Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) Omegaverse

CAPITULO 20 Protección.

---Yokozawa---

Creo que fui un imprudente.

Maldición.

No debí haber hecho ese comentario.

Soy un idiota.

No pude alcanzar a Ishi.

Ni siquiera contesta mis llamadas.

Maldición.

Me tape la cara con mis manos.

Soy tan estúpido.

Un insensible.

-Que agradable aroma. –susurro un Alfa.
-Parece un Omega afligido.
-Tal vez necesite un poco de amor.

Siento un poco de miedo, maldita sea.

-YO QUE USTEDES LO DEJABA EN PAZ. –rugió un Alfa utilizando su voz- NO SE LE ACERQUEN.

Esa voz...

No es posible.

Subí mi mirada y me encontré con la de él...

-K-Kirishima. –murmure.
-Takafumi.

Mi Alfa destinado, que prefirió a una mujer, pero eso quedo en el pasado.

-¿Estás bien? –se preocupó.
-Sí, gracias.
-¿Quién es él papá? –pregunta una linda niña.

Esa niña es idéntica a Zen.

Vaya, seguramente son una gran familia.

-Hiyo, él es Yokozawa Takafumi, -me miro- Takafumi ella es Kirishima Hiyori mi hija.

La niña sonríe ampliamente.

-¿Enserio papá?
-Sí.

La niña me abrazo con fuerza.

-Me alegra conocerte, eres tan cálido como te describió.
-¿Huh?

Zen me miraba como antes.

Esas miradas cuando nos empezábamos a juntar.

Esa sonrisa tan cálida.

No lo entiendo, ¿Por qué lo hace?

La niña se apartó de mi lado.

-Papá, deberíamos de invitarlo a comer.
-Tienes razón Hiyo, Takafumi nos honrarías con tu presencia.

Que hipócrita.


Acaso... ¿Olvido a su esposa?

-Yo no puedo.
-Pero... -murmuro Hiyo.
-Osito prometo que...
-¡¡¡TAKAFUMI!!!
-Yasuda. –solloce.

Sin esperar más corrí hasta los brazos de mi prometido, su aroma es tan relajante, me hace tener una sensación de tranquilidad, lo necesito tanto.

---Kisa---

¿Cómo escapar de esto?

No quiero irme con Ichimura.

No puedo.

Yo...

¿Qué hago?

-Es hora de irnos.
-A-Aun no junto el dinero.
-Lo siento amor, el plazo se venció.
-N-No.
-Eres solo mío.
-Y-Yo.
-él me tomo del brazo y me jalo hacía él.
-No tienes ni una marca, menos mal.
-Por favor.
-Mi amor, solo quiero tenerte a mi lado.
-...
-Shouta, es hora de regresar, además, ¿no quieres ver a tu familia?

¿Puedo ver a mi familia?

Pero...

Ellos me abandonaron.

No quiero verlos.

-No. –lo mire.
-¿Shouta?
-No voy a dejar que un maldito Alfa me trate como quiere.
-...
-ES MI VIDA Y YO VOY A HACER LO QUE QUIERA CON ELLA.
-Soy tu alfa.
-NO ERES NADA.

Varios de mis compañeros se acercaron.

-Esto no se quedará así.

Ichimura salió molesto del lugar.

Respire profundamente y uno de mis amigos me abrazo.

Solo espero no volver a encontrarlo.

Maldita sea.

-No es que me quiera meter en tus asuntos. –comento una chica- Pero realmente necesitas a un Alfa a tu lado.
-...
-¿Dónde está ese Alfa castaño?
-No lo sé. –murmure.

No quiero hablar más de él.

Necesito verlo, pero...

Lo herí.

-Yo creo que se vería mejor con el peliplata que lo viene a ver.

¿Peliplata?

Recordé a ese hombre que me beso.

Usami Akihiko.

No...

Yo...

¿Qué voy a hacer?

Yukina...

Lo siento tanto.

---Shinobu---

La ambulancia llegó varios minutos después.

Yo no podía despegarme de Kent.

No quiero.

Él me protegió.

Por mi culpa...

No quiero perderlo.

No me lo perdonaría.

-Kent despierta. –murmure.

Tome su mano en todo el camino.

Lo necesito.

-No me dejes.
-N-No lo haré. –jadeo.
-Kent.
-No llores mi niño.
-No te esfuerces. –murmure.

Llegamos al hospital y lo llevaron a una habitación.

Me quede sentado en la sala de espera.

No me importa nada.

Solo saber que Kent está bien.

Hay muchas personas que se me quedan mirando.

No quiero perderlo.

Es el único que me queda.

No tengo a nadie más.

Después de unos minutos interminables el doctor me comento que solo necesitaba descanso, que mañana lo darían de alta, y para mi fortuna me podía quedar con él.

Entre a su habitación y me senté en la silla que estaba a lado de su cama.

Él estaba despierto y sonrió cuando me miro.

-Shinobu, quiero que me cuentes lo que paso.

Yo simplemente negué con la cabeza.

-Déjame protegerte, ayudarte.
-K-Kent.

Beso mi mano y comencé a llorar.

Le comenté todo lo que viví con Miyagi, que él pensaba en acabar con el lazo, con nuestra unión, que no quiero volver.

Kent hizo que su aroma fuera más tranquilo.

Se hizo a un lado en la cama y me pidió que me recostara a su lado

Sin dudarlo lo hice.

Él me acurruco en su pecho y yo lo abrace.

-Kent.
-No te voy a dejar, te protegeré desde este momento.

Siento como sus dedos acarician la marca en mi cuello.

Cierto

Tal vez por eso todos me miraban

Huelo a otro Alfa y estoy a su lado.

Él me abraza con posesión dejando su aroma impregnado en mí.

-¿Tú quieres romper el lazo Shin...
-SÍ. –respondí antes de que acabara su pregunta- No quiero saber nada de ese Alfa, lo odio, lo desprecio y en este momento lo niego, niego su existencia.

Él me mira con ternura y besa mi frente.

-Te ayudaré, no permitiré que te vuelvan a hacer daño porque, -me miro fijamente a los ojos tomando mi mentón- eres muy especial para mí.
-Y tú para mi Kent.