Luego de la partida del azabache menor, muchos de los hábitos en la guarida habían terminado por quedarse; Ya que Sasuke y Ariel eran, por así decirlo, los que animaban el lugar. Cuando Itachi, Sasori y Kakuzu estaban de buen humor todo era posible, y los malos habitos habían desaparecido.
Obito estaba acostado con la pelinegra dormida en su pecho. No la culpaba, aquélla última misión había hecho que el cuerpo de ambos quisieran sus merecidos descansos y ahora lo tomaban tranquilamente.
"Que se supone que deba hacer ahora... Con aquél plan?. Ahora que vuelvo a amar a alguien, siento que debería dejar descanzar la memoria de Rin. Ya no estoy enamorado de ella, por qué llevar acabo el plan ojo de luna?."
La mano del Uchiha pasaba lentamente por la espalda de la chica como una caricia por ensima de la ropa. De vez en cuando acariciaba lentamente la cabellera de la chica y la escuchaba dar suspiros de satisfacción.
Tocaron suavemente la puerta de la habitación, y mientras Obito se levantaba de la cama, Ariel se acomodó media dormida. Al abrir la puerta los ojos onix de Itachi lo recibieron con la seriedad de siempre.
—Pein nos mandó a llamar.—Obito solo asintió. Vió que Itachi se retiraba de allí mientras cerraba la puerta con cuidado de no despertar bruscamente a la chica.
Se acercó a la cama y le acomodó el flequillo, que ya le llegaba más abajo de la barbilla y lo tenia completamente despeinado por todo el rostro. Acarició la mejilla de la chica y pudo ver con un brillo en los ojos de ternura que la chica sonrió entre sueños.
—Obito...—Susurró media adormilada.
Obito rió roncamente y con ello Ariel despertó con un sonrojo en las mejillas. Efecto de la risa ronca de su novio.
—Obito? No estabas acostado..?—se sentó en la cama con un ligero mareo, producto de recién haberse despertado.
—Estaba.—acarició su mejilla dulcemente y sonrió detrás de la mascara.—Hay que alistarnos. Le pasé una lista a Pein sobre que misiones tendrán cada grupo y ahora las dictará—.informó mientras se levantaba de la cama y se colocaba la capa de Akatsuki.
La pelinegra asintió y con energía renovada se levantó de un salto de la cama. Se colocó el anillo y la capa con rapidez, dejó su cabello desatado y se colocó los guantes de cuero.
Cuando estaba por salir de la habitación se quedó de piedra y, literalmente, el color medio moreno de su piel pasó al blanco de Sasuke. Volvió sobre sus pasos y se miró detenidamente en el espejo, sus ojos estaban fijos con horror sobre su reflejo.
—Sucede algo?.—preguntó Obito mirándola con preocupación. La pelinegra sin embargo solo negó nerviosamente y luego se alejó hasta la puerta de la habitación donde ya la esperaba Obito. Este aun la miraba algo preocupado por aquella reacción tan extraña.
Mientras iban caminando por los largos pasillos, Ariel pensaba en aquello que había podido ver en su reflejo en aquel espejo.
Porque ella se parecía tanto a él?
Ella...
Ella se parecía a... Uchiha Madara.
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La sala estaba en silencio mientras algunos de los Akatsuki's estaban mirando al líder y otros miraban a otro lado incómodos. A algunos miembros todavía le tenían miedo por la mirada que daba.—Bien. Ya que evidentemente todos estamos aquí, pasaré a dar las misiones correspondientes a cada grupo.—hablo fríamente como siempre.—Kisame e Itachi, ustedes deberán ir a por el biju de cuatro colas.—Kisame asintió con una sonrisa arrogante mientras Itachi miró de reojo a la pelinegra de la organización.—Deidara y Sasori, deberan espiar al biju de tres colas para saber su próximo movimiento, esta vez que no se te escape Deidara.—Deidara mostró una expresión de emoción contenida con una arrogante sonrisa. En cambio Sasori solo sonrió de lado con un leve asentimiento.—Hidan y Kakuzu, Irán por más fondos para la organización. Zetsu recolectó información acerca de un monje que cometió un delito y dieron precio por su cabeza.—Parecia que los verdes ojos de Kakuzu brillaron con cierta malicia e Hidan solo rodó los ojos maldiciendo internamente que le tocara otra de esas misiones.
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¿¡Como Llegué Aquí!? [TERMINADA]
RomanceAriel es una chica de nuestro mundo, pero un día, un portal se presenta ante ella y sin querer viajará al mundo que la acompañó durante su infancia, Naruto. Allí vivira aventuras junto a los Akatsuki y a su amor platónico, Obito Uchiha. Que sucederá...