CAPITULO 36 Resentimiento.

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---Yukina---

Maldito infeliz

Lo mataré.

NADIE LASTIMA A MI HERMANITO.

NADIE LE HACE DAÑO.

Se lo advertí.

SE LO DIJE.


Maldito infeliz.

Esto no se va a quedar así.

Tengo tanto coraje.

Maldito.

Ren acompaño a mi hermano a su habitación.

-Yukina. –murmuro Tsumori.
-Gracias por venir a decirnos lo ocurrido.
-...
-Pero ahora me gustaría que me dijeras dónde vive ese idiota.
-Eso...
-Por favor, -lo mire- ¡Dímelo!
-Te lo diré vale, pero no cometas una locura, tu hermano te necesita.
-...
-¿Sí?
-No aseguro nada.
-Entonces no te la daré por ahora.
-¿Ah?
-Tú prioridad es Hiroki.

Respire profundo.

-Tienes razón, gracias. –susurre.

Maldición.

Me deje cegar por la ira, por el odio.

Debo de calmarme.

Mi hermano me necesita.

Subí las escaleras y abrí la puerta de mi hermano.

Suspire al verlos dormidos en la cama.

Si fuera un día cualquiera...

Sacaría a ese Ren de la casa.

Pero veo que sus feromonas lo tranquilizan.

Hiroki...

Jure protegerte.

Cuidarte de todo aquel que te quisiera hacer daño.

Pero...

He fallado.

Lo siento tanto hermanito, pero no sé quedará así.

Haré lo que sea...

Para que ese lazo se rompa.

No mereces sufrir por un canalla.

Me aleje de la puerta y me aventé a mi cama.

Malditos Alfas insensibles.

A veces me pregunto.

¿Qué mierda tiene mi especie en la cabeza?

Son de lo peor.








---Shinobu---

Este cambio de lugar en verdad me agrada.

Todo está muy tranquilo.

Me siento más relajado.

Este lugar me asienta bien.

No solo a mí.

Sino al bebé que espero.

Tal vez cuando nazca y cumpla seis meses regrese a Japón para presentarle a su papá.

A pesar de todo.

No soy tan ruin para no dejar que se conozcan.

Es mi bebé.

Abrí los ojos cuando percibí un delicioso aroma.

-Shinobu, me alegro que despertaras.
-Kent.
-EL desayuno está listo.

No me di cuenta que me quede dormido en la sala, hasta que vi los sillones juntos y unas mantas.

-Estabas muy cansado y no quería despertarte.
-G-Gracias. –susurre- ¿Dormiste aquí conmigo?
-Sí.

Siento mis mejillas sonrojarse.

-Ven, el desayuno está delicioso.

Me levante y camine hacía la cocina.

Todo se ve delicioso.

Incluso siento como mi bebé comienza a moverse.

-Gracias Kent
-No tienes nada que agradecer Shinobu.

Comenzamos a comer mientras me hablaba de retomar los negocios de sus abuelos.

Le dije que yo podía trabajar en la florería de la esquina.

Al principio no le agrado la idea pero...

Después de tanto insistirle.

Termino aceptando.

Así que me acompañó hasta la florería y la pareja de ancianos muy amables me aceptaron aún sabiendo que estoy embarazado.

Incluso nos apoyan.

Dicen que hacemos linda pareja.

Me hacen sentirme en familia.

En lo que Kent iba a las oficinas me quede con la pareja.

Me enseñaría el lugar y a hacer algunos arreglos.

El calor familiar.

Me agrada tanto.

-Tu Alfa te adora. –comento la señora.
-¿Eh?
-Se nota el profundo amor que siente por ti.


Desvié mi mirada.

-Son muy jóvenes pero sé ve que serán grandes padres.
-S-Sí. –susurre.

La señora siguió enseñándome a realizar los arreglos y su esposo llego.

Me regalos algunas cosas que tenían guardadas.

Que les habían comprado a sus nietos pero, sus hijos jamás dejaron que los conocieran, solo porque son humildes.

Yo lo abrace fuertemente y les agradecí por los regalos.

-Quiero que sean los abuelitos de mi bebé. –susurre y ambos me abrazaron mientras lloraban, a pesar de que apenas los conozco, estoy encariñado con ellos.







---Chiaki---

Soy feliz.

Tanto...

Voy a tener un bebé

Un hijo de Ukyo.

Me siento tan dichoso.

Ukyo no deja de besarme.

De acariciar mi vientre.

Me encanta cuando se pone a mimarme.

Hace que mi Omega interno empiece a ronronear de lo cómodo.

Fuimos a comer algunas crepas.

Desde que lo comento...

Se me hizo agua a la boca.

Así que me compro dos y un helado de fresa.

Nos sentamos en una banca a comer.

Me siento avergonzado...

Él me mira fijamente y trato de mirar a otro lado.

-Te vez hermoso. –sonrió.
-U-Ukyo.
-¿Quieres más?
-¿Eh?
-Sí quieres puedo darte mis crepas.
-T-Tú quieres ponerme como pelota. –susurre
-Solo quiero que te alimentes bien amor.
-B-Baka.

Él me tomo del mentón y me beso.

-He sacado cita con el doctor mañana a medio día, para que nos dé más instrucciones sobre el embarazo.
-Hai.

Él acaricio mi mano y sonrió.

-Realmente estoy tan enamorado de ti.
-U-Ukyo.

Al final del día termine comiéndome una de sus crepas.

-¿Quieres otra cosa?
-No, en verdad quede satisfecho.
-¿Seguro?
-Ukyo, apenas debo tener como un mes, y según lo que leí, los antojos aparecen del tercer al cuarto mes.
-Lo siento amor, solo quiero consentirte. –murmuro.

Me le aventé a sus brazos y lo besé.

-Me encanta como me consientes.
-¿Enserio?
-Sí.

Me senté en sus piernas y lo bese.

-Chiaki. –dijo con voz ronca- No me provoques.

Bese su cuello y lo mire.

Sus ojos parecían los de un depredador.

-¿Ukyo... tú?

Él me beso apasionadamente y abrace su cuello.

-Vamos a casa. –susurro seductoramente.
-Ahh, -gemí al sentir como me acariciaba- s-sí.
-Te amo Chiaki, tanto, eres mi todo.


Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora