que hacer grabándome... Y eso de cantar, olvídalo –dijo cruzándose de brazos–.