Después de escaparte de un lugar horrendo, necesitas ayuda ¿no?
Zabdiel se escapó de la carcel, y Christopher por su propia voluntad decide ayudarlo.
Dicen que hay personas solo con pasar mucho tiempo juntos, se llegan a enamorar, ¿les pasará eso?
Ya con su bandeja con una especie de pudín, buscó con su mirada un lugar para sentarse.
—¡Zabdiel, aquí! —escuchó la voz de Joel. Se fue a sentar con él y otros chicos que aún no conocía.
Cierto chico encendió la pequeña televisión del lugar
—Hoy fue formalizado Zabdiel de Jesús, que mató a su propio padrastro. Según la información que nos dieron, el arma del homicidio fue un martillo, miren, hay viene el hermano. —se podía observar como el periodista y la cámara corrían hacía la dirección del hermano de Zabdiel; Sebastián.
—¿Cómo te sientes respecto a todo esto? sabemos que el criminal es su hermano.— a Zabdiel se le iluminaron sus ojos, esperando a que la respuesta de su propio hermano sea positiva.
—Esto... Zabdiel me decepcionó muchísimo, pero la justicia hizo lo que tenía que hacer. —terminó de hablar Sebastián, su querido hermano.
Hubo un momento de silencio incómodo en el lugar mientras media carcel lo miraba.
—Ya sé cómo llamarle al nuevo — se levantó Richard apuntándole. —Se va a llamar martillo. — todos empezaron a reír y a gritar "martillo" con burla.
No podía tener tan mal día, y se venían unos iguales.
(*)
Terminando de comer, los guardias obligaron a todos a irse a la celda.
Las camas eran literas, a Zabdiel le toco la cama de abajo y para su suerte arriba estaba Joel.
—¡Ya cállense, buenas noches! — dijo el guardia para apagar las luces del lugar.
Zabdiel estaba a punto de dormirse, hasta cuando se dio cuenta que el tal Richard estaba usando su ropa. Y lo más importante para él, un collar que lo unía a su madre, estaba colgado a un lado de este.
Zabdiel decidió ir al menos a rescatar su collar, todos los demás estaban dormidos y la litera de Richard estaba a dos más que la suya.
Pudo sacar su collar sin ninguna dificultad, cuando ya estaba a punto de irse a su cama, escucha la voz de Richard, hizo que se tensara.
—Sí, si el viernes... Johann escucha... Tú no me puedes traicionar... Te esperaré afuera en la puerta trasera... Si, la más grande... Nos vemos ese día, adiós — abdiel se calmó al saber que era una llamada telefónica
Pero después reacciono. —Se va a escapar. — pensó.
Se dirigió a su cama, con una idea loca en su cabeza.
Narra Christopher:
—¡Chris!
—¡Christopher!
—¡¡Christopher Bryant Velez Muñoz!!
Me desperté de golpe por los gritos de mi madre, estaba durmiendo muy bien, tenía el sueño profundo.
—Ya voy — dije adormilado mientras me levantaba en bóxer y salía de mi habitación hacía la cocina.
—Por fin te levantas, son las doce de la tarde, ¿a qué hora llegaste anoche? — dijo mi madre mientras se cruzaba de brazos y me veía seria.
—Pues... Como las cinco de la mañana, es que no podía dejar solo a Erick— me excusé.
Era verdad, si lo dejaba solo quizás ahora mismo estaría a kilómetros acostado con una chica.
—Conociendo a Erick, te creo, pero que no vuelva a pasar. —me advierte y yo rio, me encanta que sea así de protectora.
En eso suena mi celular, era el rey de Roma, Erick.
—¡Hola, loco! — me dice haciendo notar su acento cubano.
—¡Hey! hola, ¿cómo amaneciste? — rio por mi pregunta, hasta siento que Erick rodó sus ojos.
—Como siempre, un fuerte dolor de cabeza. — suspiró. —Te llamaba para saber si llegaste bien, lo siento si me tienes que dejar en mi casa siempre cuando vamos de fiesta. — ya me sé eso de memoria, pero bueno es mi mejor amigo, la persona que me ha apoyado en todo, lo tengo que aguantar.
—Ya me acostumbre, descuida. —reímos
—¿Tienes planes para esta noche? — pregunta.
Madre mía, ¿este chico no se cansa?
—Tengo que planear la cena para el cumpleaños de mi mamá el viernes, hoy no podré salir.
—Okey entiendo, bueno nos vemos, adiós.
—Adiós — cuelgo
El viernes es el cumpleaños de mamá, encargué un pastel para ese día, una cena entre ella y yo. Tenía pensado invitar a sus amigas, pero que mejor pasarla entre madre y hijo.
Siempre hemos sido unidos, no me imaginó una vida cuando ella ya se tenga que ir.
Para sacarme esos pensamientos repentinos, enciendo la tv, aunque esta hora sólo dan noticias.
—Hoy fue formalizado Zabdiel de Jesús, que mató a su propio padrastro, según la información que nos dieron el arma del homicidio fue un martillo. — dijo un periodista en la tele.
Mostraron la cara del chico, se veía de unos 20 años o por ahí. No se ve de asesino, pero quizás tenía sus razones para matarlo, o la justicia es una mierda como siempre.
—Chris ya vístete, está la ventana abierta y hay chicas que te están viendo. —interrumpe mi madre mis pensamientos, veo hacia la ventana y es verdad.
Que suerte de esas chicas.
Siento el calor en mis mejillas, y me voy corriendo a mi habitación.
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