Papá

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Asentí mientras me levantaba volviendo a la habitación. Buscando entre los cajones de Camila, cuando siento unos brazos rozando mi cintura. Estaba totalmente húmeda, al igual que su cuerpo. Mientras me besaba alrededor del cuello.

-Te he dicho que tienes un trasero hermoso...-dijo Camila poniéndome frente a ella.

Camila unía nuestros labios dejando cada vez más, un pequeño espacio.

-Yo necesito....
-¿Qué necesitas Camz?.
-Te necesito... -Aquellas palabras hicieron que mi cuerpo se estremeciera.

La estreche contra mis brazos, mientras Camila se agarro de mi con fuerza, como si se fuera a caer en caso de que la soltara. Ella alzo la cara hacia la mía y la bese. Sin preguntas, sin preocuparme de lo que pasara. Camila me necesitaba, y dicho yo igual la necesitaba en aquel preciso instante.

Sus labios se abrieron cuando la alenté con la lengua. Saboreando su boca y supe una vez la dulzura de Camila. Sin duda una adicción. Nunca tenía bastante de ella. Las manos de Camila empezaron a recorrer mi cuerpo. Y entonces aparto su boca de la mía, dirigiéndose a mi cuello, depositando una mordida, en el vientre mientras me arrodillaba en la alfombra. Cada vez que ella me rozaba con la boca en la piel me estremecía. Me incline para rozar con mis manos los senos de Camila. Notaba como se endurecían. La sujete por los hombros y la tumbe delicadamente sobre la cama, antes de caer sobre ella para alimentarme de sus senos nuevamente. La succione con fuerza, con fiereza, mordiendo aquellos pezones duros.
Aquello era una locura. La locura absoluta. Pero no podía luchar contra ella. No quería.
Me levante y la ayude a incorporarse contra el armario. Camila se quedo quieta preparándose con los ojos semicerrados, y los labios húmedos por los besos, los pezones erectos, y palpitantes. Me arrodille besando su feminidad. Deslizando la lengua entre sus labios, saboreando la salada humedad que allí había. Y Camila gimió. Le separe los muslos y hundí mi rostro entre sus piernas, lamiéndola hasta dentro, volviéndome loca a cada lamido introduciendo cada vez más profunda la lengua. Pero no me parecía suficiente. Utilice los dientes y la boca, la escuche gritar y sentí sus manos acariciar mi cabello.
Y entonces me volví a poner de pie, deslizando los labios por el vientre y saboreando sus senos de camino antes de volver a besarla en la boca, manteniéndola apretada contra el armario con mi cuerpo, mientras mis manos intentaban que se volviera tan loca por mí como yo lo estaba por ella.

-Tómame, Lolo...- dijo echando la cabeza hacia atrás y apoyándose contra el armario, alzando la barbilla y ofreciéndome su cuello lujurioso. Ofreciéndome todo de ella-. Haz que quiera mas

La agarre por la parte de atrás de los muslos y la levante. Mientras hundía dos dedos dentro de ella. Camila gimió de placer y introduje con fuerza mis dedos en ella, entrando y saliendo una y otra vez. Sentía como el cuerpo de Camila respondía, sentía como se tensaba. Camila me rodeo la parte de atrás de la cabeza con las manos, guiándome hacia su cuello. Deslice mi boca por su cuello, mordiendo, para después sentir el orgasmo de Camila. Empuje los dedos con fuerza todavía más, hundiendo mucho más. Justo cuando Camila llego al clímax, todo su cuerpo vibro. Apretó mi cuerpo con sus piernas, haciendo que mis dedos se introdujeran completamente. Hecho la cabeza hacia atrás. Camila grito con fuerza antes de venirse. Me quede un poco dentro de ella, hasta que su cuerpo se relajo. Entonces ambas caímos al suelo como si fuéramos una misma.

*Si, dejar que tu cuerpo se deje llevar hasta agotar la poca cordura que a las dos nos queda, si esto es un delito, quiero que seas solo mi delito único, y pasional, Camila, déjame mostrarte el universo en una noche*

-Ha sido increíble –Camila tomo mi cara entre sus manos depositando en mis labios un pequeño beso-. Sabes muy bien lo que haces.

En ese instante se escucho el sonido del celular.

-¿Quién jodidos osa interrumpirnos? –dije de mala gana
-No sé.

Camila se había levantado dejándome admirar su cuerpo. Y su feminidad.

-Lauren, es tu celular... -dijo a lo lejos.

Tenía tantas personas en mente, sobre todo mis padres los cuales deberían estar preocupados por mí, Camila me afectaba en todos los sentidos posibles. Hacía que perdiera cada uno de mis sentidos, haciéndome perder en otro mundo totalmente subalterno.

-Lauren... ¿Dónde carajos estas?.
-Hola pá, ¿Cómo estás?.
-Lauren Michelle Jáuregui Morgado, ¿Dónde carajos estas?.
-Estoy con una amiga

A lo lejos notaba como Camila estaba a punto de estallar en risa.

-Hola, suegro –dijo soltando una carcajada
-Cállate
-¿Qué dijo? ¿Me llamo suegro? ¿Lauren?... –dijo enojado

Si que se escuchaba completamente enojado, y Camila no ayudaba en nada.

-Pá, tengo que colgar, llego mas tarde a casa...
-Regresa ahora mismo, Lauren no estoy jugando. ¿Escuchaste?
-Si, Adiós pá –dije colgando

Me levante lo más rápido que pude del suelo, para posar una mano en la cintura de Camila.

-¿Me llevas a casa? –dije dándole un beso

Enamorada De Las Jauregui (Camren) (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora