01-Un portal

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Apenas se despertó luego de escuchar la molesta alarma, se dió vuelta en la cama dejando salir un suspiro de frustracion. La alarma avisaba que ya era hora de desayunar para partir rumbo a la secundaria, lo cual la disgustaba siendo que ya eran los primeros días de invierno y era una tortura tener que salir de la casa a las 06:00 de la mañana para llegar a tiempo a la hora de entrada, 07:30.

La pelinegra se levantó de la cama con gran pereza y se encaminó al baño a bañarse antes de ir a desayunar para desvelarse. Tomo una toalla y se envolvió en ella luego de darse una ducha bastante rápida.

Se colocó unos jean azules ajustados, unas botas marrones abrigadas, una remera negra y una camisa a cuadros negra y roja.
Por último se hizo una coleta con el cabello dejando caer su largo flequillo a un costado de su rostro.

Bajó a paso rápido las escaleras y se encontró con su madre dejando su plato con su desayuno en la mesa. Una sonrisa adornó su rostro cuándo su madre la vio, esta le devolvió el gesto y con la cabeza le indicó a su hija que se tomara asiento en la mesa.

Sin rechistar se apresuró a sentarse y desayunar, frente a ella su madre se sentaba con su propio desayuno.

Marisa: buenos días-dejó ver una dulce sonrisa y luego tomó un sorbo de su café-como has dormido?-dejó su tasa en la mesa y se llevó un troso de tocino a la boca.

Ariel:excelente, las gotas para dormir me han funcionado y ya no tengo insomnio-tragó el trozo de huevo que se había llevado minutos antes a la boca- de hecho, soñé con Obito Uchiha, lo conocía en persona! Lo mas asombroso fue que Sasuke e Itachi estaban detras de el-se emocionó un poco mientras contaba lo que había visto en su sueño pero al ver el rostro señudo y preocupado de su madre, calló la boca de golpe. Ella sabía que a su madre, por alguna extraña razón, no le gustaba que viera la serie animada de Naruto.

Marisa:otra vez viendo a ese rubio tonto de noche?-preguntó con tono autoritario y Ariel sintió como se le revolvia el poco desayuno ingerido en el estómago, se preguntó en que momento la habia descubierto si ella mantenía siempre la puerta de su habitación cerrada- se lo que estas pensando y no, no te vi viendo la serie a altas horas de la noche, pero el volumen de la Tv te delata-suspiró y volvió a tomar un sorbo de su café- Hija, sabes que no me gusta que veas tanto Naruti, Naroto o como se llame-su tono de voz indicaba que estaba enojada y eso para Ariel no era buena señal.

De todas maneras ella no dejaría que su madre insultara a su serie de infancia.

Ariel:Mamá, la serie se llama Naruto-dijo seria, mastico el último bocado de su desayuno y se levantó-y no dejare de ver a ese "rubio tonto", el me enseñó a nunca bajar los brazos ni la cabeza ante un obstáculo, me enseñó lo que significa una verdadera amistad y sobre todo y mas importante aún, me enseñó que los sueños pueden hacerse realidad si te esfuerzas por lo que realmente quieres lograr-tomo su mochila y besando su mejilla se despidió de su madre- nos vemos o sino llegare tarde al Instituto-salió de la casa y caminó rumbo a la parada del autobús.

Esperó unos minutos y vio llegar al autobus de todas las mañanas, el conductor la saludó con un movimiento de cabeza y una leve sonrisa. Lo saludo de la misma forma y se sentó casi al fondo, mirando por la ventana. Todo el recorrido escuchó música mirando el cielo nublado.

Al llegar al instituto se escuchó la campana, avisando que ya eran las 07:30.

Entró en su salón correspondiente y se sentó en el fondo del salón aun lado de la ventana. Miró la puerta esperando la llegada de su mejor amigo de la infancia, vio a todos sus compañeros de clase entrar, solo faltaba Fabian.

