El de lentes asintió y ella salió; al cabo de unos pocos minutos, Leorio abrió la puerta y se le pudo ver con el pijama ya puesto, era una camisa con mangas cortas blanca y un pantalón a los tobillos de color rojo a cuadros; Alegra tomó en sus manos la ropa del mayor y la fue a dejar a la habitación, para después ir a la primera planta de la casa; iba bajando las escaleras cuando va escuchando la risa de los demás, algo que la hizo sonreír, y seguidamente caminó al comedor; apenas llegó pudo ver que Gon, Alaska, Killua y Alluka estaban riéndose mientras que Kurapika y Katya terminaban de hacer la cena; ambos rubios llegaron con los platos en las manos y apenas ella sintió el olor de la comida su estómago rugió con fuerza, pues lo que habían comido en el café no le duró ni 3 horas, tiempo que tardaron en llegar a casa.
-Alegra, siéntate a comer – Dijo Katya – Yo iré con Leorio.
-Hai.
La pelinegra se sentó y Kurapika le puso su plato de comida en frente; Katya pidió que esperaran un momento, que iría por Leorio para que pudieran comer todos juntos, a lo que los demás asintieron y esperaron pacientemente a que la rubia bajara con el de lentes; al poco rato bajaron ambos, Alegra le cedió su asiento a Leorio y ella se sentó en una de las sillas del desayunador (al igual que Katya, que también tomó una silla y se sentó con su comida en las piernas); dieron las gracias y comenzaron a comer tranquilamente; el aire que había en la atmósfera era...pues, no sabían describirlo, era algo raro ya que estaban con sus ídolos de su anime favorito, pero por otro lado la atmósfera era reconfortante... Hasta que cierta muchacha de cabello rubio notó que dos niños comían como si la comida fuera a escaparse.
-Chicos, coman con paciencia – Dijo ella – La comida no va a huir.
-Pero cocinas delicioso Katya-chan – Contestó Gon – Serás una gran esposa en un futuro.
-¿¡E-ehhh!? – Articuló ella completamente sonrojada – G-Gon, n-no es pa-para t-tanto.
-Pero Gon-kun está en lo cierto – Siguió Alluka – Cocinas delicioso.
-Estoy con Gon y Alluka-chan – Agregó Kurapika – Tu cocina es simplemente muy deliciosa.
-Los apoyo – Dijo Leorio – Cocinas muy bien, te envidio, de buena manera.
-Bueno... – Dijo Killua – Sinceramente cocinas mejor que Gotoh o que mis otros sirvientes.
Katya no creía poder sonrojarse más. Estuvieron así hasta que terminaron (de lo cual no pasó mucho tiempo ya que era cena ligera).
-Si me disculpan, yo regresaré a mi labor – Se disculpó el mayor - ¿Podría quedarme en la biblioteca, Katya?
-Por supuesto Leorio – Contestó la rusa mientras levantaba la mesa – Quédate lo que necesites, después de todo debes estudiar bastante.
El mayor dio las gracias y se retiró al lugar anteriormente mencionado; los demás ayudaron a Katya a quitar la mesa y a lavar los platos.
-Gon, Killua, Alluka, Alegra, Alaska – Llamó ella – Vayan a lavarse los dientes, Alegra, dales los cepillos nuevos que tenemos ahí.
-Hai – Contestó la mencionada.
-Después quiero que se vayan a dormir, mañana salimos temprano.
Los demás asintieron y subieron las escaleras; Kurapika y Katya terminaron de lavar, secar y guardar todo y seguidamente subieron también para lavarse los dientes y poder irse a dormir. Katya le dijo a Kurapika que fuera con los demás y que decidieran en qué cama dormirían, a lo que él asintió y se fue al cuarto, en cambio, ella se fue a la biblioteca con Leorio.
-*Knock, knock, knock*, Leorio, ¿puedo pasar?
-Por supuesto – Contestó el mayor desde adentro.
La rubia se adentró en el cuarto y pudo ver que Leorio estaba buscando en el librero; ella sonrió ante eso y le habló.
-La parte de medicina está en el lado derecho, la parte de arriba.
-¡Oh, gracias!
-Oye, Leorio – Llamó ella.
-¿Qué sucede?
-Bueno... Uno, cuando vayas a dormir te acuerdas de apagar las luces, dos, te acomodas en la orilla de la cama, Gon y Killua dormirán en el centro, tres, mañana te levantaré temprano para no tener atrasos, así que no te acuestes tarde, y eso es todo.
-Muy bien, llegaré cuando termine – Dijo él.
-Vale, buenas noches.
-Buenas noches a ustedes también.
Acto seguido ella salió de ahí y caminó al baño; una vez que lavó sus dientes fue a su habitación y una vez ahí se dispuso a dormir...
-¡Por Dios Kurapika, quédate quieto! – Escuchó que dijo Killua.
-¡Las costillas de Gon me están pinchando! – Se quejó el de melena rubia.
-¡Necesito respirar! – Se defendió el de cabellos puntudos.
-¡Por amor a Kami-sama, queremos dormir, cállense! – Escuchó que gritaba Alaska - ¡Para más Alluka se queda quieta!
La rubia suspiró, entró y miró a todos con una expresión seria mientras se apoyaba en el marco de la puerta y colocaba sus manos en su cadera.
-¿Qué está pasando para que no dejen de quejarse? – Preguntó ella – *Señala a Alluka* hay personas que sí deben dormir, *se señala a sí misma* y personas que sí quieren dormir.
-Perdona Katya – Dijo Kurapika – Pero estamos incómodos.
Era obvio que lo estarían, pues estaban casi completamente pegados y para colmo Kurapika estaba entre ambos menores, de los cuales, Gon estaba casi encaramado en el rubio.
-Es porque están mal acomodados – Aclaró ella – Kurapika, hazte a una de las orillas, hazte espacio ya que la cama es lo suficientemente grande y deja que Killua y Gon estén en el centro, así dormirán mejor.
Los chicos hicieron caso y al momento se sintieron más desahogados, quedando dormidos al poco tiempo; Katya se rió por lo bajo y se acomodó con las chicas; Alaska y ella quedaron en las orillas y Alluka y Alegra en el centro. Apenas se acostó pudo sentir que Alluka se le pegaba al pecho, a lo que se sorprendió y se dispuso a moverla, pero la menor comenzó a respirar tranquilamente y se pegó más a ella, Katya recapacitó y al final terminó durmiendo con Alluka sobre su pecho.
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Bienvenidos a la realidad Hunter x Hunter.
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si, por algún motivo, los personajes de Hunter x Hunter se teletransportaran a la realidad? Bueno, eso se sabrá cuando Alegra y Katherina, dos amigas, se den cuenta de que sus ídolos (y los demás personajes) aparezcan de repente en su m...