Después de escaparte de un lugar horrendo, necesitas ayuda ¿no?
Zabdiel se escapó de la carcel, y Christopher por su propia voluntad decide ayudarlo.
Dicen que hay personas solo con pasar mucho tiempo juntos, se llegan a enamorar, ¿les pasará eso?
-¿Cómo sabemos que podemos confiar en ti? Puede que estás diciendo esto para dejarte ir, no somos idiotas. -dijo Richard.
-No tengo como demostrarlo, pero quiero ayudarlos. -Christopher se quedó callado por unos segundos.-Les puedo ayudar para que los policías no los encuentren.
-A ver ¿y cómo? -habló y cuestionó por primera vez, Joel.
-Sé sobre estas cosas, sé lo que hace primero la PDI, la policía, para encontrarlos y...
-Espera, espera ¿cómo sabes eso? -lo interrumpió esta vez, Richard.
-S-sólo sé. -tartamudeo, Christopher, nervioso.
-No te creo, piensas entregarnos.
-Yo creo que dice la verdad, intentemos confiar en él -habló Zabdiel.-Yo creo que dice todo con sinceridad.
-Vengan los dos, tú niño te quedas ahí.-señaló Richard a Christopher, y este asintió rápidamente.
-¿Qué hacemos? -preguntó.
-Confiar en él. -dijo simplemente Zabdiel.
-¿Seguro? Apenas lo conocemos -comentó, Joel.
Zabdiel asintió.
-Por primera vez le haré caso a Zabdiel, pero si ese idiota nos llega a traicionar, tú-señaló a Zabdiel -Te llevas las consecuencias.
Regresaron con Christopher.
-Está bien, confiaremos en ti, te recomiendo que no nos traiciones porque no te va a ir nada bien -le habló Richard -Yo me llamo Richard, él es Joel y él Zabdiel.
-Un gusto. -Christopher sonrió, haciendo que Zabdiel también.
-Bueno, ¿qué tenemos que hacer? -pregunto Joel, repentinamente cambiando de tema.
-Si es que quieren salir a la calle, cambien de look, podrían cambiar sus peinados, forma de vestir, etcétera -dijo, Richard no estaba nada cómodo con esa idea.-Lo que no pueden hacer es visitar a sus familiares, al menos los más cercanos, ya que son lo primero que vigilan.
-A cambio de look... ¿qué podemos hacer?-preguntó, Joel.
-Podrían colocarse una peluca, yo las puedo conseguir si quieren -dijo, lo tres dudosos asintieron.
Empezó a sonar un celular, el cual era de Christopher. Todavía lo tenía Richard.
-Esto... ¿me lo podrías entregar? -preguntó dudoso, Christopher
Richard miro a sus compañeros, Zabdiel le hizo una señal con su cabeza para que le entregara el teléfono.
Y este se lo pasó.
-¿Hola?... Si... Ya voy... Espérame en casa... Nos vemos... también te quiero -cortó la llamada.
-Al parecer tiene novia. -pensó Zabdiel.
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