El profesor llegó y comenzó a tomar lista, al llegar al nombre del chico ausente, el profesor levantó la mirada de la lista y miro el lado vasío que estaba al lado de Ariel. El profesor negó con la cabeza como diciendo "siempre lo mismo con este chico"

Al pasar dos o tres nombres mas en la lista, se escuchó la puerta corredora del aula abrirse con brusquedad, y allí estaba, Fabian con la respiracion entrecortada y con una sonrisa agotada en su rostro.

Profesor:llega tarde señor Sakuragi-dijo con voz grabe mientrasse acomodaba los lentes-cual es su excusa hoy?-Fabian sonrio con arrogancia y a paso tranquilo se adentró al aula.

Fabian:Aceptelo profesor-dijo arrogantemente- Lo bueno siempre llega a lo último, por eso siempre llego tarde-caminó hasta su puesto al lado de la pelinegra y se sentó con tranquilidad.

Profesor: es eso o que se desperto tarde y ni a desayunado para venir corriendo hasta aquí-entonces se escuchó una carcajada general que retumbo en las paredes del aula

Ariel: me compadesco de ti Fabi-le dijo en tono burlón mientras el nombrado solo se encogió de hombros como quien no quiere la cosa.

La clase siguió normal, la primera vez en la historia de las escuelas que todo el salón estaba silencioso, sin interrumpir al profesor en su lectura.

El receso llego mas tarde y todos salieron como una verdadera estampida por la puerta de aquella aula. Todos excepto Fabian y Ariel quienes se quedaron por el frío. Fuera del salón era lo mismo que estar en un congelador.

Fabian:demonios-se froto los brazos tratando de conseguir mas calor-menos mal que falta poco para las vacaciondes de invierno, no aguanto mas el frío y el cansancio-suspiró frustrado- y el insomnio no ayuda mucho que digamos-la pelinegra lo miró y asintió con pesadez.

Ariel: mi madre, hace unas semanas, me dió un frasco con líquido que hace que duermas bien con solo unas gotas y un poco de agua para poder dormir tranquilo-sonrió frotando sus manos sintiendo el calor unos cuantos segundos y luego volvieron a congelarse.

Fabian:genial! Cuando llegues a casa, mandame una foto por whatsapp donde aparesca el nombre del frasco-una gran sonrisa se dibujó en su rostro y sus ojos adquirieron un brillo de anhelo- sino, en unas cuantas semanas, vas a verme cruzar esa puerta con mis propias ojeras como bufanda-la pelinegra largó una risotada que hizo contagiar a su compañero, por lo cual ambos terminaron con lagrimas brotando de sus ojos y con un inmenso delor de estómago.

Al terminar las clases, Ariel se dirigió al autobus que se supone la llevaría a casa, pero éste ni siquiera estaba encendido.

Conductor: lo siento pequeña, pero el autobús se descompuso esta mañana luego del segundo recorrido y tuve que llamar a una grua para que venga a buscarlo y llevarlo al taller de reparación-su voz delataba la pena que sentía, la ojinegra solo negó con una sonrisa y lo miró con lástima

Ariel:no se preocupé, caminare-sonrió dulcemente- Suerte en la reparación!-dijo despues de emprender el camino a su casa.

Conductor: gracias!! Cuidate en el camino niña!-se escuchó a lo lejos a lo cuál ella sonrió.

Caminó con algo de prisa debido al frío para poder entrar en calor. Al pasar por un callejón, vio dentro de este, algo que brillaba color violeta y negro que se movía en espiral, se reprendió mentalmente por la curiosidad que tenía y luego se acercó a aquella cosa.

Se quedo en shock. Espantada de lo que veía, quiso salir corriendo pero ya era tarde, estaba tan cerca de esa cosa que la tragó antes de que siquiera diera un paso para salir por patas de allí.

Era un portal, lo que ella había visto era un enorme portal. Sentio un viento fuerte asotarla con fuerza y al abrir los ojos, que hasta hace poco tenia cerrados por el miedo, pudo ver que caía en picada desde muy alto al suelo. Debido a la impresión de ver que tanta altura la separaba de el suelo se desmayó antes de sentir el fuerte impacto contra el suelo.
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¿¡Como Llegué Aquí!? [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora