¿Se acuerdan la parte de la historia donde dice "Él era mi Guardaespaldas, y lo menos que pensé es que terminaría enamorada de él"? ¿Sí? Bueno, ésta no es una de esas historias. En éste caso, "El Guardaespaldas", no es él, soy yo. ¿Y saben qué es lo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían pasado ya dos semanas desde que Cameron se preparaba para recibir a sus amigos. Su emoción y desesperación aumentaban con cada segundo que pasaba. Mientras yo estaba sentada mirando alrededor, habían muchas personas, unas actuando igual que Cameron y otras simplemente esperando.
Nos encontrábamos en el Aeropuerto, esperando a unos amigos de Cameron, que para ser sincera no tengo ni la menor idea de quienes son, no me quiso decir.
Mi papá se encontraba mucho más atrás, y yo me encontraba a pocos metros de Cameron. Papá lo miraba y pasaba para mirarme a mí que ya comenzaba a aburrirme un poco.
Los minutos fueron pasando hasta que por fin marcaron las 10 am, lo que indicó que los chicos ya estaban aterrizando. Cameron iba de un lado a otro, y empezaba a irritarme un poco.
Minutos después nos acercamos a la puerta de espera, donde uno que otros gritos se hacían llegar con las chicas. Unos segundos después tres chicos cruzaron la puerta, mi corazón empezó a acelerarse cada vez más.
¡No me lo puedo creer!
En frente de mí, se encontraban Shawn Mendes, Nash Grier y Aaron Carpenter. Mi corazón no dejaba de latir rápido, Papá me miraba en forma de advertencia, pero yo sólo estaba en shock.
Los chicos corrieron a saludarse, Cameron lucía realmente alegre, sólo lleva unos días aquí y ya extraña a sus amigos, que tierno.
— ¡Chicos! —Dijo Cameron sonriendo. Los gritos de las chicas se empezaban a intensificar y eso me irritaba un poco más. ¿Qué no se podían callar? Los chicos intentaban saludarse, pero los gritos insistentes de las chicas no los dejaban, así que se dirigieron al auto con prisa.
— ¿Cariño? —Llamó Papá justo antes de yo seguir a los chicos— Ten las llaves del auto, yo iré detrás de ti junto con el otro guardaespaldas.
— De acuerdo. —Sonreí. Y retomé mi camino hacia la camioneta que ya se encontraba aparcada afuera.
Una vez entré, me sentí un poco incómoda, jamás había estado rodeada de tantos famosos juntos. Mi corazón latía rápido cada vez más, por Dios, a estos chicos los amo con mi vida, y estoy aquí en un carro con ellos, siendo su chófer.
— Hola muchacha linda. —Habló Nash, sonriendo. Lo miré desde el espejo. Cameron era quien se encontraba de Copiloto, mientras que los otros tres chicos se encontraban sentados atrás.
No sabía sí responder o no. No estaba segura si Cameron me permitiría, o al menos, si mis nervios me dejarían.
— ¿Puedo responder? —Pregunté en susurro a Cameron, pero estoy segura de que los otros chicos pudieron oír.
— Claro que sí, Ali. —Rió.
Le sonreí a Cameron y luego miré a Nash por el espejo. — Hola Nash.
