Bienvenidos a la realidad Hunter x Hunter.

Capitulo 14: Misión matricular a los Hunters parte II.

Todos voltearon y pudieron ver que, frente a ellos, estaba un señor de unos 45 años, de piel algo morena, ojos marrones y pelo negro; el hombre andaba vestido con un pantalón de vestir caqui, un cinturón y zapatos cafés, camisa blanca con mangas largas y una corbata negra; Katya sonrió al verlo y seguidamente se lanzó a abrazarlo.

-¡Tío Izumi! – Exclamó ella.

El mencionado dejó de abrazar a su sobrina y le besó la frente.

-¿Qué te trae por aquí cariño?

-Vengo a matricularla a ella – Dijo la menor – Alluka, ven aquí.

La Zoldyck menor se acercó a ella y miró al mayor con una expresión sonriente.

-¿Alluka? – Dijo mientras veía a su sobrina - ¿Cariño, vienen más?

-Hai – Contestó ella - ¡Chicos, chicas, vengan!

Los mencionados caminaron hacia donde estaba ella y saludaron al mayor con un apretón de manos.

-Katherina, ¿son ellos quienes creo que son?

-Así es tío, son ellos mismos, y en persona.

El mayor estaba paralizado, pues conocía a los personajes del anime ya que él lo había visto en su juventud al igual que sus hermanos y hermanas; miró incrédulo a todos los chicos y a la niña que estaba con Katherina, seguidamente recobró la vista hacia su sobrinita y le habló.

-¿Vienes a matricular a Alluka?

-Hai.

-¿Y qué hay de Kurapika, de Gon y de Killua? – Preguntó el hombre - ¿Y Leorio?

-Leorio está haciendo el examen de admisión en la universidad – Contestó ella – Y los chicos estudiarán con nosotras.

-Muy bien – Dijo él – Te ayudaré con las matriculas de todos, pues supongo que solamente ellos vienen.

-Así es, no hay nadie más.

Izumi los llevó hasta su despacho y acto seguido se sentó en su escritorio mientras buscaba unas cosas.

-Te ayudaré con la de Alluka primero que todo – Dijo – Mientras, me gustaría que fueran viendo los uniformes para que escojan los de la talla de la pequeña Zoldyck.

Ella asintió y pidió a todos que la acompañaran al cuarto que estaba al lado del despacho; se sorprendieron al ver la cantidad de uniformes que habían, había faldas, pantalones, camisas mangas largas y mangas cortas, suéteres de varios colores, sacos, etc.

-Em, Katya-chan – Llamó Gon - ¿Cómo es que tu tío nos conoce?

-Gon, ustedes son personajes de anime, el anime lo miró él cuando estaba más joven – Contestó la rusa mientras rebuscaba en los percheros – Los conoce a todos los personajes.

-Así que, ¿quién más nos conoce? – Preguntó Kurapika mientras buscaba entre los percheros.

-Mis padres, los padres de Alegra, mis tíos y tías, mis abuelos, los tíos y tías de Alegra – Dijo la rubia.

Todos se quedaron asombrados, ¿tan popular era su anime como para que lo vieran de generación en generación?; después de buscar y buscar entre todos los percheros pudieron encontrar ropa de la talla de Alluka; Katya le pidió que se la midiera para ver si esa era la medida correcta, a lo que la pelinegra menor asintió y se metió a los vestidores para seguidamente comenzar a probarse la ropa. Al cabo de unos 20 minutos la menor salió con toda la ropa en sus manos y expresando que todo le quedaba.

Regresaron al despacho del director apenas Alluka salió del vestidor y entonces encontraron al mayor hablando por teléfono; habló unos cuantos segundos más y después colgó, y seguidamente le dio un papel a Katya.

-Aquí está la hoja de matrícula de Alluka – Dijo él – Me las arreglé para que seas la tutora de ella.

-Está bien, arigatou – Contestó la chica agradecida.

-Hablé con mi amigo Ryû, el director de tu escuela – Habló el mayor – Te ayudará con las matrículas de Gon, Killua y Kurapika.

Izumi le explicó a Katherina un poco acerca de lo de Alluka y seguidamente les dijo que podían retirarse, que Alluka iría mañana a sus clases normales. Todos salieron del colegio y caminaron hacia la secundaria para poder matricular a los chicos. Fueron de una sola vez a dirección y ahí miraron al director.

-Muy buenos días Katherina, Alegra, Alaska – Saludó Ryû.

-Buenos días director – Contestaron ellas a una sola voz.

-Izumi ya me contó todo – Dijo él – Es sorprendente que los personajes de Hunter x Hunter estén aquí, ¿cómo llegaron a nuestro mundo?

-Cayeron del cielo – Dijo Alegra – Literalmente, pero no sabemos qué fue lo que causó eso.

-Entiendo – Musitó Ryû – Entren a escoger los uniformes, estoy terminando las hojas de matrícula.

Todos asintieron e hicieron lo mismo que cuando estaban matriculando a Alluka; una vez que los chicos tuvieron todos los uniformes respectivos entraron a los vestidores y comenzaron a cambiarse, en cambio de ellos, Alaska, Katya y Alluka estaban en dirección hablando con el director, mientras que Alegra estaba con los chicos para lo que necesitaran de los estantes y percheros. La americana no podía evitar las ganas de tomarle una foto a Killua, y obviamente las ganas le vencieron; se asomó con el celular con cuidado por el borde de la cortina y admiró por la cámara la hermosa vista que tenía; Killua tenía el pantalón desabrochado y con la cremallera abajo, dejando ver su bóxer azul, la camisa la tenía levantada (pues se la estaba quitando) dejando ver su abdomen; Alegra comenzó a sangrar por la nariz de tanta hermosura que veía, y apenas Killua se sacó la camisa por la parte del cuello, dejando ver su rostro, ella tomó la fotografía y sacó la mano de ahí antes de que él notara que lo estaba espiando.

Alegra no pudo contener su emoción, que salió corriendo como alma que lleva el diablo hasta llegar a la cancha del colegio; apenas llegó al lugar dio gracias que estuviera vacío para así poder hacer lo que tenía en mente...

-¡KKKKKKKKKKKKKKKYYYYYYYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Sí, apenas vio que no había nadie en el lugar voló el grito al cielo y comenzó a brincar sobre las puntas de sus pies debido a su emoción.

*Con los demás*.

Narra Katherina.

No me extrañé de ver a Alegra correr despavorida, pues ya tenía más o menos una idea de lo que fuera la causa.

-¡KKKKKKKKKKKKKKKYYYYYYYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Y sí, mis sospechas son correctas, le tomó una foto hot a Killua mientras él se probaba el uniforme; el director me quedó viendo raro cuando escuchó el grito ensordecedor de Alegra y yo le dije que era algo común en ella.