Adrián
Me despierto temprano en la mañana, sintiéndome completamente descansado a pesar del fin de semana demente que acabamos de tener. Es lunes así que deberíamos ir a la universidad hoy, aunque es la última cosa en mi mente. La alarma de Sofía no ha sonado todavía y ella está durmiendo, viéndose hermosa como siempre. Ella acabó quedándose dormida en mi habitación anoche y no tuve el corazón para llevarla de regreso a la suya.
Sé que probablemente estoy abusando el código de conducta con sus padres, pero es extremadamente difícil no poder estar con ella y mis instintos protectores se han apoderado de mí. Lo que pasó anoche no es necesariamente algo que quisiera que pase estando bajo el mismo techo que sus papás, mas las circunstancias lo han llevado de esta manera.
La alarma de Sofía suena y rápidamente alcanzo hacia la mesa de noche para apagarla. Ella suspira sobre la almohada y frota sus ojos.
Me echa una ojeada con curiosidad. "¿Ya estabas despierto?"
"Sí," respondo, trazando mis dedos por su mejilla. Me encanta ver su cara adormilada en la mañana y creo que me encantará por mucho tiempo.
"¿Por qué no me despertaste?"
"Pensé que podrías usar el descanso extra," me encojo de hombros. La he estado ejercitando mucho últimamente y me sentiría mal excepto que éstas han sido las mejores experiencias de mi vida. Ya le he hecho el amor cuatro veces en menos de 48 horas así que realmente necesito controlarme.
Pero esa no es la única razón por la que no la desperté y dudo si deba ofrecer más información. "También tenía miedo de levantarte," termino admitiendo.
"¿Por qué?" ella pregunta con curiosidad.
"Por lo que pasó ayer. Pensé que sería mejor que me esperara a que te despertaras por tu cuenta o con la alarma."
Su expresión cambia y frunce el ceño. "Esa fue una excepción. No he tenido una pesadilla así en mucho tiempo, pero supongo que aparecen de vez en cuando."
"Pienso que yo lo provoqué o lo empeoré porque te estaba tocando," respondo, todavía sintiéndome mal por ello.
"Adrián, eso no fue tu culpa. Claramente recuerdo esa vez que me despertaste en el sofá y eso no pasó. En realidad se sintió muy bien esa vez. Tal vez ayer fue por estar en un lugar diferente."
Suspiro fuerte. "No lo sé. Tal vez sea mejor si me abstengo de hacerlo por ahora hasta que te acostumbres completamente a dormir juntos en la misma cama."
"Pero me encanta cuando me despiertas así," ella dice haciendo un puchero.
"Créeme, me encanta también. Sólo hay que darle tiempo, ¿de acuerdo?" digo envolviendo mis brazos alrededor de ella. No me gusta la idea tampoco, pero no podría soportarlo si ella tuviera otra pesadilla y yo fuera quién la provocara.
"Bueno. ¿Podemos ir a desayunar ahora? Me estoy muriendo de hambre," ella dice, cambiando el tema.
"¿Tienes hambre a esta hora? Nunca pensé ver el día."
"Es tu culpa. He estado quemando muchas calorías por ti."
Le sonrío, contento que su apetito está de vuelta en plena marcha y posiblemente aumentando. "Bueno, hay que ir a alimentarte entonces."
"Ahora vas a hacer que tenga sobrepeso," Sofía bromea mientras nos dirigimos hacia la cocina.
"Bueno, mi plan siempre fue hacerte bonita y rechoncha para que te pudiera comer después como la bruja malvada de Hansel y Gretel," le sigo la broma.
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Persiguiendo A Sofía
RomansaNo es fácil ser la única mujer en la familia Durant. Y menos cuando todos te ven como la bebé de la familia, a pesar de tener un mellizo quién es solamente dos minutos mayor que tú. Pero más difícil de todo es esconder un amor platónico por el mejor...