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—Puede que si te quiera... —susurró en mi oído y mi piel se erizó. —pero sólo para un rato...

Lo empujé y rió.

—A veces te odio tanto... —solté y fruncí el ceño.

—Eres la ultima persona en el mundo con la que saldría... no necesito conocerte, a simple vista sé como eres... ¿cuántos chicos besaste esta noche? He de ser como el noveno ¿no?.

—¿Qué mierda te hice para que me trates de esta forma? —lo miré con los ojos cristalizados, nunca me había importado lo que la gente pensara de mí hasta este momento.

Sus palabras habían dolido, no sólo estas, semanas atrás también había dicho cosas horribles.
Justo al oír eso, sentí como algo se rompió dentro de mí. Me encantaría que hubiese sido un hueso, pero no.

Una lagrima resbaló por mejilla.

—No sabes la mierda de semana que tuve... si piensas que voy a soportar tus estúpidos comentarios, estas muy equivocado —me di la vuelta y caminé. Sabia que si pronunciaba otra palabra, rompería en llanto.

Puede que sea exagerado, pero a veces sólo necesitamos desahogarnos.
Simplemente cubrí mi cara con mis manos, y lloré.

Todo se movía a mi alrededor. Estaba segura de que iba a caer, me dolía horrible la cabeza y quería vomitar.

—¡Leah! —me gritó un chico. Voltee y era Matt. —¿te encuentras bien? —Negué con la cabeza. —¿quieres que le hable a Ethan o a Grace?.

—No gracias... sólo quiero ir a casa —ni siquiera controlaba lo que decía.

—No te preocupes, todo estará bien, te llevaré a casa...

—No Matt, tú deberías estar adentro disfrutando la fiesta.

—Esta fiesta esta muerta, todos se están yendo, venga sube al auto —me abrió la puerta de su auto color negro.

Subí y cerró la puerta. Dio la vuelta al auto y subió sentándose a un lado de mí.

—¿Quieres contarme qué pasó? —dijo con la vista en la carretera. —y por qué estas tan ebria.

—Me dieron algo delicioso... —suspiré. —lo tomaría las veces que fueran necesarias.

—Bueno... —rió. —mañana te esperara un fuerte dolor de cabeza. —hizo una pausa. —¿y por qué lloraste?.

—No es nada... —balbuceé cabizbaja.

—Puedes decirme...

—Peleé con mis amigos, golpeé a mi ex-novio y me volví loca por alguien que no puedo tener, mi vida es una mierda, seguro estaré en detención toda la semana... mátame.

—Vaya... —rió. —me gustaría darte un consejo pero estas ebria, seguro que no recordaras la mayoría de las cosas mañana. ¿Es aquí tu casa?.

—Sí —reí. —todavía recuerdas donde vivo.

Matt y yo solíamos ser buenos amigos.

I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora