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Maratón 5/5

Entré a darme una ducha, puesto que había sudado y no quería oler mal.

Me quité el jabón del cuerpo, y luego del cabello.
Cerré la llave del agua, y tomé una toalla, en la cual enrollé mi cuerpo humedo.
Abrí la cortina azul, y salí de la regadera. Me acerqué al espejo, estaba apunto de quitarme la toalla, pero escuché como alguien abrió la puerta.

Era Grayson, volvió a cerrar la puerta esta vez con el seguro.
Se acercó a mí, y me acorraló.

—Grayson ¿qué haces? —él se veía muy molesto.

—¿Qué hacías con Jack en la cafetería? —apretó la mandíbula, y me miró directamente a los ojos.

—Amm.. sólo... hablábamos —dije entrecortada.

—¿Y por qué?.

—Porque es mi amigo.

—Pues él no puede ser tu amigo.

—¿Por qué no? ¿Desde cuándo eliges quiénes pueden ser mis amigos y quiénes no? —fruncí el ceño molesta.

—Créeme, él no tiene intensiones de ser tu amigo.

—¿Y? Tú y yo no somos nada, puedo hacer lo que yo quiera —no mencionó nada más, sólo me tomó de la cintura y me besó. Y lo peor fue que yo no hice nada, mas que seguir el beso.

—¿Ah, no? —se separó un poco, aún estábamos muy cerca. —¿Segura que no somos nada? —al escuchar eso lo empujé.

—Él me dijo muchas cosas... dijo que tú estas jugando conmigo... —mierda, tuve que abrir mi boca.

—¿Y tú le crees?.

—No lo sé... tú me odiabas antes...

—Sí, estoy jugando contigo —dijo sarcástico. —y por eso te dejo vivir en mi departamento, te dejo dormir en mi cama, te llevo y traigo todos los días del instituto, te ayudo en tus materias, hago todo lo que quieres, y ¿aún así piensas que estoy jugando contigo? —suspiró. —Creo que sería al revés.

Al instante una lagrima resbaló por mi mejilla. Por el simple hecho de saber que al principio así era. Era mi único propósito, y ahora me siento una mierda.
Este no dijo nada más, sólo salió del baño y cerró la puerta fuertemente, él estaba bastante molesto, jamás lo había visto de esa manera.

Me miré en el espejo y limpié mis ojos, para vestirme rápidamente, sollozando.

Salí del baño, y entré a la habitación, Grayson no estaba, tampoco Ethan.
Otra vez mi cuerpo actuó sin autorización.
Corrí a la habitación y tomé mi maleta junto con todas mis cosas. Las guardé.
Si le molestaba que viviera en su departamento, me iría.

Salí del departamento, por suerte mi auto estaba en el estacionamiento.

Metí mi maleta en la parte de atrás y subí rápido.
Arranqué, no antes de limpiarme la nariz con algo de papel que tenía guardado.
Conduje hasta mi casa, también era hora de volver, no podía estar tan ausente.

**

Estacioné el auto y bajé con mis cosas.
Saqué la llave para abrí la puerta y entré.
Lo primero que vi fue a mi madre en la sala.
Me miró sorprendida y sonrió.

Se levantó y se acercó a ¿abrazarme?.
Estaba muy confundida y sentí miedo por un momento. Pero también la abracé.

—Pensé que no volverías, lamento mucho lo que te dije —dijo y nos separamos, la miré.

—Yo también lo lamento —miré el suelo.

—Margo me dijo que estabas viviendo con una amiga.

—Sí, así es... sólo necesitaba un respiro.

—Bueno, imagino que quieres verla, ella esta en su habitación.

—Gracias —no sabia cómo actuar, ella se comportaba muy diferente conmigo.

Subí las escaleras y dejé mis cosas en mi habitación, para después tocar la puerta de Margo.

Al ver que nadie abría, la abrí yo misma.

La vi sentada en su cama, con un libro.

—¡Leah! —gritó y corrió a abrazarme.

—Hola —reí.

—¿Te vas a quedar? —me miró esperanzada.

—Nunca tuve que irme, lo siento —dije y volvió a abrazarme.    

Mi celular sonó, dejé de abrazarla.
Miré la pantalla, era Grayson. Rechacé la llamada y Margo me miró mal.

—¿Pelearon? —preguntó molesta.

—Sí...

—¿Es por eso que regresaste? Si no hubieran peleado no hubieras regresado... ¿No es así?.

—Margo... también necesitaba volver... no es sólo por eso —ella estaba por responderme pero mi celular volvió a sonar. Volví a rechazar la llamada.

Narra Grayson.

Todo estará bien, ahora vas a entrar, le pides una disculpa, y listo —dijo Ethan mientras subíamos por el ascensor.

Las puertas abrieron, caminamos lentamente por el pasillo hasta llegar a la puerta. La cual abrió Ethan.

Entramos, y yo fui directamente a la habitación a buscar a Leah.

—¿Leah? —no recibí respuesta.
Entré al baño y tampoco estaba, corrí a la habitación de Ethan, pero nada.
Volví a mi habitación y abrí el armario, sus cosas ya no estaban.

—¡Ethan! Leah no esta, sus cosas tampoco —pasé las manos por mi cabello algo desesperado.

—¡Leah! —gritó Ethan.

—¡Mierda, ya te dije que no esta!.

—Ey, tranquilo, llámala.

Saqué mi movil y le marqué, pero no contestó.
Lo intenté 8 veces exactas, y ninguna.

*¿Les gustó?. No olviden votar y comentar (amo sus comentarios y las amo a ustedes) gracias❤️.
Actualizare todos los viernes, sin falta, lo prometo.

I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora