I can wait for you | Grayson Dolan (terminada)

38

La fiesta de Cameron sin duda había sido increíble.
Pasó una semana desde aquel día, y justamente me dirigía a la escuela, la cual ya estaba matándome.

Llegué y caminé por los pasillos, hasta que sonreí al ver a Grayson recargado en mi casillero.
Cuando me vio, mordió su labio y sonrió también.
Me acerqué, me tomó de la cintura y me besó.

—¿Me estabas esperando? —dije entre el beso.

—Sí —nos separamos. —hace tiempo que no salimos, ¿quieres que vayamos a algún lado hoy por la tarde?.

—Me encantaría —abrí mi casillero y guardé algunos libros.

—Bien... ¿te importa si te dejo? Tengo clase.

—Esta bien, te veo luego —lo miré feliz y me dio un beso en la mejilla.

—Te busco en receso —me guiñó un ojo y yo reí.

Hice lo mismo que él, entré a algunas clases.
Mis párpados se cerraban, sólo quería dormir y desaparecer de ahí.
Los profesores no hacían más que arrullarme con su voz. Era horrible.

El timbre sonó, desperté por completo.

Tomé mi mochila y salí del aula. Para encontrarme con Jack.

Fingí una sonrisa.

—Hola, Leah —dijo en tono coqueto y se unió a mi paso.

—Hola —respondí sin mirarlo.

—¿Qué tal va tu semana?.

—Muy bien, gracias —contesté y voltee. —mierda —solté al ver a Grayson observándonos.

—¿Qué pasa? —preguntó sin entender.

—Nada, oye... tengo que irme.

—Antes de que te vayas, pensé que podríamos salir esta tarde a comer o caminar por ahí.

—Sí, nos encantaría pero tenemos otros planes —sentí que Grayson habló detrás de mí. Y yo cerré los ojos esperando que nada malo pasara.

—Oh, hola Grayson —saludó Jack de mala gana y lo miró mal.

—Jack —también lo miró mal y después tomó mi mano. —¿nos vamos? —me preguntó y asentí.

—Adiós —le sonreí a Jack y caminé junto con Grayson en dirección contraria.

—Pensé que no volverías a hablarle... —dijo serio cuando estábamos alejados de él.

—Grayson, por favor no empieces, yo pensé que ya habíamos arreglado eso —me detuve para mirarlo.

—Es que simplemente no puedo soportar verte con él.

—Sólo estábamos hablando ¿Acaso no confías en mí?.

—En ti sí, en él no.

—¿Por qué? Necesito que me digas la verdad, ¿por qué te preocupa tanto que hable con él?.

—Ya... ya te dije —respondió algo nervioso.

—Sé que esa no es la verdadera razón.

—Basta Leah —me miró molesto. —¿por qué eres tan dramática?.

—¿Qué?.

—Eso, lo que escuchaste.

—¿Y por qué no me terminas si tan dramática soy? —traté de caminar e irme, pero me tomó del brazo.

—¿Eso quieres?.

—Pues... no lo sé.

—Siempre soy yo quien tiene que arreglar las cosas porque parece que a ti no te importa.