Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) Omegaverse

CAPITULO 76 Sellando nuestro destino ¡¡¡¡FINAL!!!!

3 años después

---Chiaki, Akemi y Ukyo---

El lindo trío a cada momento demostraba su profundo y lindo amor, ahora que la familia había crecido más

Ukyo era el más feliz de la vida, ya que sus Omegas siempre le demostraban su amor y él se esforzaba para hacerlos felices

Ese hermoso trío tenían tres hijos

Dos de Chiaki y uno de Akemi aunque este último estaba embarazado de nuevo

Primero estaba Sayumi una niña de ahora 5 años y medio, hija de Chiaki

Luego estaba Kotaro un niño de 3 años hijo de Akemi

Satoru hijo de Chiaki de 1 año

Y Yumi que crecía en el interior de Akemi, apenas había cumplido el sexto mes de embarazo

Ukyo seguía trabajando en una gran empresa, siendo la mano derecha del jefe, siendo una persona de su entera confianza

Ganándose siempre a todos los trabajadores, dando lo mejor de él para sus Omegas, él se esfuerza día con día

Tiene tantos privilegios que le permiten disfrutar de su hermosa familia, una muy grande que simplemente lo tiene envuelto en tanta felicidad

Sus Omegas se esforzaban por mimarlo tanto

Cada vez que llegaba del trabajo se turnaban para tallar su espalda o preparar la comida, aunque entre los dos cuidaban de sus hijos

Porque todos los pequeños eran de los tres

No había ningún distinción, se esforzaban por darles tanto amor

Chiaki seguía con sus pinturas sin dejar de lado la galería que tenía con su amigo mientras que Akemi decidió seguir su sueño

Ser un diseñador de modas, y gracias a su Alfa y a Chiaki lo había conseguido en tan poco tiempo, siendo uno de los más solicitados

Su felicidad se notaba a la distancia, siempre sonriendo, siempre juntos

Los domingos por las tardes salían a pasear al parque junto con sus hijos, les gustaba verlos jugar y divertirse

No les importaban lo que los demás dijeran de su relación

Ellos eran felices juntos y eso era lo más importante

Ukyo miraba a sus omegas reír y charlar entre ellos

Algo bueno habrá hecho bien en sus vidas pasadas para obtener el amor de esos omegas

Para merecer tanto, pero lo importante era esforzarse día con día para que esa sonrisa jamás desapareciera

Eso era lo importante

Camino hacía sus omegas y los tomó de la cintura siendo recibido con un par de besos en las mejillas

-Entonces, ¿nos vamos? –sonrió ampliamente

-Sí, -rio Akemi- todo está listo

-Los niños ya están en el auto, solo faltabas tú

-Entonces vayamos para que conozcan nuestro nuevo nido de amor

Los omegas se turnaron para besarlo y luego subieron al auto para dirigirse a su nuevo hogar