Prófugo || Chrisdiel >>Terminada<<

•Capítulo 11•

Días antes.

Erick.

¿Cómo me debería tomar esto?, ¿qué demonios tengo que hacer?

Después de salir de la cabaña de Christopher y sus "huéspedes", automáticamente me dirijo a la comisaría.

Una parte de mí dice que informe que sé donde están escondidos algunos prófugos, y otra parte dice que no, que sí lo hago me arrepentiré.

Al llegar a la comisaría, bajo de mi auto y me quedo afuera.

¿Los denuncio? Hace unos minutos le prometí a mi mejor amigo que no iba a decir nada. Él siempre me ha apoyado en todo, en las buenas y malas.

Pero esa gente, esos chicos ni los conoce y ya confía en ellos.

Se nota que Christopher ya les tiene cariño, lo conozco. ¿Y si después esos idiotas le hacen daño? Hay que prevenir antes que lamentar, ¿no?

Decidí entrar a la comisaría, justo en la entrada hay un escritorio, y ahí mismo un oficial sentado comiendo una donut.

Este al percatarse de mi presencia se sienta de forma formal, osea quita sus pies del escritorio y se endereza.

—¿En que puedo ayudarle joven? —me pregunta amablemente comiendo su último trozo de la donut que hace un momento estaba completa.

—E-este... Vengo a denunciar a unas personas. —digo nervioso, nunca antes he denunciado a alguien, pero como que las palabras no me quieren salir.

El oficial apreta un botón de la computadora que tiene a un lado del escritorio.

—Dígame el nombre de la personas y/o donde se ubican. —me ve de reojo esperando respuesta.

—Bueno, es que, esto... Son...

¿Qué mierda me pasa?

Creo que llevo alrededor de 10 minutos sin decir nada. Noto que el oficial cambia su cara de una persona amable a molesta.

—Chico, si esto es una broma, te sugiero que te retires, tengo mucho trabajo y tú me estas haciendo perder el tiempo —gruñe el oficial.

—Pero si estabas puro comiendo. —pienso.

Los denuncio o no, maldición, ¿que hago?

—Este... Oh, si, me descubrió, era un broma —miento. —Disculpe por el tiempo perdido, adiós.

Rio nerviosamente antes de salir de la comisaria, y antes de irme escucho como el oficial bufaba.

Al subir a mi vehículo me quedo mirando a un punto fijo.

Christopher, no sé si estoy haciendo bien en "ayudarte". Pero me debes unos tacos, loco.

Actualidad.

Zabdiel

—¡Ya para! Zabdiel porfavor – carcajeaba, Christopher.

Zabdiel hace 5 minutos que empezó a hacerle cosquillas, ¿razón?

Christopher se había comido su sandwich que se preparó para su almuerzo.

—No me vengas con que eres un joven con lentes, que ahorita no los llevas. —le advirtió de forma divertida.

—Para... Me estas lastimando. —enseguida Zabdiel paró, se separó de Chris.

—Te la creíste. —y este se lanzó a Zabdiel para empezar él con el juego.

Después de muchas carcajadas por parte de los dos, se cansaron y se recostaron en el suelo.

—Me debes un sandwich —le dijo.

—Y tú... 

—¿Yo qué? Tú eres el que me roba la comida, y no solamente a mí. —respondió riendo.

Christopher fingió estar ofendido, ya que eso era verdad.

—Algún día me deberás algo.

—¿Cosquillas? Que dices si... 2 round. —lo miró travieso.

—No, no, no. —Christopher se paró de inmediato del suelo.

—¡Chris! –—gritó Joel desde el comedor.

—¿¡Qué?! —gritó de vuelta.

—Tu amigo te busca —miró a Zabdiel confundido.

—¿Erick? —dudó.

—Pues es el único amigo que tienes –—le dijo de forma obvia, como en tan poco tiempo ya lo conocía.

—Y a ti. —lo codeó para después dirigirse a la entrada de la cabaña.

—Sí... —susurró segundo después, en tono triste.

Siguió a Chris, y efectivamente era Erick, con una bolsa en mano.

Miró a Joel, este estaba atento escuchando disimuladamente la conversación de los mejores amigos.

—Y entonces... ¿que hace él aquí? —consiguió preguntar.

—Trajo pizza, y hablar conmigo, unas cuantas explicaciones y bla bla —dijo Christopher concentrado en abrir la pizza —ah, y se viene a vivir con nosotros.

—Chris traje pizza para todos, no solo para ti —le dijo riendo, Erick.

—¿Y porque te vienes aquí? ¿Acaso no tienes casa? —cuestionó Joel.

—Son problemas personales, no quiero hablar de eso —le contestó, Erick, bajando la cabeza.

—Y si te quedas... ¿tus cosas? —preguntó Zabdiel, mirando hacía todos lados buscando con su mirada si había algún bolso o maleta.

—Mañana las buscaré —respondió. —Miren, lo digo ahora para que no se sientan incómodos con mi presencia. Después de que supiera lo de ustedes fui a la comisaría, los iba a denunciar, pero me arrepentí.

Se pudo sentir el ambiente tensó del lugar, y las miradas confusas de Joel y Zabdiel.

—Y después de días de pensarlo, decidí conocerlos, y como dije por problemas personales Chris me dió alojo. —habló nuevamente, Erick, para calmar el ambiente.

—Exacto. —intervino Chris, con la boca llena.

—¿Y Richard? – preguntó Joel.

—Me dijo que iba a ser unos 'tramites'. —contestó, Christopher.

—¿Y como sabes eso? A mí no me dijo nada y a Joel tampoco. —cuestionó Zabdiel, alzando una ceja.

—No sé, últimamente él  y yo hablamos mucho. —respondió sonriendo.

—Claro. —dijo cortante Zabdiel, en tono ¿celoso?, ni él entendía por qué.

—Alguien esta celoso —murmuró Erick a Joel codeandolo.

—Mm.. —trató de sonreír de lo nervioso que estaba por la cercanía del ojiverde.