Capítulo 6

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— Levántate. —Gruñó. Coloqué mi mano sobre su cabeza y empecé a hacer movimientos— Espíritu de flojera, ¡Sal de este cuerpo trabajador! —Enseguida abrió un ojo y me miró riendo.

— ¿Estás loca?

— No, pero funcionó. —Rió.

— Que terrible eres, pero bueno, ¿Qué hora es? ¿Por qué me despiertas temprano?

Reí. — ¿Temprano? Cameron, son las 12 del medio día. —Me miró completamente sorprendido, pero al momento recordó algo y sonrió. 

Celos reaccionando en mí.

Bufé. — No es mi problema. —Dije y salí de ahí sin mirar atrás.

Caminé a la cocina, normalmente él hace su propia comida pero en vista de que ni siquiera ha despertado lo suficientemente bien creo que debería ayudar un poco.

Mientras los otros chicos hacían sus propias cosas, yo preparaba un almuerzo para ellos. Cameron aún no había aparecido pero no le di importancia. Pasaron 30 minutos y ya el almuerzo de los chicos estaba hecho y colocado en su mesa.

— ¡Chicos, vengan a la cocina! —Grité y un minuto después cuatro cabezas aparecieron en mi punto de vista.

— Y-yo venía a eso. —Dijo Cameron algo sorprendido.

— Pero ya no lo harás. —Sonreí.

— Cuanta comida. —Dijo Aaron suspirando el aroma que se ambientaba en la cocina.

— Huele bien. —Habló Shawn— Y si lo hiciste tú, de seguro sabe mejor de lo que huele. —Increíblemente eso que dijo Shawn me dejó sin habla, me quedé parada mirándolo, sonrojada.

Segundos después de reaccionar, aclaré mi garganta y sonreí. — Eh-h, gracias. Siéntense, y coman. —Empecé a alejarme— ¡Buen apetito! 

— ¿A donde vas? —Preguntó Cameron.

— ¿A la sala?

— ¿No vas a comer con nosotros?

— No, claro que no. —Me sorprendí por esa pregunta de Cameron, pero yo no cuadro aquí. Soy su Guardaespaldas, no un familiar, no una amiga, no su novia.

— ¿Por qué? Por lo que veo hiciste bastante comida, y cabes aquí con nosotros. —Sonrió. 

— Papá debe estar por llegar con mí comida, no te preocupes por eso. Siéntate y come tranquilo. Muchas gracias. —Besé su mejilla y corrí lo más lejos de ahí.

¿ACABO DE BESAR SU MEJILLA?

Demasiada confianza ya.

Cinco minutos después Papá había llegado con la comida, él me preguntó por qué estaba tan extraña, que realmente estaba pálida, pero no había una respuesta concreta para eso. Porque no sabía que decir, no sabía como tomar lo que había pasado. ¡Quiso que comiera con ellos! ¿Cómo debo tomar eso? ¿Normal? 

·La Guardaespaldas·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora