Bienvenidos a la realidad Hunter x Hunter.

Capitulo 21: ¿Qué es lo que siento?

Capitulo dedicado a mi BFF virtual alegra0727

-¿Por qué se fueron de esa forma? – Preguntó Kurapika preocupado.

Alegra pasó su vista por Killua y se sonrojó fuertemente, se levantó de su asiento y se fue caminando al interior del instituto; todos miraron a Katya con una cara de "¿y ahora qué le pasa?", Katya no respondió nada, solamente tomó su bolso y los demás la siguieron al interior del colegio. Killua y Gon se separaron de los otros y se encaminaron a su salón, siendo imitados por los demás, pero con dirección al salón de ellos.

-Oye Killua, ¿qué le pasó a Alegra-chan? – Preguntó Gon.

-No lo sé – Contestó el albino.

-Apenas ella te miró se sonrojó, debes de saber, ¿le hiciste algo?

Entraron al salón de clases y dejaron sus cosas en sus pupitres. Killua se quedó de pie, a lo que Gon lo imitó; el pelinegro miró fijamente a su amigo, y acto seguido Killua lo quedó viendo con su típica cara felina.

-Por casualidad de la vida miré por debajo de su minifalda.

A Gon lo sonrojó eso, ¿desde cuándo su amigo se había vuelto un pervertido?

-Creo que Leorio te pasó la perversión – Contestó Alegra apareciendo de repente.

Ambos se asustaron ante la repentina aparición de la pelinegra y la quedaron viendo; Alegra tenía un evidente sonrojo en sus mejillas y andaba unos borradores en las manos.

-¿Para qué andas eso? – Preguntó Killua.

-Cada mañana, el primer alumno en venir debe sacudirlos – Explicó ella.

La fémina se retiró de su lugar y caminó a una de las ventanas, para seguidamente sacudir ambos borradores; en eso, uno de los borradores resbaló de su mano, y por querer agarrarlo inclinó el cuerpo más hacia adelante, hasta que lo agarró; sin embargo, cuando se dio cuenta de que estaba con la mitad del cuerpo colgando de la ventana le dio miedo y comenzó a patalear, cosa que solo hizo que su cuerpo se inclinara más hacia el exterior.

-¡Ayúdenme chicos! – Les gritó a ambos ella.

Ambos se acercaron al ventanal justo cuando ella estaba a punto de salirse, y Killua la sujetó por las piernas, y Gon sujetó al albino por la cintura.

-¿Estás bien? – Preguntó Killua a la pelinegra.

Apenas bajó la vista para observar a la chica, ésta se sonrojó y comenzó a patalear de nuevo.

-¡No mires! – Gritó - ¡No me mires! ¡Deja de verme!

Debido al movimiento que Alegra hacía Killua comenzó a ser arrastrado hacia el exterior del edificio también, cosa que lo alarmó; se quedó pensando unos segundos muy cortos, hasta que habló.

-Gon, suéltame – Le dijo a su amigo.

-¿Qué? – Dijo Gon confundido.

-Suéltame, confía en mí.

Gon asintió y soltó al Zoldyck; debido a los movimientos que hacía Alegra, Killua y ella terminaron por caer por la ventana. Alegra gritó del miedo y cerró los ojos con fuerza; Killua aprovechó que Alegra no miraba, la abrazó y se dio vuelta para cubrirla con su cuerpo, y aterrizó en un árbol que estaba debajo de ellos; lo malo fue que calculó mal y cayó de espaldas en una de las gruesas ramas. Se quejó del dolor, pero cuando miró que Alegra estaba ilesa sonrió con alivio, se sentó bien en la rama y habló a la chica.

-Alegra, abre los ojos – Pidió él sacudiéndola.

La aludida abrió los ojos lentamente y preguntó nerviosa si estaba a salvo, a lo que Killua le contestó que sí; la de hebras oscuras se sentó a horcajadas sobre las piernas de Killua y dejó sus piernas colgando en el aire para seguidamente abrir los ojos por completo y observar su alrededor.

-Caímos en un árbol – Dijo Killua – No debes preocuparte, no estás herida.

-M-me protegiste – Susurró ella incrédula.

-C-cállate – Dijo él sonrojado – N-no lo digas.

Ella sonrió y se rió levemente con un sonrojo adornando sus mejillas, lo que hizo que Killua se sonrojara más y su corazón diera un vuelco.

-*¿Qué me pasa? ¿Por qué me siento tan nervioso con solo verla sonreír? * - Pensó el albino.

Aprovechando que ella estaba viendo a otro lado el de hebras claras tocó su pecho, sintiendo la velocidad a la que su corazón latía, podía escuchar sus latidos retumbar en sus oídos, su cara ardía como el infierno y sus manos temblaban. Ambos bajaron del árbol y quedaron viendo la ventana por la que estaba asomándose Gon; Alegra guardó los borradores en un estuche que tenía en su falda (de ambos borradores, ahí los guardaban después de terminar la escuela).

-¿Cómo subiremos? – Preguntó ella mirando la distancia – Es muy alto.

-Si uso mi nen y salto podré alcanzar la ventana sin problema alguno – Dijo Killua.

Acto seguido él se hizo detrás de la pelinegra y con sus rodillas empujó las de ella para después sujetarla de ahí y por la espalda, y como reacción ella se aferró a su cuello.

-¿Q-qué estás haciendo? – Preguntó ella completamente nerviosa.

-Para no gastar tiempo te llevaré así – Dijo el albino tratando de no tartamudear - ¡Gon, apártate!

El pelinegro asintió y se apartó de la ventana; el de ojos azules se agachó y acumuló el nen en sus pies, para seguidamente saltar y alcanzar la ventana sin dificultad, para después entrar al salón todavía con Alegra en sus brazos. La muchacha se bajó y fue a dejar las cosas que tenía en el estuche; Killua se sentó en su lugar y apenas recordó lo que había pasado allá volvió a sonrojarse y su corazón volvió a acelerarse.

-¿Killua? – Le llamó Gon - ¿Sucede algo?

-Oye, Gon... - El albino se quedó callado, no sabía cómo hablar acerca de eso – No, olvídalo, no es nada.

Gon asintió y se sentó en su pupitre; Killua sacó su celular, buscó en sus contactos un número en específico, escribió el mensaje y lo envió.

-Espero que me ayudes con esto – Susurró para sus adentros.

Los demás alumnos comenzaron a llegar y tomaron sus respectivos asientos, pocos minutos después sonó el timbre, dando inicio a las clases; Alegra se sentó de nuevo en su lugar y miró a Killua, para seguidamente sonreírle, haciendo que el corazón del ex asesino volviera a acelerarse.

-*Alegra, ¿Qué me estás haciendo? * - Se preguntó a sí mismo.