-Katya, vayamos al parque un rato – Me dijo Alegra – Vamos muy temprano al colegio.
Miré mi reloj, eran las 6:58, suspiré suavemente y miré a Alegra con una sonrisa.
-De acuerdo Ally, vamos – Le dije.
Ella me dio una sonrisa entusiasmada al escuchar su apodo; ambas caminamos al parque, pero íbamos tan absortas platicando y viéndonos que no notamos cuando alguien caminaba en frente de nosotras, causando que chocáramos, la persona y yo caímos de espaldas, yo me quejé.
-Itai – Dije adolorida – Lo siento, no miré por dónde caminaba.
-Yo también lo siento – Me contestó.
Esa voz se me hizo muy familiar al instante, miré al frente y pude ver a nada más y nada menos que a Karou Misaki, una de mis amigas; Karou es de ascendencia japonesa por parte de su madre.
-Misa-chan – La llamé por su apodo – O debo decir... ¿Alaska?
Ella me miró estupefacta, tardó unos segundos, pero al instante después se abalanzó hacia mí.
-¡Katya! – Me dijo - ¡Ha pasado tiempo!
-Ejem – Dijo Alegra para llamar la atención – Katya no es la única.
Alaska se puso de pie y saludó a Alegra con un abrazo cariñoso; Karou tiene dos apodos, Misa-chan y Alaska, nosotras solemos llamarla Alaska más que todo. Me ayudaron a levantarme y pude notar que llevaba puesto el mismo uniforme escolar que nosotras llevábamos.
-Alaska, ¿también vas a esa escuela? – Preguntó Alegra señalando el emblema del colegio.
-Hai, fui transferida debido a que mis padres fueron transferidos del trabajo.
-A nosotras también – Dijimos al unísono Alegra y yo.
-¿En serio? – Preguntó incrédula nuestra amiga de cabello celeste - ¡Es sorprendente!
-¿Y dónde vives? – Cuestioné.
-Pues mis padres compraron un apartamento, pero no puedo quedarme con ellos, así que me estoy alojando en un hotel por ahora.
Ambas la miramos; mientras hablábamos íbamos caminando al parque, en eso se me prendió el foco.
-¿Por qué no te vienes a vivir con nosotras? Así no pagarás – Propuse.
-¡K-Katya! N-no quiero incomodar – Me dijo nerviosa.
-Anda, no serás molestia, estaremos felices de darte posada – Me siguió Alegra.
Ella nos miró detenidamente y aceptó rendida; una vez que llegamos al parque nos sentamos en los columpios y comenzamos a mecernos suavemente mientras seguíamos hablando.
-¿Qué tan lejos está el hotel? – Preguntó Ally.
-A unas 10 cuadras de aquí – Nos dijo – Si mal no estoy es el intercontinental.
-No está difícil – Dije yo – Iremos cuando salgamos del colegio.
Nos quedamos un tiempo, y cuando faltaba media hora para empezar las clases caminamos con dirección a la escuela; llegamos, se veía la gran estructura, pero lo que más llamaba la atención en el colegio, eran los árboles de cerezo que adornaban la entrada; entramos, nos cambiamos los zapatos y seguimos platicando.
-¿En qué salón quedaron? – Nos preguntó Alaska.
-Yo estoy en el 2-A – Dijo Alegra.
-Yo estoy en el 3-A – Contesté.
-¡También estoy en el 3-A! – Exclamó efusivamente nuestra amiga.
Fuimos al salón de Alegra y nos quedamos ahí hasta que tocaron el timbre que daba comienzo a las clases, así que nos despedimos de Alegra y nos fuimos a nuestro salón, el cual estaba casi vacío; nos sentamos en las penúltimas sillas, una al lado de la otra, los demás tomaron asiento y entonces entró nuestra profesora.
-Bienvenidos a este nuevo año escolar mis queridos alumnos – Nos habló – Mi nombre es Shiro y seré su maestra guía.
-¡Buenos días Shiro-sensei! – Dijimos todos en coro.
-Muy bien, espero que todos se lleven bien este año, eso es todo por ahora, pueden conversar si así lo desean y en cualquier duda búsquenme en la sala de maestros.
Después de decirnos eso se retiró del salón, cerrando la puerta detrás de sí; yo me hice de lado y encaré a Alaska, ella hizo lo mismo y me encaró, entonces seguimos platicando.
-¿Hace cuánto se mudaron Katya? – Me preguntó curiosa.
-Hace un mes, no llevamos mucho aquí – Contesté - ¿Y ustedes?
-Igual, hace un mes, y dime ¿cómo están tus padres y Ryan?
Ante esa pregunta no pude evitar poner un rostro de tristeza y eso no pasó desapercibido por mi amiga de hebras celestes.
-¿Sucedió algo?
-Ryan...falleció en un accidente, y en ese entonces a mis padres les dijeron del cambio de domicilio – Dije con la voz cortada.
Ella se me acercó y me abrazó; explico, Ryan era mi hermanito menor, tenía solamente 8 años, pero falleció en un accidente de auto que tuvimos. Al poco tiempo llegó la maestra diciéndonos que podíamos explorar el colegio y de paso almorzar, que por esos tres días nuestra salida sería a mediodía; todos contestamos un "entendido", tomamos nuestras cosas y salimos del salón; caminamos hasta el salón de Alegra y abrimos la puerta.
-¡Alegra-chan, ya podemos recorrer el...
No pude terminar la oración ya que un libro voló a mi rostro, tuve suerte de esquivarlo haciéndome a un lado, pero otro libro salió volando de la nada y la portada me dio de lleno en el rostro, a lo que solamente atiné a quejarme. Cuando el libro cayó al suelo pude ver que el salón de Alegra estaba hecho un desastre, había papeles por todos lados, algunos cuadernos y libros y un grupo de estudiantes rebuscando entre todo. Alegra nos miró e inmediatamente corrió hacia nosotras.
-¡Vámonos de aquí antes de que me unan a la guerra! – Nos dijo mientras nos tomaba del brazo a ambas y salimos corriendo.
Salimos del pasillo y nos detuvimos en las escaleras a coger un poco de aire debido a la corrida que tuvimos que hacer; una vez que estuvimos recuperadas, Alaska propuso ir a recorrer el colegio y después ir a almorzar bajo los árboles de cerezo. Solamente atiné a decir un "estoy de acuerdo" porque al momento me taparon los ojos; pregunté quién es al mismo tiempo que tocaba las manos que me tapaban, eran algo gruesas y largas...
-Jejeje, es bueno verte Nika-chan – Me dijo una voz masculina muy conocida.
Quité sus manos de mi rostro, me di la vuelta y miré a esa persona; al momento mis ojos brillaron con alegría y me lancé en un abrazo a aquél chico, lo que él me correspondió.
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Bienvenidos a la realidad Hunter x Hunter.
Fanfiction¿Qué pasaría si, por algún motivo, los personajes de Hunter x Hunter se teletransportaran a la realidad? Bueno, eso se sabrá cuando Alegra y Katherina, dos amigas, se den cuenta de que sus ídolos (y los demás personajes) aparezcan de repente en su m...