I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)

19*

Me encanta este capitulo, espero que a ustedes también les guste.
Quería subirlo luego pero he estado viendo lindos comentarios de su parte así que... disfrútenlo, quizás luego suba maratón.

Capitulo 19.

Llegué al instituto, decidida de no volver a cruzar una sola palabra con Grayson. Ahora que lo pienso, estuvo mal rogarle tanto, sólo logré que de alguna forma jugara conmigo, y me sentía una estúpida por haber permitido eso.

Las semanas pasadas, me había propuesto dejar de hablar con Grayson, pero simplemente no lo logré.
Esta vez había sido diferente, esta vez lo cumplí, ni siquiera me concentraba al mirarlo. Lo traté como un chico igual al resto. Como si no existiera.

También entendí, que le daba igual si me iba o me quedaba. A fin de cuentas, como él dijo, sólo me quería para un rato.

Narra Grayson.

Ha pasado una semana, y sentía que algo esta mal, simplemente no es normal.

Siento tanto silencio, tanta tranquilidad desde que puse un pie en la escuela.

Quiero decir, ya casi es medio día y no tengo un dolor de cabeza.

Es un maldito récord, he de reconocerlo.

Todo parece estar perfecto.
Llegué a la escuela para quedarme mínimo ocho horas sentado y viendo a la ventana.

¿Qué sería de mí sin esa ventana?.

Las clases pasaron como un suspiro, y yo intenté no quedarme dormido en más de una.

Nadie me cruzaba la mirada, cosa que lograba ponerme aun más de buenas. Me gusta el silencio, amo el silencio. Y ahora es en donde mi mente esta en blanco.

El timbre de el receso me llamaba, como a todo el salón que salió corriendo.

Tomé mi mochila y salí en dirección a mi casillero.

Todo parecía no tener sentido, todos en sus problemas, susurros entre las chicas y los hombres con carcajadas tan fuertes que podían romperte los tímpanos.

Hasta que la vi ahí...

Ahora entendía por qué mi día parecía ser maravilloso, y sin mentir diré que bastante aburrido.

Solamente pude detenerme para ver a Leah en medio del pasillo. Como yo, ella se dedicaba a ignorar su alrededor.

A pesar de que miles de miradas se le clavaban, parecía tan quieta, estaba sola.

De golpe, el dolor de la culpa me atacaba en el estomago.

¿Le habré hecho algo yo?.
Ha pasado una semana y me ha ignorado todo el tiempo.
No, no, pero yo no soy así. Tragué saliva como pude y me tenté a hablarle para saber que sucedía, si estaba bien.

No lo hice, me detuve a verla un poco más.

Claro que entendía a los que la miraban, si sabes reconocer lo que es perfecto en un mundo de idiotas, la veras como la cosa más hermosa.

Hasta que de golpe, de ver como me ignoraba, sentí coraje. Seguramente seguía molesta por lo sucedido la semana pasada. O quizás se cansó de rogarme. ¿Acaso cree que soy idiota?.

No, seguramente ya encontró a alguien más para joder, alguien que le dirá que sí y como otros veinte chicos, prometerá bajarle la luna y todas la estrellas. Fruncía el ceño sin razón, nada más porque sí.

—¿Sucede algo? —pregunté, sin darme cuenta de que mi cabeza hacía cosas sin mi consentimiento, su mirada estaba clavada en mí y mi mano aferrada a su brazo. Soy un idiota. —es que... te veo un poco callada.

Me arrepentí de decir esa frase, pensaría que llevo observándola desde hace tiempo. Y no soy un acosador, o al menos no de ella.

Ella parece agradarle y me sonríe tímida.

—No, estoy bien —dijo cortante. Me sentí estúpido, el que me tratara así, había sido mi culpa.

Bajaba lentamente la sonrisa, cosa que me dolía y ¡no sé por qué!. Es triste sentirme así y más no saber el motivo de absolutamente nada dentro de mí.

—Lo siento —me conformé a decir, sin más para continuar con mi caminata por aquel pasillo, sintiéndome más idiota que nada.

Me acomodé la mochila y aceleré el paso, por no decir que estaba corriendo.

Me sentí más seguro fuera de su vista, que podía jurar que estaba igual de confundida que yo.

Podía reconocer que era interés por ella, mis latidos iban a mil por segundo.

¿Qué había sido eso? Me costaba aceptarlo pero... creo que empezaba a sentir algo por ella.

¿Les gustó?:,(