I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)

1.

—¡¿James?! —grité furiosa y confundida al ver como mi 'novio' besaba a una morena silicona, afuera de los vestidores.

—Leah, ¿Qué haces aquí? —dijo este acercándose sorprendido hacia mí.

—Eres un idiota... —retrocedí un paso aún mirándolo decepcionada.

—Leah, tranquila... déjame explicarte —me tomó del brazo pero inmediatamente me solté.

—No necesito que me expliques, James —hacía lo posible por aguantar las lagrimas. No lloraría, o al menos no en frente de él, honestamente no quería verme afectada. —terminamos —me di la vuelta y entré a los vestidores de mujeres que estaban justo a dos pasos.

Sabía que esto pasaría, pero fui una estúpida al creer que lo nuestro podía funcionar. Ahora me doy cuenta que eso era algo imposible.

Me miré en el espejo, mi delineador color negro se corría por mis mejillas. Tomé un poco de papel de baño, lo remojé y me limpié. Sólo habían sido 5 lagrimas, me había dolido. No que besara a una chica miles de veces mejor que yo, si no que había caído tan bajo en confiar en él, sabiendo cómo era.

Salí cabizbaja y caminé por los pasillos hasta salir a la cancha.
Vi a Ethan sentado en las gradas con Grace. Conversaban alegremente, hasta que llegué yo y arruiné toda la paz y tranquilidad que había.

—¿Leah? ¿Qué pasa? —preguntó Grace con el ceño fruncido.

Me senté en medio de ellos y dejé mi bolsa a un lado.

—¿Fue James? —esta vez preguntó Ethan, con un tono serio. Al no oír una respuesta me abrazó.

Ellos son mis mejores amigos desde que llegué aquí. Y sin exagerar diría que no los cambiaría por nada en este mundo.

—Es un imbécil... pero, da igual —solté, tenía que sacarlo de mi cabeza.

—¿Segura?ñ

—Muy segura... —dije casi convencida. Realmente no lo estaba.

—Esa es la Leah que conozco —rió Grace y colocó una mano en mi espalda. —ese idiota no te merece —sabía que diría eso. —nunca me agradó —levantó las manos en plan víctima.

—No deberías preocuparte —Ethan me miró sonriente. —eres Leah. Puedes tener al chico que quieras en segundos.

—Eso no es verdad... —lo miré mal.

—Lo es... —corrigió.

—Todos son igual o peores que James... —mencioné a ese idiota de nuevo, y le di un sorbo a mi botella de agua. Mi garganta estaba seca.

—Entonces tienes que conocer a alguien —Grace propuso de repente y yo negué. —necesitas olvidarlo por completo —ella tenía la razón, pero no quería dársela. —le diste demasiadas oportunidades.

—Para ti es fácil decirlo, tu novio es increíble...

—Vamos Leah... hay buenos chicos —me dio un leve empujón. —¿qué tal Grayson? Se ve que es buen chico —dijo ya que este pasó por la cancha para hacer su típico entrenamiento diario. —¿te imaginas tener a este idiota de cuñado? —señaló a Ethan y estalló a carcajadas.

Ethan tenía un hermano gemelo, Grayson. Lo conocía porque pocas veces Ethan lo mencionaba o estaban juntos, pero jamás habíamos cruzado una sola palabra. A veces lo veía entrenar (como ahora) pero siempre pensé que era un chico igual al resto.

—Eso jamás pasará... —rió Ethan interrumpiendo. —ni aunque Leah quisiera.

—¿Qué quieres decir con eso? —le pregunté a la defensiva. ¿Había dicho que no era capaz?.