Después de escaparte de un lugar horrendo, necesitas ayuda ¿no?
Zabdiel se escapó de la carcel, y Christopher por su propia voluntad decide ayudarlo.
Dicen que hay personas solo con pasar mucho tiempo juntos, se llegan a enamorar, ¿les pasará eso?
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A estash beias personas, ah c:
Al día siguiente
Christopher.
Hace una hora que el ecuatoriano se había levantado, esa noche Zabdiel se quedo con él, aunque solamente hubo abrazos y nada fuera de lo normal.
Pero al despertar su "amigo" ya no estaba, igual eran las 1 de la tarde, algo tarde para él.
Ahora se encontraba tomando una taza de café y unas galletas que eran de Erick.
Entró por la puerta de la cocina Richard con una foto en sus manos, pudo distinguir que era una niña bastante adorable, como conclusión era la pequeña Aaliyah.
—Buenas tardes man. — saludo este, robando una galleta del paquete.—¿Me das una galleta?
—Pues ya la sacaste. —respondió divertido. —Y técnicamente también me las robe, eran de Er.
Richard rió, y negó con la cabeza.
El típico tono de IPhone sonó, era el de Christopher. Imposible que fuera el de Richard, con suerte él tenía uno que ni touch era.
—¿Sí?—contestó, mientras tomaba otro sorbo de su café.
—¿Christopher Vélez? —preguntaron de la otra línea, era voz de hombre, hizo un gesto de confusión al no reconocer tal voz.
—Sí... ¿Con quién hablo?
—Christopher... Sé que conoces a Zabdiel de Jesús, ¿me equivoco?
Abrió sus ojos como platos, se puso nervioso. ¿Por qué le hablaban de Zabdiel? ¿Y cómo sabe que lo conoce?
—¿C-Con quién hablo? —repitió la pregunta, ignorando la otra que decía esa persona desconocida.
—Eso no importa. —Christopher rodó los ojos.—Solo dile a tu amigo Zabdi, que pronto estará en el lugar que nunca tuvo que haber escapado. Y solo dile que "Panda", y ya va a entender de quien se trata.
