Una semana, había pasado una semana, los chicos estaban casi por terminar el Magcon, aún quedaban 4 fechas y una quinta que no era muy segura. Las cosas entre Scott y yo iban bien, podría decir que iban mejor de no ser que ayer Scott y yo tuvimos una discusión. Últimamente se está comportando molesto, Alex me dijo que es porque él se tiene que ir, ya las vacaciones de Scott acabaron.
Es hora de que él vuelva a su casa.
Lejos de mí.
Alex dice que es por eso, y espero que así sea. Mi cabeza últimamente se basa en la misma pregunta, ¿Sí tuviera que terminar con Scott, lo haría? ¿Así de simple y ya?
Si me lo preguntan en estos momentos, seguramente diría que sí. Puesto que estoy muy molesta con él. Sí me lo preguntan mañana... seguramente no sabría que responder.
Ahora, las cosas entre Cameron y Lele... ¿Cómo lo digo? ¿Mal? ¿Malísimo? ¿Terrible?
Estoy muy segura de que Lele lo intenta, estoy segura de que Cameron lo intenta. Pero la verdad no los entiendo, son más bipolares. Un día bien, al otro no, y al otro... no se entiende esa relación.
— Alison, sigo hablando contigo.
— Dime, te estoy escuchando.
— ¡No! Claro que no lo haces. —Bufó.
— ¡Scott! ¡No empieces!
— ¿Empezar qué Alison? —Gruñó.
— ¡Detén el estúpido auto de una vez!
Scott resopló y detuvo el auto. — ¿Qué pasa Alison por Dios?
— ¿¡Por qué estás actuando así?!
— ¿Así cómo?
— ¡Cómo si todo de mí te molestara! —Su mirada se suavizo, y enseguida tomó mi mano.
Suspiró. — Alison, nada de ti me molesta. Al contrario, todo de ti me encanta, me vuelve loco y lo deberías saber.
— ¿Entonces? ¿Por qué últimamente siento que sólo soy yo intentándolo?
— Alison... debo regresar. —Suspiró— Mis vacaciones terminaron. Y no quiero dejarte, n-no... no quiero terminar contigo.
Mi mirada cayó, me permití no llorar. Impulsé todas mis lágrimas y las mantuve allí. — ¿Pero...?
Sonrió a medias. — No lo sé. Y si terminamos... quiero hacerlo bien.
— Scott...
— Sé que aún sientes algo por Cameron. —Lo miré sorprendida. No recuerdo haber demostrado mis sentimientos por Cameron frente a él en ningún momento— Sí, lo noté. Y además, internet es una fuente de información muy productiva cuando se trata de él. —Suspiré— Está bien sí después que me vaya quieras iniciar con él, al fin y al cabo, tú cuerpo estaba conmigo, pero tú corazón estaba con él.
Me acerqué a él y lo besé. Los besos de Scott se sentían suaves, como caricias que se daban con cuidado de no lastimar. Él me acercó un poco más, a lo que podía puesto que el cinturón de seguridad no me dejaba acercarme mucho.
Me separé poco a poco, podía sentir como las lágrimas empezaban a acumularse en mis ojos pero no permití que cayeran.
Scott me miró con una sonrisa triste, sus ojos anunciaban una despedida, un vacío que iniciaba. — Solo me bastó con tu sonrisa para empezar a soñar nuestra vida juntos.
— Eres insoportablemente poético. —Rió— Y eso me encanta.
— Te voy a extrañar, Alison Jones.
— Yo más, Scott Massey. —Sonrió y su mirada se quedó fija en la mía. Podía sentir como miles de sentimientos se revolvían en mi estómago, pero no estaba dispuesta a admitírselo, no a él— ¿Cuándo te vas?
Suspiró. — Pasado mañana.
— ¿Y por qué te despides de mí ahora?
— Porque sí no lo hago ahora, te juro por Dios que no lo haré después. Sería tan capaz de olvidar todo lo que tengo, sólo por ti.
Y lo besé, una vez más. Sentía que era necesario, sentía que debía hacerlo, sentía que sí no lo hacía ahora, no podría hacerlo después, y eso era una completa verdad. Éste sería nuestro último beso.
Una vez que él se vaya, ¿Cuándo lo veré de nuevo?
— ¿Me recordarás? —Susurré.
— Todos los días de mi vida. —Sonrió.
Me acomodé para salir del auto, lo miré y empecé a salir del auto. Realmente no habíamos llegado al departamento de Cameron, sólo faltaban dos casas, pero eso no importa ya. — Te quiero Scott. —Susurré saliendo del auto.
— Yo aún más, Alison... mucho más.
Mis lágrimas estaban al borde, pero no lloraría, no frente a él, sólo haría que él se sintiera peor, y sí alguien tiene que ser fuerte aquí, prefiero ser yo.
— Alison. —Me llamó Scott— Dale una oportunidad a Cameron.
Lo miré confusa. — Scott Massey, solo tú puedes decir que quieres a alguien y enseguida decirle que se vaya con otro. —Reí.
— Créeme, que no quiero. Pero es tú felicidad, y ahora que tú felicidad es la mía, entonces, sin importar que tú felicidad esté con él, yo estaré igual de feliz por ti.
Sonreí. Sabía que después de cerrar la puerta todo entre nosotros acabaría, sabía que no amaba a Scott como amaba a Cameron, pero le quería, algo en mí sentía tanto cariño por él.
Él estuvo conmigo cuando Cameron me dejó caer, me hizo sonreír, me hizo sentirme yo de nuevo. Y aunque nunca lo amé como amo a Cameron, Scott entró en mi vida, y así como entró ahora mismo se está yendo.
— Adiós, Scott.
— Adiós, Alison.
Suspiré y cerré la puerta poco a poco. Una vez que la cerré empecé a caminar, giré hacia el carro que aún seguía ahí. Caminé más a prisa y me permití llorar, lo hice, él ahora no me estaba mirando, o al menos no de frente.
Llegué a casa de Cameron, y entré a toda prisa. Los chicos no estaban ahí, pero él sí. Y me miraba de arriba hacia abajo, su mirada mostraba preocupación.
Mis lágrimas corrían a toda velocidad, sentía que un vacío se había formado en mí. A lo lejos oí el sonido de un carro arrancar, y supe que era él. Mi corazón latía fuerte, mis lágrimas brotaban más y más.
Cameron me miraba preocupado. Yo no sabía sí abrazarlo, o no. Sentía que sí lo abrazaba traicionaría a Scott. Pero en menos de un segundo, él me abrazó y yo le correspondí.
Cameron no me dijo nada, sólo me abrazó.
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·La Guardaespaldas·
Fiksi Penggemar¿Se acuerdan la parte de la historia donde dice "Él era mi Guardaespaldas, y lo menos que pensé es que terminaría enamorada de él"? ¿Sí? Bueno, ésta no es una de esas historias. En éste caso, "El Guardaespaldas", no es él, soy yo. ¿Y saben qué es lo...