Adrián
Camino dentro de la biblioteca de la universidad, el sonido de mis tacos de fútbol fuertemente repiqueteando contra el piso de granito e intencionalmente haciendo mi presencia conocida. Maldición, me olvidé completamente sobre mis zapatos en mi necesidad de verla. Hay una razón por la que estas cosas están diseñadas específicamente para pasto. Espero que una encargada no venga corriendo a echarme por el rastro de tierra que probablemente estoy dejando detrás de mí.
Varias cabezas se voltean en mi dirección en sorpresa, pero ninguna de ellas pertenece a la persona en particular a quién estoy buscando. Supongo que no es todos los días que ves a un jugador de fútbol en uniforme caminar dentro de este lugar. Yo no he pisado aquí adentro desde mi primer año así que me toma un tiempo situarme.
Pero sé que ella está aquí. Después de nuestros primeros altercados en torno a su lugar preferido para estar durante nuestras horas de entrenamiento, finalmente se decidió por la biblioteca. No podría estar más feliz sabiendo que ella está a salvo aquí adentro y me pregunto cómo no se me ocurrió desde un principio.
"Oye, Adrián. ¿Buscas algo?"
Volteo para ver a una chica reclinándose contra un estante, girando su cabello alrededor sugestivamente con su dedo y sonriéndome seductoramente. Al menos, lo que probablemente cree es una sonrisa seductora. Es curioso como su oferta no tan indirecta me hubiese atraído antes, pero ahora no tengo ningún interés.
Sí. Una rubia guapa pequeñita. ¿La has visto?
"Estoy buscando La Metamorfosis. ¿Sabes dónde lo puedo encontrar?" le pregunto.
Su cara se transforma instantáneamente en una mirada de disgusto y se burla de mí. "Lo siento, no te puedo ayudar con eso."
"Sí, eso es lo que pensé," contesto y continúo caminando dentro de la biblioteca, con aún más determinación en encontrar la única cosa real y significante en mi vida.
Me dirijo hacia el área de estudio e inmediatamente sonrío una vez que la encuentro sentada en uno de los escritorios. He estado esperando todo el día para esto. Me he estado sintiendo mal toda la mañana con un dolor de cabeza y sólo con verla ya me siento mejor. La mesa en donde está sentada tiene otra gente dispersada alrededor pero por suerte el puesto directamente enfrente de ella está desocupado.
"Hola," la saludo sentándome en el asiento vacío.
Me mira con sorpresa, probablemente preguntándose qué estoy haciendo aquí al revisar su reloj. Pero también se ve escéptica y enojada, lo cual había estado temiendo todo el día.
"Lo siento," inmediatamente le digo.
Está por responder pero alguien sentado en la mesa me calla. Me volteo y noto que todos están ocupados estudiando y nadie más está hablando.
"Mira, sé que me alteré esta mañana," le digo en voz baja. "No fue mi intención."
Otra ronda de pedido de silencio viene de la mesa y volteo mis ojos. Dios, ¿por qué tienen que ser tan insistentes? Sólo quiero hablar con mi chica y pedirle disculpas.
Sofía reprime una risa y apunta a un letrero arriba de mi cabeza. Volteo para leerlo.
Zona de silencio.
Perfecto. Le preguntaría que salga conmigo un momento, pero tengo un sentimiento que se rehusará. Tampoco quiero interrumpir sus estudios más de lo que necesito. Sé que es importante para ella sacar buenas notas este semestre y no quiero que me vea como alguien quien pueda distraerla de eso. Con suerte puedo hacer esto rápido antes que me diga que me pierda. Alcanzo su pluma y su cuaderno, volteándolo hacia una página en blanco hasta atrás.
ESTÁS LEYENDO
Persiguiendo A Sofía
RomanceNo es fácil ser la única mujer en la familia Durant. Y menos cuando todos te ven como la bebé de la familia, a pesar de tener un mellizo quién es solamente dos minutos mayor que tú. Pero más difícil de todo es esconder un amor platónico por el mejor...