·La Guardaespaldas·

Capítulo 27.

— ¿No vas a hablarme? —Hice pucheros y me acerqué más a donde estaba sentado pero se rodó y me ignoró— Cam.

— No hables.

— Por favor. —Supliqué. Les explico, desde ayer que me llegó el mensaje de Scott esta así. No dude en mostrarle el mensaje, pero tampoco dude en responderle a Scott, al fin y al cabo él no me había hecho ningún daño.

— No, Alison. —Miró a otro lado.

— Por...

— Que no, Alison. No quiero hablar ahora.

Bufé y lo enfrenté haciendo que me mirara directamente. — ¡Bien! No te voy a seguir suplicando. ¡Adiós!

Empecé a caminar lejos de él pero su mano me detuvo. — Ali perdón...

— ¡Que te perdone tu abuela! —Grité— ¡Ahora soy yo la que no quiere hablar contigo!

Cameron me miró dolido y me soltó. — Perdóname. —Susurró— Es sólo que... sé como terminaron ustedes. Y dentro de lo que cabe terminaron bien, y no fue porque él te haya lastimado, sino porque debía irse. ¿Qué pasa si de pronto decide volver? ¿Y sí...?

Lo interrumpí mientras lo abrazaba. Pobre, se había montado un espectáculo en su cabeza y eso lo afectaba en secreto. — Cam, eso no va a pasar. Yo no te voy a dejar... me volveré como esas fans obsesionadas contigo, si quieres. —Rió— Pero no te hagas esas ideas, porque no son así, no va a ser así.

Me acerqué a él y deposite un corto beso en sus labios, él por su parte no me dejó escapar y me tomó mis labios para él. Besaba con furia y desesperación, luego se separó de mí un poco sólo para juntar nuestras frentes.

— No me importa que te vuelvas obsesionada conmigo, preciosa. —Reí. Oímos a unas personas suspirar como bobos enamorados. Rápidamente giramos para encontrarnos con las miradas de los chicos.

— Que tiernos. —Dijo Shawn.

— Su primera pelea. —Esta vez habló Aaron.

— Y lo resolvieron fácilmente. —Dijo Nash llevando sus manos a su corazón.

— Que cursis son. —Respondí riendo— Bueno, debo irme. —Empecé a tomar mis cosas y Cameron me miraba confuso.

— ¿Qué? ¿A dónde vas?

— Voy a salir. —Dije como si fuera lo más obvio.

— ¿A dónde? —Analizó su pregunta y frunció el ceño— O mejor dicho, ¿Con quién?

Reí y me acerqué a él, besé sus labios y me aleje. — Voy de compras con Madeline.

Pensó y luego volvió a mirarme. — Pero eres mi guardaespaldas, no puedes irte.

Reí. — Ya no tanto como antes.

— ¿Cómo así?

Suspiré. — Me tendrás mayormente cuando salgas, cuando estés en casa te cuidaran los otros.

Bufó. — ¿Y qué se supone que haga?

—Pues no lo sé, lo normal. Ustedes nunca hacen nada cuando están aquí. —Reí y Cameron bufó. Rápidamente caminó a toda prisa hacia mí.

— Claro, porque voy a salir a besar a los otros guardaespaldas. —Los chicos rieron y luego al mirar mi mirada asesina se callaron.

— No exageres. —Sonreí y me acerqué a él— Madeline me necesita. Y no, no debes besar a nadie más, sólo a mí. —Besé sus labios una vez más y me separé rápidamente.