4.

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Estaba delante de un espejo maquillándome. Se me hacia tarde así que trataba de hacerlo lo más rápido posible.
Ethan como gran amigo que era, pasaría por mí, y me dejaría en casa.

Fui corriendo a la habitación de Margo cuando escuché el timbre.

—¿Estas lista? Creo que Lizzy llegó por ti —toqué la puerta.

Esta tomó su maleta de mano y salió de la habitación al mismo tiempo que yo. La acompañé hasta la puerta y me despedí de ella.

—Ten cuidado —rió.

—Sí —reí y rodé los ojos. —tú diviértete y no te preocupes por mí —la abracé, y subió al auto el cual no tardó en alejarse.

Justo iba cerrar la puerta, pero vi de reojo como Ethan llegaba. No estaba solo, Grayson iba sentado en el piloto. Sonreí involuntariamente y caminé hasta ellos tratando de ocultar mi emoción.

—Hola —subí en la parte trasera, y me puse el cinturón. —vaya, seremos tres.

—Grayson no se quedará —Ethan se giró para verme mejor. —sólo nos dejará.

—Que pena... —dije en un tono triste, y como era de esperarse no había alguna expresión en su rostro.

El camino no fue tan incomodo, se basó en una charla entre Ethan y yo, y algunos comentarios de parte de Grayson, los cuales no ocupaban más de 3 palabras.
Cuando por fin llegamos, Ethan y yo bajamos al mismo tiempo.

—Adiós Grayson... —me asomé por la ventanilla y le dediqué una sonrisa. Pero no contestó, sólo arrancó y se fue.

Rodeé los ojos y seguí a Ethan, que ya estaba apunto de entrar.
Al oír el fuerte volumen de la música, los gritos y risas, las luces, sabía perfectamente que estaba en mi ambiente, y nada podía hacerme sentir mejor.

—Seguro que los universitarios ya están aquí —dije mordiendo mi labio y Ethan me tomó del brazo.

—Leah, quería decirte algo, es importante para mí —me susurró al oído ya que no entendía muy bien y fruncí el ceño.

—¿Qué pasa? —pregunté confundida. —no me asustes —reí nerviosa y esperé a que hablara.

—Conocí a una chica... —soltó de golpe.

—¿De verdad? ¿Esta aquí?.

—Supongo que esta adentro —dijo nervioso y yo me di la vuelta para entrar. Pero volvió a tomarme del brazo. —Leah... sólo... sé amable con ella, por favor.

—¿Por qué no lo sería? —reí irónica. —no me ha dado razones para no serlo.

—Bien... —sonrió con algo de trabajo.

Entramos y al instante busqué con la mirada a la chica. Una morena de estatura media caminó hacía nosotros y al ver a Ethan se lanzó a sus brazos. Sentí que sobraba en esa escena así que me alejé un poco.

—Leah —Ethan me llamó. Me acerqué nuevamente y fingí una sonrisa. —ella es Sofia —la señaló. —Sofia, ella es Leah.

—Es un gusto conocerte, Ethan me ha hablado muy bien de ti —sonrió mostrando su perfecta dentadura y no quité mi sonrisa forzada.

—Digo lo mismo —fingí darle interés. —me alegro por los dos —asentí y comencé a alejarme. —creo que los dejo...

Me di la vuelta y caminé lejos de ahí. Creo que no había nada de qué preocuparse, la chica es linda, y lo mejor, se ve que Ethan realmente la quiere.

Me acerqué a la barra, inmediatamente pedí algo de tomar y me senté a observar la fiesta. Es de las pocas veces que me siento sola y quiero marcharme, usualmente me quedo con Ethan bailando o haciendo alguna locura, pero creo que eso ya no podrá ser así.

Miré hacía la esquina de la habitación, donde recordé la razón por la cual estoy aquí.
Lo universitarios.

Los vi tan fijamente que uno de ellos me miró de igual manera, no evité sentirme nerviosa. Para ocultarlo le mostré mi mejor sonrisa y lo saludé.

—¿Ethan te ha dejado sola? —preguntaba mi amigo Aaron, sentándose a un lado de mí, y todo su grupo de amigos lo siguió poniéndose en frente, tapándome la vista a los universitarios.

—Sí, él esta con una chica —sonreí y le di un sorbo a mi bebida.

—Por suerte llegamos —dijo otro de ellos y yo reí.

Somos amigos gracias a Ethan. Todos los amigos que tengo, son gracias a él. Porque soy pésima socializando.

—Sí... —reí. —gracias por eso.

Estuve hablando un gran rato con los chicos, mientras que Ethan estaba metido en quién sabe dónde. Me pareció raro ya que era algo tarde y él siempre me busca para marcharnos. Esta vez había sido diferente pero decidí no tomarle mucha importancia.

—Hola —llegaba Tayler, (otro amigo) con una cerveza entre sus manos. —Leah, que bien que estés aquí.

—¿Por qué lo dices? —reí y todos lo miramos atentos.

—Pensé que estaría con Ethan, como suele ser siempre.

—Él esta con su nueva novia —embocé una mueca.

—¿Hablas de Sofia? —rió. —Esa chica se fue hace como hace 15 minutos.

—¿Qué? ¿Tanto estuvimos hablando? —miré a los chicos.

—Aunque no vi a Ethan con ella —volvió a decir.

—Creo que iré a buscarlo entonces... —me levanté y me despedí de cada uno de ellos.

Caminé cuidadosamente entre la gente, buscando a Ethan en cada rincón. Pero no estaba por ningún lado. Poco a poco mi paciencia se acababa, subí a las habitaciones, entré a los baños, pero él no aparecía.

Como ultima opción, porque honestamente no creo que me haya dejado, salí de la casa y vi un grupo de chicos. Estos gritaban unas cuantas idioteces, nada importante.

O eso pensé hasta escuchar el nombre de Ethan.
Corrí preocupada y empujé a unos cuantos para poder ver mejor la escena y asegurar si se trataba de Ethan.
Y sí, ahí estaba él tirado en el piso, con unos cuantos golpes en el rostro. Provocados por un chico alto que peleaba con él.
Ethan le soltó otro puñetazo en el ojo, pero antes de que el chico volviera a reaccionar, de una peor manera, me puse delante.

Mi corazón aceleró y no niego que me sentí horrorizada, pero Ethan no podía más, y claramente no lo dejaría solo.

—¡No! —grité nerviosa, había demasiada gente pero yo sólo estaba concentrada en Ethan y en el imbécil que estaba apunto de golpearme la cara.

—¿Puedes hacerte a un lado? —me dijo este de mala gana con un tono de voz duro y moelsto.

—Ethan, ¿estas bien? —me giré un poco y coloqué su cara entre mis manos.

Sabía que esa había sido una estúpida pregunta. Él lógicamente no estaba bien.

—Leah, vete y llama a Grayson... —me dijo con trabajo.

Al mismo tiempo sentí como me empujaron, provocando que cayera al piso.
Había sido el mismo maldito chico, juro que este estaba acabando con la poca paciencia que me quedaba.
Aún más molesta que antes, me levanté nuevamente y volví a colocarme delante.

—¡Te dije que pararas! —volví a gritar apunto de llorar. En verdad sentía miedo.

—Juro que si no te quitas tendré que darte un golpe a ti también —amenazó, y pude notar como su aliento olía a alcohol, claro, estaba ebrio.

—Atrévete, idiota —dijo alguien entre la gente, voltee y realmente no podía creerlo, era Grayson. —la policía viene en camino así que será mejor que tú y tus amigos se vayan.

I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora