Velocidad

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*Layla Jáuregui*

Por fin había llegado a mi casa, después de haber despertado de aquel supuesto "Coma", me eran confusas las razones de las cuales había ido a parar al hospital, lo único que recordaba era que había recibido un golpe fuerte en la cabeza, tal vez contusión. Después del incidente del hospital en donde mi supuesta "Hermana Gemela" había estado, al llegar vi los recuadros de mi, era tan increíble que tuviera tantas fotos, en algunas era niña buena y en otras estaba completamente de negro, sin duda yo misma eran el Ying & el Yang representado en solo algunas fotografías.

Había llegado a la mitad del pasillo cuando empecé a notar que los retratos incluían dos niñas idénticas, una dulce y hermosa y la otra totalmente lo contrario, ¿Es mi hermana?.

-Madre, ¿Ella quien es?.
-Eres tú y Lauren.
-¿Lauren?
-Tú hermana, la chica de esta mañana.

¿Hermana? Si tuviera una hermana sería imposible no acordarme, pero ¿Por qué no logro recordarla? Cuando intente acordarme en el hospital, el doctor dijo que no me esforzara tanto, pero siempre omití la parte de la silueta que aparecía en cada recuerdo. ¿Sería ella? ¿Dónde estaba ahora?. En ese mismo instante se escucho la puerta, y a mi padre discutir con una chica.

-Lauren.
-Mamá.
-¿Dónde estabas?.
-Me había quedado a dormir con una amiga, ¿Lucia no les dijo?.
-Si nos dijo, pero aun que sea nos vieras llamado. Estábamos tan preocupados por ti.
-Lauren, no te vuelvas a ir sin nuestro permiso, ¿Entiendes?
-Si, padre entiendo.

Me acerque a la puerta, para vez bien lo que pasaba, allí estaba nuevamente la chica de esta mañana, mi supuesta "Hermana" Lauren.

-Layla –grito mientras se acercaba para abrazarme.
-¿Lauren? –dije quedándome quieta

Lauren simplemente se acerco a mí, mientras reconocía el aroma que emanaba de su chaqueta. Era una fragancia completamente similar al recuerdo de una chica que vagamente lograba reconocer.

-Te extrañe. Monstruillo. –dijo Lauren susurrando en mi oído.

¿Monstruillo? Su abuela, tenemos la misma abuela, ahora que me acuerdo. Aquella chica se me hacia peculiarmente extraña que tenia uno que hacer para alejarse de tantos problemas.

-Salgamos un rato –dije mientras me dirigía a la puerta. –Má, Pá, ¿Puedo salir con Lauren?
-Si, hija. Salgan un rato.

Tome a mi "Hermana" de la mano, para así abrir la puerta, y salir por la misma, mientras Lauren tomaba las llaves perfectamente sujetas. Había perdido la memoria no el conocimiento de conducir. Así que seguido le arrebate las llaves de las manos, para agarrarlas y subir al convertible negro.

-Agárrate fuerte, Loren.

Encendí el motor de esa preciosura, seguido de reversa, estando en la calle meter marcha enfrente. Metiendo el acelerador lo más posible, esa preciosura tenía una marcha impresionante, y pensaba acelerar lo más que se pudiera.

-Vamos Layla, estas a paso de tortuga, recuerda cuando lo marchabas a 150 k/m esto no es nada para ti.
-¿Me estas retando?.
-Por supuesto.
-Tu reto es aceptado.

Forzandoaun más el acelerador, y si que corría esa preciosura. Corramos a este bebe amas de 450 k/m, a este paso ningún transito intentara alcanzarnos, sabiendo a quévelocidad vamos, es prácticamente imposible, este bebe tiene un motor de tantoscaballos de fuerza, que inclusive los policías quieren uno.

-Impresionante. Detente aquí, quiero un helado.

Baje la marcha, reduciendo la velocidad, estacionándome enfrente de unaheladería, y al lado de una tienda. Al parecer una boutique.

-Estaré en esta tienda. Me compras un helado de Natilla.
-Sí.

Baje del convertible, mientras me fijaba a los lados de la calle, por si pasabaun carro, al notar que nadie estaba, corrí lo más pronto posible al otroextremo de la calle, me acerque a la tienda, asegurándome que estuvieraabierta, una vez dentro, busque a mi alrededor, tal y mis sospechas era unatienda de ropa muy bonita y elegante.

-Buenas tardes señorita, ¿En qué le puedo ayudar?. Tenemos toda clase de ropa,para toda clase de gustos. Entendemos que la diversidad hoy en día es loimportante. –dijo mirando mi vestuario
Intente ignorar aquella chica tan fastidiosa, acercándome a ver entre la ropadel otro extremo de la tienda, entre tanta ropa, fui selectiva y elegí soloropa blanca, entrando a un probador, pero para mi sorpresa había una chicadentro, era medio alta, tés blanca, labios provocativos, cabello castaño.     

Enamorada De Las Jauregui (Camren) (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora