Ninguna Eternidad Como la Mía (Nowaki x Hiroki) Omegaverse

CAPITULO 25 ¿Lo correcto?

---Kisa---

¿He llegado tarde?

Ese omega...


¿Es su pareja?

Yo...

En verdad ¿llegue tarde?

Soy un estúpido.

Al salir de la galería volví al club y me encerré en mi vestuario.

Me permití llorar.

Después de tanto...

Solté todo el dolor.

Fue mi culpa.

Mi Alfa me desprecia.

Ya no siente nada por mí.

Que idiota.

Maldición.

Yukina...

Lo siento tanto amor.

No fue tu culpa.

Te hice a un lado.

Te rechace de varias formas.

Te ofendí una y otra vez.

Y tú...

Y tú...

Siempre volvías.

Siempre me sonreías.

Y yo...

Solo te alejaba.

No soy tan bueno.

Ya no quiero serlo.

Quiero luchar.

No puedo dejarlo ir.

Es mi Alfa.

Y lo amo.

No me voy a rendir.

Le demostraré que yo puedo ser lo mejor para él.

Me limpié las lágrimas y respiré profundamente.

No puedo quedarme así.

Amo a Yukina.

Y sé que él también lo hace en el fondo.

Me esforzaré.

Por volverlo a enamorar.

Siento mucho por ese Omega pero...

Yo amo a Yukina.

Es mi vida entera.

Y no puedo dejarlo ir.

-Solo espera Yukina, te mostraré lo arrepentido que estoy.

Termine de arreglar mis cosas y suspire.

Te amo...

---Yokozawa---

Baka Yasuda.

Cómo se le ocurre decirme tsundere.

Y luego decirme que me vería como una linda pelotita.

Tonto.

Pero me alegro que esté pasando su celo solo.

Eso le pasa por llevado.

Le dije que me quedaría en el departamento que tenía.

Aunque me manoseo un poco antes de irme.

Y se quedó con mi bufanda.

No quiero saber lo que va a hacer.

Es un pervertido.

Me recosté en la cama y suspire.

Aunque para ser sincero...

Me hubiera gustado estar en sus brazos.

Sentirlo y...

Maldición.

¿Qué estoy pensando?

Ese baka me ha hecho un pervertido.

Realmente...

Es lamentable.

Pero si no cumplo con el castigo.

Ya no me creerá.

Es un baka.

Decidí ir a comer afuera.

Ahora debo comer por dos.

Acaricie mi vientre.

Quiero saber que es.

¿Niño? ¿Niña? ¿Alfa, Beta, Omega?

Lo que sea está bien.

Me senté en una mesa y ordene un poco de ramen.

-¿Onii-chan?

Esa voz...

Voltee atrás y vi a la castaña con una sonrisa muy tierna.

-¿Hiyori? –pregunte.

Me levante y ella corrió hacia mí y me abrazo.

-Te extrañe. –susurro.

No entiendo...

¿Cómo me extraña si no hemos convivido?

¿Por qué su abrazo es cálido?

Es una niña muy tierna.

-¿Hiyo dónde estás?

Por la puerta entraba Zen con un semblante lleno de angustia.

-¡¡Hiyo!!
-Papá.

Zen nos miró y suspiro.

Se acercó a nosotros y nos abrazó.

-Me alegro que estés a salvo Hiyo, gracias Yokozawa.

Me sentí inquieto ante su abrazo.

No me agrada que lo haga.

Se separó de nosotros y me tomo de las mejillas.

-Te amo Yokozawa, tanto. –se inclinó a mi rostro.

---Akihiko---

Maldita sea.

Estoy harto de estás putas.

No me satisfacen por completo.

¿Dónde está mi omega?

Maldito idiota.

MÁS TE VALE VOLVER.

Eres mío.

Y yo no regalo lo que me pertenece.

Yo fui tu primero.

Y seré el único.

Maldita sea.

Estoy seguro que anda de zorra.

Y ese estúpido bailarín me rechazo.

Maldito.

Tengo que encontrarlo.

Ese es el único cuerpo que me satisface.

Él que me hace llegar a muchos orgasmos.

Con él cual quiero dejar mi marca.

Pero no para emparejarlo conmigo.

Sino para hacer mi esclavo sexual.

Solo mío.

Tome mi celular y le marque a mi amigo.

-¿Akihiko?
-Hola Nowaki, acaso ¿has olvidado mi número?
-No, solo que me extraña que me llamas.
-¿Cómo vas con el bombón de Hiroki?

La chica a mi lado bufó y se fue a la ducha.

-No le llames así. –gruñí.
-Jojo, no me digas qué...
-...
-¿Te has enamorado de tu presa?

Él chasqueo la lengua y solté una carcajada.

-Vaya, quien lo diría el casanova de Kusama Nowaki por fin sentará cabeza.
-CÁLLATE IDIOTA.
-Lo siento no pude evitarlo.
-¿Qué quieres?
-Te iba a invitar a un prostíbulo pero veo que ya eres fiel.
-ES MI OMEGA.
-¿Acabas de gruñirme? –rechine los dientes.
-Mira Akihiko no quiero ser grosero pero no te metas con mi Hiro-san.
-...
-Te veo en la fiesta.

Colgó y avente mi celular.

Y yo que quería que me lo prestará.

Joder ese castaño es tan sexy.

Pero prefiero los chicos con cara de tiernos.

Dan más ganas de ensuciarlo.

De marcar todo.

Mi celular sonó y mire el celular.

Sonreí ampliamente.

-Te tengo. –susurre mirando la foto que me mando mi amigo de Misaki por la estación.