Sofía
"Vas a estar bien, Sofía. Recuerda lo que te dije."
Trago saliva y miro hacia Adrián al acercarnos a la entrada de mi casa. Estoy más que aterrorizada de confrontar a mis padres. Ahora he tenido cinco horas para contemplarlo y con cada hora que pasa sólo hace que lo tema más.
Fue un paso enorme confiar mi secreto en Adrián esta mañana, y ahora lo tengo que hacer todo de nuevo. Aunque sea la segunda vez, esta vez será mucho más difícil. Con Adrián salió de mí, pero con mis padres no estoy segura qué decir o cómo actuar. Sé que es lo correcto y si no salgo de esto ahora, probablemente jamás tendré el valor para hacerlo.
Asiento con la cabeza, dudosa al abrir la puerta. Sé que Adrián espera que yo lo haga cuando esté lista. El problema es que no sé si algún día estaré lista.
"Chiquita, si en cualquier momento es demasiado, me dices y nos vamos, ¿de acuerdo? Sin preguntas," Adrián me dice.
"¿Cómo te puedo decir sin que mis papás sepan?"
"Podemos inventarnos una palabra de código," él sugiere.
"Está bien." Trato de pensar sobre algo bueno y placentero. "¿Qué tal Osito?"
Él me sonríe. "Perfecto."
Enderezo mi espalda y pongo mis hombros hacia atrás al abrir la puerta. Dicen que si pareces segura te ayudará a sentirte segura. Realmente espero que tengan razón.
Caminamos a la sala donde mis papás están esperándonos. Los llamé en el camino para decirles que quería hablar, y también para asegurarme que el tío Franco no estuviera aquí, así que ya nos estaban esperando. Mientras que mi mamá se ve extremadamente preocupada, mi papá se ve sumamente enojado.
Noto que mira enojado a Adrián, antes de mirarme a mí. Odio que ya lo esté culpando sin saber.
"Vayamos a hablar en mi estudio," mi papá dice, levantándose.
Asiento con la cabeza y lo empezamos a seguir. Antes de entrar, él mira a Adrián y agrega, "Solos."
Inmediatamente me congelo y miro a Adrián. No había considerado hacer esto por mi cuenta. No creo que pueda. Instantáneamente me arrepiento y considero usar nuestra palabra de código.
Él me sonríe dándome confianza. "Está bien. Estaré aquí afuera por si me necesitas."
¿Cómo puede actuar con tanta calma cuando mi papá ha sido grosero con él? Antes de darme cuenta de lo que estoy haciendo, me inclino a él y envuelvo mis brazos alrededor de su cintura.
Él no reacciona al principio, pero luego dobla sus brazos alrededor de mí, frotando mi espalda. "Ve, chiquita. Va a estar bien," él susurra en mi oreja.
Él retrocede y mira dentro de mis ojos, acariciando mi mejilla con su pulgar antes de señalar hacia mis papás. Sin querer suelto mis brazos de su cintura y miro en su dirección. Los dos están sorprendidos. La expresión de mi papá es como si tratara de resolver un rompecabezas y la de mi mamá como si lo acabara de resolver.
Adrián me empuja hacia delante y siento la pérdida de su calor y confort cuando la puerta se cierra detrás de mí y enfrento a mis padres. Me están mirando en anticipación para que empiece a hablar, pero he perdido la voz. Me doy cuenta que no tengo el valor de decirles porque sé que la noticia los va destrozar. Si su reacción es aún mitad de la de Adrián, no creo poderlo soportar, y eso que sé que él se estaba conteniendo ya que estaba estoico el tiempo entero.
"Cariño, sabes que nos puedas decir lo que sea," mi mamá me dice.
Mi cabeza cae en mis manos, tratando de encontrar las palabras. Esto va a hacer más difícil para ella ya que el tío Franco es su hermano y sé que ella se culpará de ello.
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Persiguiendo A Sofía
RomansaNo es fácil ser la única mujer en la familia Durant. Y menos cuando todos te ven como la bebé de la familia, a pesar de tener un mellizo quién es solamente dos minutos mayor que tú. Pero más difícil de todo es esconder un amor platónico por el mejor...