-¡No puedo creer que seas tú Taro-kun! – Dije contenta.
Taro Takahiro, un chico de 14 años, 1.69 de estatura, ojos rojos y cabello castaño; es un amigo de clases de karate, lo conocí en Estados Unidos, donde anteriormente vivía junto a mis padres y Alegra, Alaska también vivía ahí, y me sorprendo que todos termináramos en el mismo país, ciudad y colegio.
-También me alegro de verte Nika-chan – Me dijo sonriendo mientras me seguía abrazando – Te extrañé.
-Ejem, ejem – Interrumpió Alegra – Supongo que también nos extrañaste a nosotras, ¿verdad Taro?
Taro dejó de abrazarme y seguidamente abrazó a Alegra y a Alaska.
-También las extrañé, Ale-chan, Misa-chan – Dijo él llamándolas por sus apodos.
Bueno, aclaro, él tiene apodos para ambas, a Alaska la llama por su segundo nombre a la mitad (Misa) y le agrega el "chan", a Alegra le divide el nombre y le agrega el "chan" y a mí me dice Nika-chan, eso es por el diminutivo de mi segundo nombre, pues es un diminutivo ruso; bueno, mi padre es ruso y de ahí viene mi apellido "Plisetsky" y mi mamá escogió mis nombres "Katherina y Veronika", aunque no tengo la más remota idea de por qué esos dos nombres, pero no me quejo, me gustan.
-Nika-chan, ¿van a recorrer el colegio? – Me preguntó él.
-Hai, después iremos a almorzar.
Él nos llevó a recorrer la escuela, nos mostró la cancha, la piscina, la pista y demás cosas que casi no presté atención debido al hambre que cargaba; nos detuvimos por la parte trasera del colegio, extendimos una manta y nos sentamos a comer; las horas pasaron rápido y ya eran las 11; empacamos todo y Taro dijo que quería escuchar mi progreso en la música, a lo que nos llevó al salón de música, me cargó como un costal de papas y me sentó en el banco frente al piano.
-Toca algo para nosotros – Me dijo.
-No sé qué tocar – Dije pensando – No se me viene nada a la mente.
-Katya, la canción que tocaste en casa, cuando te dije que no me quería dormir, toca esa – Me dijo Alegra.
Al momento se me vino la canción a la mente, troné mis dedos y comencé a tocar la melodía... Ellos se hicieron cerca de mí, a un lado del piano y Alaska me hizo de señas que cantara, a lo que no me negué y comencé a vocalizar la canción.
-Yuube yume de miageta kotori to onaji iro... Nemuneru yoru ni hitori utau uta... Wataru kaze to issho ni, omoi wo nosete tobu yo...
Alaska y Taro se quedaron asombrados, mi habilidad con los instrumentos había mejorado al igual que mi voz, de modo que superé las expectativas que (de seguro) tenían de mí.
-S-su...su... - A Alaska no le salían las palabras - ¡SUGOI!
-¡ESO FUE ASOMBROSO NIKA-CHAN! – Exclamó mi amigo castaño.
-E-etto...arigatou – Dije apenada – Y eso...que solamente ha sido el piano.
-¿Has progresado con los demás instrumentos? – Preguntó mi amiga peliceleste sorprendida - ¿Con cuál más?
-Pues... - Comencé a pensar – Con ambas guitarras, el sintetizador guitarra, el bajo, la batería, el violín, obviamente el piano...
-Ya, ya, ya, ya, ya, ya, ya, suficiente información – Dijo Taro – Se me sobrecarga el cerebro.
-¿Es que tienes uno? – Dijo de manera burlesca Alaska – Eso es una novedad.
Taro se molestó ante el comentario de Alaska, pero después comenzaron a reírse, todavía recuerdo aquellos días en los que vivíamos en Estados Unidos y nos veíamos a diario. Oh, no les he dicho eso; bueno, mi padre es ruso y mi madre es americana, pero yo nací en Rusia y saqué todo de mi padre a excepción de la Heterocromía (la que saqué por mi madre); el padre de Alaska es argentino y la madre es japonesa; el padre de Alegra es colombiano y la madre es americana si mal no recuerdo; el padre de Taro es japonés y la madre es...creo que es alemana, o americana, pero creo que es americana también; y con respecto a ellos, Alaska y Alegra son americanas por nacimiento, Taro es japonés por nacimiento y yo soy rusa.
-...chan...Nika-chan...Nika-chan – Me llamó Taro - ¡Nika-chan!
-¡Ah! ¿Nani? ¿Nandayo? – Contesté al regresar a la realidad.
-Taro estaba diciendo que nos acompañará de regreso – Me dijo Alegra mirando su teléfono – Y ya es hora de irnos.
Narración General.
Todos tomaron sus cosas y fueron a los casilleros, se cambiaron los zapatos y salieron con rumbo al hotel en donde estaba Alaska para así traer sus cosas, pero por lo visto, Taro no sabía.
-Chicas, ¿aquí se están quedando? – Preguntó el japonés.
-Ie, venimos por mis cosas – Contestó Alaska – Síganme.
Ella los llevó a su habitación, empacaron todo y salieron con manos llenas (Alaska con un bolso de mano, Taro con una maleta, Alegra con otra maleta y Katherina con un bolso grande que llevaba cruzado). Salieron del hotel y caminaron con rumbo final al apartamento de Katherina y Alegra; entraron y dejaron sus cosas en la sala mientras subían con las maletas al cuarto y seguidamente comenzaron a ordenar todas las cosas de la peliceleste. Acto terminado el chico se retiró a su casa y las chicas salieron al balcón a recibir un poco del aire fresco que les ofrecía el día.
-Chicas, ¿por qué no vamos a comer algo? – Peguntó la rusa – El día está perfecto y no hay mucho sol.
-Bueno, por mí está bien, ¿qué dices Alegra-chan?
-Okey, me apunto también – Contestó la ojiverde – Pero primero cambiémonos el uniforme, ya está comenzando a molestarme el andarlo puesto...
-Y estar fuera de la escuela – Terminaron las otras dos la oración de la Cantillo.
Las tres chicas rieron ante esa acción y fueron al closet con la disposición de cambiar de atuendo para así poder salir; Alaska se vistió con un jean oscuro, una camisa atada al cuello de color celeste, sobre ésta una chamarra de color negro y el cabello en una coleta alta; Alegra se vistió con una falda plisada negra con bolsillos a los costados, una camisa con mangas largas de color morado y cuello redondo y una chamarra blanca, unas medias blancas altas y el cabello suelto; Katya se vistió con un leggin negro, un vestido azul claro amarrado al cuello y una chamarra azul oscuro y el cabello en una moña.
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Bienvenidos a la realidad Hunter x Hunter.
Fanfiction¿Qué pasaría si, por algún motivo, los personajes de Hunter x Hunter se teletransportaran a la realidad? Bueno, eso se sabrá cuando Alegra y Katherina, dos amigas, se den cuenta de que sus ídolos (y los demás personajes) aparezcan de repente en su m...