Capítulo 10.

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Felicidad y amor a lo desconocido, así me siento. Esto que está pasando con Cameron, haberlo conocido, conocer a los chicos... no sé si será un sueño o será real. O quizás si será muy pronto para estar en "algo" con Cameron.

— ¡Alison! —Dijo en tono alto.

— ¡Aaron! —Respondí curiosa.

— ¡No tienes ni idea la alegría que me da verte!

Reí. — ¿Que locura hicieron?

Rió nervioso. — ¿Qué te hace pensar que hicimos algo?

— Aaron, ya dime.

Gruñó. — De acuerdo. Intentábamos hacer un nuevo vídeo, Nash se iba a lanzar desde el techo, ese que es más bajo. Pero se lanzó muy duro provocando que se le hiciera un esguince en el pie derecho y ahora todos estamos asustados y estábamos esperando a que llegaras para ir al médico. —Habló tan rápido que a penas entendí "Nash y Esguince" pero con eso fue suficiente para ponerme en alerta.

Rápidamente le dije a Aaron que buscaran a Nash que yo iría encendiendo el carro. Y así fue lo suficientemente rápido para buscar a Nash y yo buscar el auto, y en cinco minutos ya nos encontrábamos en el hospital.

Los chicos le tuvieron que dar la explicación a la enfermera, que cabe destacar que los miraba riendo, no puedo creer que le daba risa la situación de Nash.

Rápidamente dejaron a Nash en una silla de ruedas para que su pie no se esforzara más, al mismo momento lo llevaron con el doctor mientras todos los demás esperábamos afuera.

— Esperemos que esto del pie de Nash dure poco. Ya faltan sólo pocos días para el Viejo Magcon. —Dijo Shawn.

— ¿En serio importa eso? —Bufé— Importa su salud, Shawn. Los viajes y presentaciones se pueden volver a hacer, pero un pie lastimado necesita recuperación, no importa el tiempo que se necesite. —Los chicos me miraron sorprendidos y no dijeron más nada.

Una hora pasó y el Doctor salió junto con Nash, su pie derecho estaba completamente vendado pero él venía sonriendo.

— ¿Ustedes son sus amigos? 

— Sí. —Respondieron los chicos, no sabría si decir que soy amiga de Nash porque a penas nos conocemos. Aunque ya yo supiera de su existencia desde antes.

— Bien, su amigo necesita unos días de descanso. Su pie sufrió una torcedura muy leve, no lo dejen caminar mucho. Necesitará masajes cada dos días, a partir de hoy. Hasta que él sienta que su pie ya no duele, ¿De acuerdo?

— De acuerdo.

Luego de eso los chicos cargaron a Nash hasta el auto, ésta vez dejaron a Nash estar en el puesto a mí lado, para que pudiera estirar los pies sin ningún problema.

·La Guardaespaldas·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora