CAPITULO 1 Vidas.

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---Akihiko---


Los omegas solo existen para satisfacernos sexualmente, eso de los lazos y el amor para siempre solo son estupideces.

No creo en esos malditos cuentos de hada.

Los desprecio tanto.

Omegas solo son putas calientes que tiene que buscar a un Alfa para satisfacerlos.

Y los Betas como nuestros sirvientes y criados.

Solo para eso sirven.

De todos los "amantes" que he tenido.

Creo que el mejor es Takahashi Misaki.

Un hermoso omega castaño, de ojos color esmeralda, que muestra tanta ternura y amor en sus ojos hermosos.

Pobrecito.

Cayó rendido a mis pies.

Es lindo coger con él.

Es tan estrecho.

Me he acostumbrado a su cuerpo.

Aunque también tengo mis otros encuentros con uno que otro omega.

Prefiero a los omegas hombres, son más pasionales cuando están en sus celos.

Maldición.

Tan buenos...

Pero no marco a ninguno.

No me interesa hacerlo.

No quiero hacer esa unión.

Yo solo me follo a mis omegas y me voy.

No me exigen ni nada.

Aunque...

Misaki es como lo que dicen ¿mi pareja?

Realmente tiene un buen cuerpo.

Pero estoy muy bien así.

En este momento estoy en un café esperando a mi castaño.

Él trabajo como recepcionista en un hotel.

Seguramente ya le habrá abierto las piernas a su jefe.

Pues ese hotel es de mala reputación.

Aunque lo que me hace sentir bien.

Es que fui su primero...

Y lo disfrute como nunca.

-Ah...
-L-Lo siento mucho Usagi-san, se me hizo un poco tarde.
-Descuida Misaki, no pasa nada.
-G-Gracias.

Se sentó frente a mí y pidió un café.

-¿Qué tal tu día Usagi?

Tosí un poco y él mordió su labio.

-L-Lo siento, Usami-san.
-Muy bien, un poco atareada.
-Vaya.
-¿Y tú qué tal?

"¿A cuántos alfas le abriste tus piernas?"

-Todo tranquilo, aunque varios turistas llegaron.
-Interesante.

Realmente no me interesa nada más.

Solo quiero follarlo duramente.



---Yukina---

Maldita sea.

Es la tercera vez en la semana que pasa lo mismo.

Y aun la semana no termina.

Maldición.

No puedo entender como la mayoría de mi especie acosan de esa manera a los omegas.

¿Qué culpa tienen?

Ellos son seres humanos como cualquiera.

Se supone que debíamos proteger a los Omegas y cuidarlos.

¿Desde cuándo se olvidaron de esto?

No voy a permitir que lastimen a mi hermanito.

Ya ha sufrido muchos acosos.

Todo por ser un Omega.

No puedo creerlo.

Por un rechazo todos los omegas tienen que pagar su desprecio.

Ese maldito "gobernador".

Pero en mis manos queda que lo protegeré a él y a mi amado.

Estoy enamorado de un bailarín exótico.

Es un hermoso Omega de cabello negro y ojos tan hermosos.

Kisa Shouta, tiene 25 años, solo me gana por 2 años, aunque parece alguien muy joven y tierno.

Ese Omega para mi fortuna no está marcado.

Me alegro mucho.

Hablamos después de cada show.

Sin darme cuenta he ganado su confianza.

A él no le agradan los Alfas por todo lo que ha pasado.

Pero siempre me dice que soy la excepción.

Que a pesar de bailarles a los Alfas no siente nada.

Me encanta hacerlo sonrojar.

Que sonría.

Realmente me enamore de ese chico.

No he querido decirlo.

Tal vez se enoje.

Él ha tenido parejas Betas.

Tal vez no soy bueno para él.

Supongo que debo rendirme y seguir siendo su fiel amigo.

Solo eso...

-Ah, que fastidio.
-¿Yukina?
-Lo siento hermano, pensaba en otro cosa.
-¿En Kisa-san?
-¿Q-Qué? –lo mire sorprendido.

Mi hermano soltó una carcajada y me tomo del brazo.

-Nada.
-Hiro-chan...
-Es que lo mencionas dormido. –sonrió.
-¿Enserio?
-Sip.
-No me había dado cuenta.
-¿Irás a verlo hoy?
-No creo, tengo que ir a la galería.
-¿Te acompaño?
-Claro hermanito. –revolví su cabello.



---Nowaki---

Me dirigí a mi casa ya que quiero dormir un poco.

Me molesta despertarme temprano para ir a las juntas de "los altos mandos"

-Joven Kusama su padre lo espera en su oficina.
-Tss, que molesto.

La veta se dio la vuelta y le di una nalgada.

Sonrió de verla sonrojarse y salir corriendo.

-Jaja, jamás tendrá oportunidad conmigo.

Me estire y coloque mis manos en mi nuca y camine con pereza hasta la oficina

Abrí la puerta sin preguntar y una sirvienta estaba de rodillas frente a mi padre practicándole un oral.

-Padre por dios, ¿es enserio?
-Nowaki, ¿puedes irte por unos minutos?
-Tss, no sé para qué me hablas.

Salí de la oficina y me coloque mis audífonos.

No puedo entender como mi padre le hace eso a mi madre.

Se supone que la ama.

Pero...

No es como si mi madre fuera una santa.

Que molesto.

Miro las canciones en mi celular y coloco un poco de Mozart.

Me tranquiliza un poco.

Luego de una media hora salió la sirvienta acomodándose su ropa y me mira avergonzada.

-Largo. –bufé.

Sale corriendo y yo entró a la oficina.

-Por tu culpa casi se me bajan las ganas.
-Deberías de ir a otro lado a hacer estás cosas. –comente.
-Es mi casa y yo hago lo que quiero Nowaki que no se te olvide.
-Como sea.

Tome un cigarrillo y lo encendí.

-¿Para qué me quieres?
-Quería decirte que dentro de un par de meses habrá una fiesta y tenemos que ir.
-¿De qué trata?
-Es el cumpleaños de uno de nuestros amigos.
-Ya veo.
-Nowaki, quiero que te consigas a un Omega para esa fiesta, no me gusta que el desgraciado te ofrezca a sus hijas, son horrorosas.
-Lo sé. –sonreí.
-Así que consíguete a un Omega digna o digno, lo que prefieras de estar con nosotros.
-Lo intentaré.
-No lo intentes, -gruñó- HAZLO.
-Tsss pesado.
-Ahora vete, tengo algo que hacer.
-¿Coger con la ama de llaves?

Él me miro con odio y salí de la oficina.

Supongo que así será siempre.

Ahora debo enfocarme en encontrar a un Omega.

Hummm...

¿Qué me había dicho Akihiko?

Ah, ya recordé.

-No estaría mal conocer a esos chicos de los que habla, hay que probar un poco de todo...



---Shinobu---

Mi nombre es Takatsuki Shinobu, tengo 19 años y estoy estudiando mi último año en la Universidad, en la carrera de Derecho.

Es difícil poder mantener mi carrera y por eso trabajo como "Mucama".

Y lo malo que estoy solo.

Mis padres me botaron cuando supieron que era un Omega.

Me regalaron con la primera mujer que encontraron.

Cuando cumplí los 14 la señora, mi madre murió.

Y yo tuve que enfrentarme solo contra el mundo.

Varias veces me ofrecieron vender mi cuerpo.

O ser un Omega-mascota.

Pero no...

Yo no podía ser así.

Pero...

Afortunadamente para mí.

He seguido adelante.

Me enfoco en mi trabajo, mis estudios y mis amigos.

Tengo que seguir adelante.

Llegue de nuevo a la casa de un hombre muy recto, casi no cruzábamos palabras.

Aunque últimamente me saluda y me invita a comer.

Pero yo lo rechazo.

Sé que nada es gratis.

Y lo supe a la mala.

Cuando iba a tocar lo vi abrir la puerta y sonrió.

-Buenas tardes Shinobu-chin.
-B-Buenas tardes señor Mi...
-Solo dime Miyagi. –me interrumpió.

Solo me limite a asentir.

Él me dejo entrar y comencé mis actividades.

Sentí como si me miraran.

Pero decidí no ponerle atención.

Mi celular comenzó a sonar y respondí.

-Shinobu.
-Hola Misaki, ¿Cómo estás?
-Bien, te quería invitar a una salida con mi novio y sus amigos.

En cuanto pronuncio la palabra novio fruncí el ceño.

-Yo no iré.
-Shinobu.
-Misaki, no entiendo porque sigues con él, ese tipo solo...
-Lo amo.
-Ah, -suspire- iré.
-Gracias.

Colgué y guarde mi celular.

No entiendo que le ve a ese hombre, solo juega con él.

No lo ha marcado.

Solo quiero cogerlo.

Maldición.

-¿Shinobu-chin?

Me asuste y tire un jarrón de ver a Miyagi detrás de mí.

-L-Lo siento. –comente y me hinque para recoger los pedazos de jarrón.
-No lo hagas.
-Auch. –me queje al cortarme.

Miyagi me miro preocupado y tomo mi mano.

-Es una pequeña cortada.
-E-Eso...
-Déjame ayudarte.
-¿Huh?

Llevo mi dedo a su boca y lamió mi herida.


---Hiroki---


Al llegar a casa comencé a realizar la comida.

En verdad mi hermano es un exagerado.

Pero es lo que me toca.

Soy un maldito Omega.

Un infeliz.

Jamás encontraré a esa pareja.

Maldita sea.

Odio ser esto.

Hubiera preferido nacer como Beta.

Tal vez lo hubiera soportado más.

Yo no soy...

No quiero serlo.

Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora