Narra Bon:
Bonnie se separó de mí y pude observarle completo, de pies a cabeza, puesto que estaba de pie frente mi. Me sonrojé al instante.
– Vamos, Bon, ¿creíste que aquí acababa todo? –dijo de manera provocativa mientras se recogía su cabello–.
Mierda.
Tragué saliva, él lo notó y rió.
– Tranquilo, descansa un poco, iré a por algo... Yo no quiero embarazarte a ti –dijo antes de soltar una sonora carcajada y desaparecer por el pasillo–.
¿En serio?
Suspiré recobrando el aliento. ¿Me iba a partir el culo? Demonios. Pero si hace un rato que yo se lo partí a él...
Me paré del sofá, era un poco incómodo y como que el olor a sexo empezaba a esparcirse por el lugar. Caminé hasta la habitación de Bonnie, la puerta estaba entre abierta.
Recordé aquella vez en que Los Animatrónicos habían llegado a casa de Bonnie y yo estaba apresurándole y él respondió con un tono de voz peculiar...
Un momento.
Entré sin más y lo encontré con un condón en su mano, dispuesto a salir.
Cualquier adolescente con novia o vida amorosa interesante tendría un condón en su habitación. Pero que yo sepa, Bonnie no tenía novia y peormente una vida amorosa interesante.
– ¿Qué? –dijo riendo un poco–. Parece que has visto un fantasma, ¿quieres que lo hagamos aquí o...?
– ¿Por qué tienes condones?
– ¿Eh? Oh, Bon, no soy un próximo obispo o hijo de cura... –dijo frunciendo un poco sus cejas–.
– Bonnie, ¿por qué tienes condones? –murmuré un poco más lento–.
– Bon, ¿en serio quieres saber?
– Si, eso y también qué hacías ese día que vinieron tus amigos a ensayar.
Él se sonrojó.
– Dime –dije entrecerrando mis ojos–.
– Oh, bueno, Bon... Los condones los había comprado, eh... El día después de que llegases a mi casa –apartó la mirada, más rojo aún–. Ibas a quedarte y estábamos solos, como ya te dije, no soy próximo obispo ni hijo de cura, y tampoco tan bobo como para saber que te gustaba... Cosa que se confirmó después... –dijo acabando en murmuros–.
Me sonrojé también. ¿Él había pensado en esto desde...? Oh Dios.
– Y lo de ese día, estaba forcejeando porque... Bueno, ¿recuerdas qué pasó al final del ensayo? ¿Lo atrevido que me puse? Quería que provocarte, Bon... Y estaba usando mis tejanos más apretados por ti –el rojo de sus mejillas era demasiado fuerte–. Y como eran muy apretados, para ponérmelos, tuve que sufrir mucho, créeme, hasta tuve que saltar y por eso me demoré tanto...
Suspiró y me miró directo a los ojos.
– ¿Te he gustado todo este tiempo? –dije casi ahogándome con mis palabras–.
– Si –dijo simple–.
Se veía muy calmado pese al color que sus mejillas desprendían. Yo ya estaba poniéndome más rojo que él.
– Bueno, ven aquí –dijo caminando hacia mí–.
Caminé hacia él y por un segundo recordé que ambos estábamos desnudos. Mordí mis mejillas en un intento por dejar de sonrojarme como imbécil, pero me fue imposible. Bonnie me acarició la mejilla y luego me besó, el beso no era lo que esperaba, fue mejor. Un beso lento, lleno de sentimientos y una calidez que me produjo paz. Suspiré. Maldito Bonnie.
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Buscando marido |BxB| |FxF|
FanfictionBon ya estaba cansado de que Bonnie no se diera cuenta de sus sentimientos hacia él, igual Félix, quién quería que Fede dejase de coquetear con todos y se fije en él. Como los dos sufrían por amor, decidieron unirse. Bon y Félix se ayudarían mutuame...