I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)

20

Narra Leah.

No pude evitarlo, hablé con Grayson.
Es que no sé qué me sucede, yo realmente necesito estar con él, hay algo que me obliga a hacerlo.

Y ahora sí ya no tenia a nadie, ni a Grayson, ni a Ethan ni a Grace.

Salí a la cancha, y me recargué en la pared para dejar mi mochila a un lado en el piso, y abrir una botella de refresco.

Le di un sorbo.
Vi como Grayson se acercaba a mí, de nuevo.
—Oh no... —susurré negando con la cabeza y agarré mi mochila para irme caminando rápido.

—¡Leah! —me gritó este a lo lejos y yo voltee.

—¿Sí...? —fingí una sonrisa.

—¿Por qué me evitas? —preguntó frunciendo el ceño.

—Es lo que tú siempre haces... —alcé los hombros.

—¿Sigues molesta?.

—Estoy normal —toqué su pecho y me di la vuelta para seguir mi camino.

Al perderlo de vista, choqué con alguien más. Era Ethan.

—Lo siento —soltó.

Lo ignoré y seguí caminando, sentí como me tomó del brazo.

—Deja de ignorarme, Leah. Ya te lo dije, lo lamento, lamento lo que te hice. Eres mi mejor amiga y te necesito, ademas ya me habías perdonado ¿por qué sigues actuando de esta manera?. —lo miré mal. —Sofia y yo ya no somos nada, Grace siempre esta con Jake, y yo estoy solo todo el tiempo.

—Bienvenido a mi mundo —le sonreí. —¿ahora que no tienes a nadie vienes conmigo? Eres un imbécil, Ethan.

—Perdón, de verdad Leah —se puso delante mío. —me siento más solo al saber que tú me detestas. Perdón —lo miré por unos segundos y luego lo abracé.

—A veces no te aguanto —reí. —pero también te necesito, Ethan.

—¿Amigos? —preguntó sonriendo y asentí.

Llegó Grace y se puso a un lado de él, después me miró apenada.

—Hola, Leah —me saludó.

—Hola.

—Te estaba buscando —le dijo a Ethan.

—Perdón, estaba con Leah, creo que ambos le debemos una disculpa —me señaló.

—Ya me disculpé con ella —me sonrió.

—Chicos, yo también me porté grosera —alcé los hombros y les sonreí.

Ellos eran mis mejores amigos, los quería demasiado. Y los necesitaba más que nunca. Los abracé fuerte, como si no los hubiera visto después de años.

Caminamos por los pasillos hablando de lo que nos había sucedido estas semanas. Ahora me sentía más completa.

—Grace ya me contó todo.

—¿Sobre qué? —miré raro a ambos.

—Grayson... —rió. —jamás lo había visto así...

—¿Así cómo? —pregunté tratando de verme desinteresada, aunque por dentro sentía lo contrario.

—Siempre lo veo contigo, la verdad nunca pensé que lograrías eso.

—No... —sonreí. —yo no le importo.

—Claro que le importas, míralo ahora —rió Grace.

El timbre sonó, haciendo que dejáramos de hablar y nos despidiéramos para irnos a clases.

Todo parecía ir normal, estaba sentada en una banca del salón de clases, viendo al profesor mover la boca, ignorando lo que decía y pensando.

—¿Leah? —preguntó el mismo, y sentí un golpe en mi pecho.

—¿Sí? —lo miré algo asustada.

—Responda mi pregunta señorita Johnson —me apuntó con su pluma y yo miré a todo el salón.

—¿67?.

—Esa sería una buena respuesta en mates, pero estamos en Química, por favor ponga atención —siguió explicando y yo rasqué mi nuca apenada.

El timbre sonó, todos salieron corriendo. Yo sólo caminé tranquila.

Al salir vi un chico viéndome tan directamente que causó que me sintiera intimidada. Más al reconocerlo y saber que era Jack River. Un amigo de Grayson.

Traté de seguir mi camino, pero este se acercó.

—Hola —me sonrió mostrando su perfecta dentadura.

—Hola —dije seca, no tenia intenciones de querer hablar con alguien.

—¿Estas sola?.

—Ammm, busco a un amigo.

—¿Grayson? —preguntó.

—No —fruncí el ceño.

—¿Te ayudo a encontrarlo? Así podríamos charlar un rato...

Eso había sido extraño, no le veía buenas intenciones a esto.

—Me encantaría... —sonreí nerviosa. —pero ¿puede ser en otro momento? Estoy muy ocupada ahora...

—De verdad, puedo ayudarte.

—No, no... todo bien —sonreí. —¿te veo luego? —traté de no sonar grosera, este asintió y me fui casi que huyendo.

Al perderlo de vista suspiré aliviada. Ese chico me da miedo con su ropa de cuero, esos piercings y botas negras. No niego que lo hace ver más atractivo, tanto que llega a intimidar... pero igual no es un chico de confianza. No lo digo yo, lo dicen los rumores.

—¿Por qué hablabas con él? —Grayson se ponía delante mío, interrumpiendo mi caminata por el pasillo.

—¿Me espías? —me alejé de él.

Por dentro me alegré tanto de verlo, pero tenía que demostrar lo contrario.

—No, justo te vi ahora. ¿Por qué hablabas con él?.

—¿Por qué tengo que darte explicaciones? Yo hablo con quien quiero.

—Sabes que no lo hace por querer agradarte ¿verdad?.

—No me importa, Grayson. ¿Por qué tan preocupado?.

—Sólo trato de... ayu-ayudarte.

—Pues no necesito tu ayuda —le dije y me fui dejándolo parado en medio del pasillo.

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