CAPITULO 34 Pidiéndole al tiempo que vuelva.

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---Yukina---

Me encanta ver a mi amado sonreír.

Son las sonrisas que más amo.

Mi lindo Kisa-san.

Lo amo tanto.

Me alegro que me aceptará.

Que correspondiera a mis sentimientos.

Soy el más feliz en la vida.

Le agradezco tanto.

Pensé que tendría que...

Aceptar el hecho que no me ama.

Que debía dejarlo ir.

Dejar de insistir.

Pero...

Él me ama.

Solo...

Tenía miedo.

Debía mostrarle fortaleza.

Mostrarle amor.

Que en verdad es mi todo.

El miedo lo invadía.

Y no lo juzgo.

Pero...

Le daré fuerza.

Le daré mi amor.

Mi confianza.

Se sentó a mi lado y comenzamos a charlar.

Parece que mi Kisa-san y Ritsu son como hermanos.

O al menos así hablan ellos.

Se estiman mucho.

Es una relación muy hermosa.

Que si no fuera porque es una amistad...

Creo que Takano y yo estaríamos celando a nuestras parejas.

-Rit-chan.
-¿Qué ocurre Kisa-chan?
-Mañana se cumple otro año.
-Es verdad. –murmure.
-¿De qué? –pregunte.
-Pues... -susurro Ritsu.
-De la muerte de un compañero Beta, siempre nos cuidó y nos Protegió de los Alfas, cuando trabajábamos en el club. –murmuro mi amado.
-¿Lo apreciaban mucho? –pregunto Takano.
-Demasiado amor, -sonrió a medias Ritsu- él era como un padre para nosotros.
-Entonces no se diga más, -los mire- iremos mañana a dejarle unas flores y le pediré tu mano Kisa-san.
-¿Eh? –se sonrojo mi amado.
-Me has ganado las palabras Yukina, -sonrió Takano- también le pediré su bendición para estar con mi amado Ritsu.

Tanto Kisa como Ritsu estaban tan rojos.

Abracé a mi amado y bese su frente.

-Yukina, gracias por todo, -me miro sonrojado- t-te amo.







---Kent---

Shinobu se ve más relajado.

Parece que el cambio de ambiente le ha beneficiado.

Incluso...

Se ve más hermoso.

Él embarazo le ha hecho tan bien.

Se ve más dulce.

Más tierno.

Realmente estoy enamorado de este chico.

Aunque...

No quiero avanzar tan rápido.

Es muy reciente lo que ocurrió.

No puedo entenderlo.

¿Cómo su pareja pudo dudar de él?

¿Cómo se atrevió a tratarlo de esa manera?

Realmente...

Es tan estúpido.

Yo vine con la intención de encontrarlo.

Y en cierto punto...

Conquistarlo.

Porque lo acepto...

Desde el primer momento en que lo vi hace años.

Me enamore profundamente de él.

No del hecho que fuera un Omega.

Sino de su gentileza.

Su esfuerzo.

Su humildad.

Su dedicación.

Y no me confesé por tonto.

Sentí miedo.

Ya que él no le interesaban los Alfas.

Debí ser más decidido.

Acaricie su cabello.

Estábamos viendo películas pero se quedó dormido recostado en mi regazo.

Mi tierno Shinobu.

Desearía poder regresar el tiempo atrás.

Tal vez no a la época de nuestra adolescencia.

Sino en el momento en que tome el avión.

Fue mi causa la que desato todo el problema.

Deberías odiarme.

Yo fui el culpable.

Lo siento tanto.

No hubiera venido.

Siento como mis lágrimas caen.

Es la primera vez que lloro...

Por dolor, por impotencia.

Él abrió sus ojos y me miro.

-¿K-Kent?
-No es nada, vuelve a dormir.

Él asiente y beso su frente.

-Voy a hacer hasta lo imposible para hacerte feliz.
-G-Gracias. –murmuro.






---Yokozawa---

Siento una punzada en mi pecho.

¿Escaparse de casa?

¿Cómo es que...?

Es solo una niña de 10 años.

¿Por qué lo haría?

Ese Zen es un desobligado.

-Corazón.
-Osito –me abrazo.

Tome un pañuelo y limpié su cara.

Escuche un gruñido proveniente de su estómago.

-¿Tienes hambre?
-Y-Yo no...
-Ven, te llevaré a comer algo

Sus lágrimas comenzaron a caer y la abrace.

-No llores preciosa, todo estará bien.

Ella asintió y acaricie su cabello.

-Amor, ya está todo listo y...

Él miro sorprendido a Hiyo.

-Yasuda, -lo mire- etto, podemos ir a una cafetería, hay dos pequeños que mueren de hambre.

Acaricie el cabello de Hiyo y frote mi vientre con la otra mano.

Él sonrió con dulzura y asintió.

Tome la mano de Hiyo y Yasuda hizo lo mismo.

Por un momento pensé que ella se apartaría.

Pero no, le sonrió de forma dulce a Yasuda.

¿Qué habrá pasado?

Al llegar a la cafetería, pedí una rebanada de pastel, con un helado flotante.

Ella pidió una hamburguesa con una malteada.

Mientras que mí amado solo pidió un café.

-Pequeña, ¿Qué ocurrió? –pregunto Yasuda.
-Sabes que puedes confiar en nosotros. –sonreí.

Sus ojos se le llenaron de lágrimas y saltó a nuestros brazos.

-M-Me hubiera gustado tenerlos como mis papás. –sollozo.

Mire a Yasuda y pude ver sus ojos llenarse de odio.

Sé lo que piensa y siente.

Un gran desprecio hacia Zen.

Y aun no nos ha contado nada.

-E-Es que papá...
-...
-Q-Que separarlos, quería que yo le ayudará, pero... no quise y...
-Hiyo...
-Me pego, dijo que e-era una malcriada y e-estaba a-arrepentido de ser mi padre, q-que ojala me hubiera muerto. –sollozo.

Siento un dolor tan agudo.

La acurruque en mi pecho y sostuve del brazo a Yasuda.

-N-Ni mamá, ni papá me quieren, -lloro- e-estoy sola.

Bese su frente y deje salir mis feromonas para calmarla.

-¡Yo lo mato! –gruñó mi pareja.
-Calma Yasuda, quédate, -lo mire- te necesitamos.

Él respiro profundamente y también dejo salir sus feromonas ya que muchos Alfas nos miraban y también deseaba calmar a la pequeña.

-Lo m-mejo es que yo no existiera, p-por mi culpa mis papás... -no la deje terminar porque la abrace a mi pecho y bese su frente con amor.



Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora