I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)

27

Maratón 7/7 (amo este cap).

A la mañana siguiente Grace había amanecido con un fuerte dolor de cabeza.
Bajé a prepararle un té.

—Te traje un té —sonreí y cerré la puerta de la habitación.

—Por eso eres mi mejor amiga —se sentó en la cama y tomó desesperada el té. —me siento terrible... —tocó su cabeza y cerró los ojos.

—Entonces supongo que no iras al partido y veras a Ethan.

—¿Dije que me siento terrible? Yo quería decir que me siento "increible" —excusó y reímos.

—Tonta... —reí. —me bañaré, se hace tarde y no alcanzaremos lugar en las gradas, ya sabes como se llenan.

—Tienes razón, comenzaré a vestirme.

Me di una ducha rápida, me ayudó a relajarme.
Salí en ropa interior, no me importaba que Grace me viera, le tenia demasiada confianza.

—¿Y dónde estaban ayer tú y Ethan? No los vi —comenté mientras me ponía unos leggins.

—Estuvimos muy poco tiempo en el antro, ya que fuimos a su departamento.

—¿Departamento? ¿Departamento de quién?.

—De Ethan y Gray.

—¿Tienen un departamento? ¿Cómo fue que nunca me lo dijeron? —pregunté ofendida.

—Se acaban de mudar, yo me enteré hace unos días.

—Aún así, no me dijeron nada. Maldito Ethan, de Grayson no me sorprende, aparte él me dijo que tenían que llegar a casa o su mamá los mataría.

—El auto que traían ayer no era de ellos, era de su hermana, tenían que dejarlo en casa.

—Sigo odiando a Ethan... —me puse una blusa y zapatos. —bueno ¿y qué hicieron en su departamento?.

—Nada malo, tranquila —rió.

Tomé mi celular y salimos.

Subimos a su auto y fue en dirección al instituto.

No tardamos más de 20 minutos en llegar. Aparcó el auto y bajamos en busca de los gemelos.

Los cuales estaban muy a la vista, en medio de la cancha donde seria el partido.
Había mucha gente ahí también.

—Ethan —gritó Grace y se acercó a abrazarlo.

Eso había sido extraño para mí, tenia que acostumbrarme a verlos así de cariñosos.

—Hola Gray —le dio un beso en la mejilla.

—Hola —Grayson me sonrió y le devolví la acción.

—Ethan —lo miré. —¿por qué no me dijiste que te habías mudado? —en cuanto le hice la pregunta, miró a Grace con una mala cara.

—Sorpresa —me dijo. —veo que Grace lo arruinó.

—Me alegro mucho por ustedes —sonreí.