Tengo dos opciones: Salir corriendo, o bajar la ventana.
Si le abro la ventana y bajo, hay posibilidad de que me atrapé y me entregué. Y si corro, quizás no me atrapé, pero la gente me puede reconocer y me entregue...
Me corrí al asiento del conductor, e intente abrir, pero Christopher me dejó encerrado.
¿Donde mierda es que está el seguro? Malditos vehículos avanzados.
Volví a mi lugar y bajé el vidrio, ella tenía una sonrisa de oreja a oreja, me sorprende que con la edad que aparenta, no tenga ninguna imperfección. Osea hasta yo tengo, que aún soy joven.
—Hola. —saludé nervioso.
—Hola, lindo. —me dijo, en forma ¿coqueta? O un intento. —¿Tú eres el de la foto de... Christián?
—Christopher. —corregí rodando los ojos.
—Ese mismo, bueno, yo me llamo Gwen, ¿y tú? —no puedo decir mi nombre real, ay Zabdiel, inventate uno convincente.
—¿Que como me llamo yo? Me llamo... Da-Daniel.
—¿Daniel? Que lindo nombre, igual que el dueño.
—Jaja, sí. —reí con nervio, Chris llega ya, por favor.
—¿Por qué no bajas del auto? —me preguntó intentando abrir la puerta, pero como tenia seguro, já. —Sácale el seguro, ahí esta el botón. —me señalo un botón cerca de la calefacción del auto.
—Ah claro, ya sabía. —susurré.
Lo apreté, y todas las puertas sonaron avisando que ya no tenían seguro por dentro.
Salí, y como que me obligó a saludarla cerca de sus labios. Y Iugh.
—Eh oye, iré a ver si mi amigo esta listo. —dije tratando de sonreír.
—Dale, te acompaño. —respondió tomando mi mano, a lo que yo la aparte enseguida.
—No, no, no, vuelvo enseguida.
Toqué la puerta de casa varias veces, escuché los pasos rápidos en una escalera. Me abrió Chris agitado, al parecer él era quien bajo de esa manera.
—¿¡Zabd?! ¿Que paso? —me dijo alterado.
—La señora que me mostraste la otra vez en Snapchat, está aquí. —susurré sólo para los dos.
Miró por mi hombro y abrió sus ojos como platos.
—¿¡Esa vieja?! Pero como...
—Yo que sé, yo estaba acostado y ella me vino a tocar la ventana del auto.
Estuvimos hablando un buen rato, intentando de inventar algo para que Gwen se vaya sin sonar muy sospechoso. De la cabeza de Christopher salían ideas estúpidas, él intenta de colocar humor a todos los momentos, eso es algo que me gusta de Chris.
Pero tampoco es una situación indicada para reír, ya que en cualquier momento puede llegar su madre o la mujer puede hacer algo sin darme cuenta.
Al final decidimos en irnos para la cabaña, Chris ya había terminado de ayudar a su madre, y ella estaba descansando en su habitación.
Salimos de su casa, Gwen aún seguía ahí, me puse medio nervioso, tendré que improvisar para sacarla de nuestro camino.
—¡Regresaste! Oh, hola Christian. —dijo al ver que nosotros nos acercábamos al auto. Chris rodó los ojos y la ignoro.
Esta mujer tiene problemas en la cabeza para olvidar los nombres.
—Jeje si, oye, ya me tengo que ir si me disculpas. —me despedí apunto de subirme al asiento del copiloto.
Ella me quería agarrar el brazo o algo pero le cerré la puerta casi en la cara. Y con una seña con mi mano le despedí.
Chris encendió el vehículo y rápidamente nos fuimos. Llegamos al centro de la ciudad y paró.
—Oye...¿Aún sigue los helados? —me miró con una sonrisa.
Yo hice lo mismo, y miré por la ventana que estábamos al frente de una heladería enorme.
—Claro. —dije sin quitar esa sonrisa en mi rostro, la que él provoca en mí.
Me dijo que esperara, le pedí uno de menta con chocolate.
Vi que muchos carros policiales pasaban, y lo que hice fue agacharme.
Sentí como abrieron la puerta, y era Chris con mi bello helado y el suyo que era de vainilla.
Empecé a lamerlo (EL HELADO :v) y a saborear lo delicioso que es, hace un buen tiempo que no me comía uno así.
—¿Vamos a la cabaña ahora? —pregunté, él me miró.
—Nop —respondió remarcando la 'p'.
—¿Entonces...?
—Iremos a un lugar donde no hay policía, ni nada. —sonreí, la confianza que le agarré a este chico no se la había dado a nadie.
Bastó 20 minutos para que por fin Chris parara el auto, me hizo una señal para que bajará, y obviamente bajé.
Era un parque, realmente vacío, pero bien cuidado y bonito.
Nos sentamos en una banca, y terminamos de comer el helado que nos sobraba. Luego de eso Chris me empezó hacer preguntas sobre mi familia. Tengo ganas de preguntarle sobre ese hombre que vi en su foto familiar de su celular.
—Oye Chris... Cuando estabas ayudando a tu madre y yo me quedé en el auto, quise buscar música y pasé a ver tu galería... Y también pasé a ver una foto donde salías tú, tu mamá, tu hermano y un... hombre, ¿Quien era? —le pregunté con cierta gran curiosidad que tenía por dentro.
Escuché como tragaba saliva, ya que el lugar era bastante silencioso si nos quedábamos callados.
—Es alguien importante para mí, me cuesta hablar de él, me duele recordar lo que paso. —dijo con dificultad.
—No creí que fuera tan así, lo siento por hacerte recordar eso, no debí preguntar. —me sentí incómodo por hacer una pregunta, quedarme callado una vez es una buena opción.
—S-sabes... Te quiero contar esto. —lo miré sorprendido. —Ese hombre es mi papá.
Chris tenía su mirada en un lugar fijo.
—¿Tu papá? Pero, ¿dónde esta él ahora? —pregunté, el me miró, pude notar que sus ojos tenían un cierto brillo.
—Era guardia, trabajaba en la cárcel. Un día como cualquiera, llegaron nuevos presos, pero uno de ellos él y mi papá hicieron una amistad. Según él, el chico era inocente. Ese chico quería escapar, y mi papá obviamente lo ayudo, pero... No salió lo planeado, el chico, sí, si escapó, pero mi padre... Lo atraparon y quedo preso, no aquí, en Europa. —finalizó, en la última frase se le corto un poco la voz, lo miré y tenía lágrimas cayendo por sus mejillas. —Lo peor, lo peor es que su condena terminó y no hemos sabido nada de él, de-desapareció.
Escuché como un sollozó escapaba de su boca, colocó sus codos en sus piernas y escondió su rostro con sus manos.
Le toqué el hombro, a lo que el me miró, tenía sus ojos rojos y caían lágrimas de este.
Abrí mis brazos con la intención de abrazarlo, y él lo capto. Me abrazó.
Tenía la necesidad de abrazarlo, la verdad se siente bien. Escuchaba sus sollozos, y le decía cosas para subirle el ánimo y consolarlo.
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Prófugo || Chrisdiel >>Terminada<<
FanfictionDespués de escaparte de un lugar horrendo, necesitas ayuda ¿no? Zabdiel se escapó de la carcel, y Christopher por su propia voluntad decide ayudarlo. Dicen que hay personas solo con pasar mucho tiempo juntos, se llegan a enamorar, ¿les pasará eso?