Llevarte a la cama

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*Lauren Jáuregui*

¿Quién carajos se creía Camila?, no era mi dueña.

-No te conozco-Dije sonriendo
-Sube, ahora mismo Lauren-Dijo sin siquiera voltear.

Estaba claro que no iba a subir, al menos que tuviera una buena razón, como ser la única en el mundo entero con la que me podía ir, o ser un incendio y mi vida dependiera de ella, pero ese no era el caso, y no dependía de ella.

Odiaba a aquella chica tan fastidiosa, e insistente, uno la mandaba al carajo, y seguía hay, ¿Quién diablos era?. No la conocía tanto, solo de cuerpo pero sin dudar no me interesaba conocerla en lo más mínimo.

-Lauren Jáuregui, sube ahora mismo, no me obligues a hacer algo que no quiero-Dijo Camila sonriendo como si nada pasara.
-Esta bien, subiré pero si no es algo bueno, te juro que me aviento a la mitad del camino –Dije desafiándola –Lucia, dile a mis padres que tuve que ir me, con una amiga, te veo en casa –Dije despidiéndome y subiendo a aquel carro.

Todo era tan bonito, sobre todo en Miami, el sol tan brillante y reluciente, un buen lugar que antes solía disfrutar con mi familia, ahora todos están ocupados, trabajando en diferentes ciudades, y empeñados en trabajar, era aburrido pasear sola, pero ya era una costumbre

-¿A dónde me llevas?...-Dije mientras miraba los edificios.

-Lauren... Vamos a un lugar, especial-Dijo Camila sonriente
-Da igual, no tengo otra opción –Dije con ironía 


Camila alejo una mano del volante, poniéndola justo en mi pierna, mientras me volteaba a ver de reojo, como diciendo "No haré nada que no quieras", ¿Qué sabe ella de lo que quiero?, exacto no sabe nada. Porque ni me conoce ¿Qué acaso es parte de un juego?, yace de seguro está loca.

-Llegamos, Lauren-Dijo aquella voz tan dulce

Al salir de mis pensamientos, pude notar que me trajo a, el hermoso Palazio, el mejor de todos, ¿Por qué me trajo aquí? De seguro quiero algo y no es dinero.

-Venga Camila, si querías acostarte conmigo otra vez, me lo vieras dicho –Dije con ironía.

Camila, al parecer no lo tomo de buena manera, bajo del auto, llegando a mi extremo, abriendo la puerta del auto, y tomándome de la mano para que bajara, así que decidí bajar por mi cuenta, cerró la puerta y me dirigió al vestíbulo, de aquel hotel tan carísimo, se alejo unos cuantos metros, mientras la señorita del vestíbulo, le entregaba unas llaves, Aguarden, ¿Le guiño un ojo?, pero que creidita ¿No?.

Camila se acerco a mí, tomándome por la cintura, mientras me llevaba hacia el ascensor, donde no pude evitar hacerle una pregunta.

-¿Quién eres?, es obvio que no solo eres maestra, ni enfermera ¿Qué eres Camila?-Dije mientras la miraba a los ojos, pero no obtenía una respuesta.-Si, no quieres hablar, por lo menos dime, ¿Qué hacemos aquí?.

Pero de nuevo no obtuve una respuesta, esta chica sí que era realmente extraña, por un momento me decía algo, y al otro ya no quería ni siquiera hablar. Al abrirse el ascensor, llegamos al punto más alto del Palazio, donde solo había un pasillo muy decorado, con una sola habitación al final del pasillo, al salir del ascensor. Caminaba detrás de Camila, mientras el silencio se hacía cada vez más grande, solo se podía escuchar nuestro caminar, retumbando fuerte contra el suelo.

-Llegamos, quítate los tacones antes de entrar...-Dijo Camila sin mirarme.

Al abrir la puerta, Camila entro quitándose la chaqueta, y aventando la llave a un mueble justo al lado izquierdo, había recuadros tan hermosos, todo era tan bonito, pero por lo visto a Camila le daba igual donde se hospedaba. Cuando estaba mirando un cuadro, Camila me volteo, hacia ella, haciendo que nuestra mirada se encontrara.

-Sabes lau, llevaba seis meses sin tener relaciones con nadie, hasta ayer –Dijo sonriendo
-¿Tu? No te creo-No podía ser cierto.
-Vamos no es tan raro, no soy alguien que aparenta tener relaciones con cualquiera, que se tope en la calle-Dijo acercándose a mí, cerca de mi odio susurro –Mucho menos en una azotea.-Dijo riendo.
-¿Entonces te sientes atraída por mi?-Dije sin esperar respuesta.
-Quiero acostarme contigo...-Dijo sonriendo

Aquella confesión me hizo sentir un pequeño escalofrió. Camila se puso un dedo sobre sus labios.

-Tienes unos ojos increíbles, Lauren – Estaba inclinada hacia mí, de una forma posesiva, tan cerca que podía sentir el roce de su cuerpo con el mío. Pero extrañamente desconectada de su cuerpo. Y no podía apartar los ojos de Camila.

-Deja de pensar Lauren, no pasara nada que no quieras, que tu. Cuerpo no desee –Dijo sonriendo. -No puedo...
-Entonces piensa en mi boca-Dijo ella, mirándome a los ojos.
-¿Tu boca?- Repetí. Mire automáticamente aquellos labios totalmente esculpidos.
-Si, mi boca
-Tienes una boca preciosa-¿Qué mierdas dije?
-A mí también me gusta la tuya-Dijo sonriendo

Su voz parecía tensarse. Quería alejarme, pero mis músculos no respondían, y no me moví, hasta que Camila inclino la cabeza para besarme. Sus labios firmes, la presión ligera. Pero el contacto duro unos segundos y Camila, se aparto para mirarme a los ojos. Todo parecía ocurrir en cámara lenta, los latidos de su corazón, el sonido de su respiración, mientras intentaba llevar aire a sus pulmones.

-Piensa en mis labios-Siguió Camila, pasándola lengua por su labio superior –Nada mas

Enamorada De Las Jauregui (Camren) (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora