Prófugo || Chrisdiel >>Terminada<<

•Capítulo 26•

Capítulo dedicado a❤:

Narra Zabdiel:

Cuando la conversación se torno a Richard, yo no pude prestar atención, mi mente procesaba lo de mi hermano. Mi propio hermano, de sangre, de la misma madre.

Chris tiene razón, tengo que apresurarme en resolver yo mismo mi caso, demostrar mi inocencia, esa maldita injusticia. Sé que detrás de ese simple "Zabdiel de Jesús es culpable", hay algo detrás.

F.
Ese día, como lo llamarían, 'el día del crimen'. Toda mi familia, incluída la menos apegada a nosotros, se juntó, mi madre había arrendando una cabaña. El lugar era como una población, habían miles de casas por lo largo de la cuadra.

En la hora de cenar, mi padrastro se levanto de la mesa para atender una llamada, en ese momento encontré raro que haya querido contestar en un lugar "privado", si según era su mamá. Yo me había levantado para ir al baño, como cualquier persona normal que tenía que hacer sus necesidades.

Y como dato, mi hermano andaba bien misterioso, que en ningún momento apareció en la mesa con su familia.

Y de un momento a otro, se había oído un grito, todos fuimos con la persona que grito encontrándonos con un cuerpo sin vida. Y después de horas de investigación por la policía, mágicamente apareció un martillo en mi bolso junto a mi computadora.
F.

Sentí mi gran aparato vibrar en mis pantalones.

·¿Voy o vienes? Descubrí algo que nos puede servir demasiado.·

Era un mensaje de Julián.

Claramente él tenía que venir, yo ni puedo salir de esta cabaña si aun quiero estar en libertad.

Maldecí unas... ¿10 veces? Por el maldito teclado, es tan pequeño y mis dedos todo lo contrario, que me costaba apretar una simple letra.

—Viene Julián. —interrumpí la conversación de los demás. Chris me dio una media sonrisa y unas palmadas en la espalda mostrando su apoyo.

2 horas después.

A la horas después llegó este hombre. Estábamos frente a frente, solos, ya que los chicos quisieron que estuviéramos a solas.

—Ayer fui nuevamente a la cabaña donde mataron a tu padrastro. —cambió tema, pues antes estábamos revisando las pistas anteriores, que no servían por falta de pruebas. —Y me di cuenta que la casa que queda a un lado de la cabaña, había una cámara de seguridad, y da justo en el lugar que encontraron el cuerpo...

Mi boca formó una 'o', sorprendido, como es que la policía no se dio cuenta de aquello.

—P-pero, ¿hablaste con el dueño de la cabaña?

—Sí... Ahí va el problema, a ese señor lo sobornaron para que no pase el video. —suspiró—Lo único bueno es que aun lo conserva, pero no tengo ni idea cómo conseguirlo.

—¿Cuanto le dieron? —pregunté.

—Unos 500 mil dólares, y convertido en pesos de este país es bastante. —habló sin ninguna emoción—Logicamente él lo pasará si le ofrecemos más de lo que dieron.

—¿Y quién lo soborno? —la verdadera pregunta, ¿quién tiene esa cantidad de dinero? Julián se encogió de hombros demostrando que no tiene ni idea.

Rodé los ojos, me encantaría hablar ahora mismo con ese señor, aunque no sea de su incumbencia, metió a alguien inocente a la cárcel por dinero. Igual podría necesitarlo, pero esa no es la forma.

—No creas que no le pregunté, pero claro, él no quiso decirlo. —se encogió en el sillón, frustrado, colocó sus dos manos en su cara, para suspirar hondo—Ese vídeo puede solucionar el 70% de este caso.

—Llámalo. —dije sin pensar—A ese señor, ¿tienes el número? —cuestioné.

Sacó su celular y haciéndome caso marco el número, que sí tenía agendando.

—¿Sí? —hablaron una voz un poco grave, podría predecir que el caballero tendría unos 35 años.

—¿Señor García? Soy Julián Alvarado, ¿se acuerda de mí? —contestó primero mi abogado.

—Ah, sí, tú, ¿que quieres? —sin ningún interés respondió, como si esta llamada fuera una molestia para él.

—Mire, ahora estoy con una persona que tiene que hablar con usted, ¿está bien? —un murmuro fue lo siguiente que se escuchó, pero la llamada aun no era cortada.

—¿Cuánto quiere? —pregunté, acabando con el silencio que se había formado. —Sé que tiene un vídeo que demuestra la inocencia de una persona que metieron a la cárcel injustamente.

—¿Video? ¿Injusticia? ¿De que hablas? —preguntó rápido. Mire a Julián interrogante, este me la devolvió confundido.

—Usted sabrá, ¿cuanto dinero necesita para que nos pase ese condenado vídeo? —volví a preguntar, respire por dentro varias veces para poder tranquilizarme y no decir cualquier bobería.

—Señor, usted puede salvar la vida de una persona si nos entrega la copia del vídeo. —me ayudó Julián, pues el sí estaba calmado con la situación.

—Se las hago corta, no necesito dinero...

—¿Protección para usted y su familia? —preguntó Julián de repente, fruncí el ceño por su repentina pregunta.

Nuevamente un silencio se transformó. El abogado continuó:

—Esa persona aparte del dinero, lo amenazo ¿no? —no hablaba nadie— Con unas cuantas llamadas puedo darle una protección en su hogar que le otorga una seguridad, nadie podrá hacerle daño.

—H-hmm, ¿cómo puedo estar seguro? ¿cómo sé que ustedes son de confianza? —su voz sonaba temerosa, causandome un dolor en mi pecho de pena.

¿Quién mierda haría todas estas cosas?

—Soy abogado, a mi cliente lo encerraron injustamente, por falta de pruebas, y quiero hacer todo para sacarle de este problema. Estoy entendiendo de que para usted no es fácil esto, pero para él tampoco. —explicó.

—Hm, ¿u-usted me prometería eso? —murmuró el señor, ambos nos miramos triunfante, yo con todas la ganas de abrazarlo. Julián te mereces el cielo.

—Sí, téngalo por seguro. —aseguró con una sonrisa. —Para hablar mejor de esto, reunámonos en mi departamento, ¿sí? Le envio la dirección y hora por mensaje.

—Esta bien... Bien, adiós. —y él finalizó la llamada.

Alcé mi mano para golpearla contra suya, tal que con toda la emoción nos abrazamos. No podía creer que tan rápido podría solucionar esto.

Pero aun faltan varios detalles, en ese vídeo podré saber quien lo asesino, y la verdad me cuesta imaginar quien haya sido.
Ahora tengo que estar pendiente de todo, no puede ser por algo pequeño se arruine lo que hemos avanzando en un segundo.

¿Será que por fin pueda demostrar mi inocencia?