M A G [YoonKook] Resubiendo

09 Fastidio🌼

[Narra Jung Kook]

Me desperté demasiado pronto, ni siquiera eran las cinco de la mañana. Mi madre me levantaba todo los días cerca de las siete y me daba el desayuno. Pero ese día no pude dormir. Cuando fui a acostarme, en la ventana se veía reflejada una sombra muy extraña que me daba mucho miedo. Eran como unas garras afiladas y muy largas.

Por eso, cuando me miré al espejo noté unas ojeras muy feas en mi cara. Me veía como un enfermo.

Me quedé despierto hasta las seis y media y a la hora que mi madre me despertaba, me dormí mientras me cambiaba.

—Kookie, cariño, no seas tan dormilón.

Escuché su voz y abrí los ojos de inmediato. La miré y ella, después de sonreírme, se fijó en mis ojeras y su rostro cambió por completo.

—¿Otra vez jugando a la consola en la madrugada?—me preguntó molesta.

—No...—Froté mis ojos con fuerza—Había una sombra en mi ventana y tenía miedo.

—Oh, mi pequeño, ¿por qué no fuiste a mi cuarto?

—Porque papá ronca.

Mi madre se rio por lo que dije, pero era cierto. Hasta los ronquidos de papá daban miedo. Casi nunca lo veía porque trabajaba todo el día y siempre estaba ocupado. Lo extrañaba mucho.

Me terminé de arreglar y tomé mi desayuno. Mamá ese día quería llevarme al colegio así que no se lo negué.

En el camino nos encontramos con la mamá de Yoon Gi, que casualmente también lo llevaría a la escuela. Nuestras madres se pusieron a hablar no sé de qué mientras tanto veía a Yoon Gi sonreírme. ¿Qué pasaba con él?

Me acerqué y lo miré con el ceño fruncido.

—¿De qué te ríes?

—Anoche descubrí algo divertido. Hay un árbol que mi padre podó en la tarde y con la linterna se podía proyectar una sombra muy siniestra en tu ventana.

¡Debí sospecharlo! Había sido él... Como lo odiaba. Por su culpa no dormí como debía. Tenía muchas ganas de golpearlo, pero no quería que mi madre me viese siendo violento. Inflé mis mejillas y conteniendo toda mi ira, di la vuelta para volver al lado de mi madre. Se la devolvería, como fuese. No lo iba a dejar ganar.

Cuando creí que por fin nos iríamos, nuestras madres nos miraron a ambos.

  —Ahora que están los dos, vayan a la escuela juntos—dijo la Sra.Min con una amplia sonrisa.

Yoon Gi y yo nos miramos, sin expresión. Mi madre me dio un empujoncito con sus manos para que cediera y, como no pude decir que no, caminé al frente con ese niño a mi lado. Seguía sonriendo y esperé a que nuestras madres se alejaran para propinarle un golpe de su pálido brazo y dejarlo rojo como tomate.

—No es divertido, no pude dormir, me siento cansado—me quejé, sin pegarle aún.

—Tampoco es divertido que te espíen—me miró enojado—¿Eres un pervertido o algo así?

—¡¿Qué?!

Su acusación me ofendió y a la vez me revolvió el cuerpo. ¿Qué se creía este niño que era? Ese vocabulario suyo de adultos me descolocaba del mundo. Siempre creí que el Yoon Gi físico y el mental no encajaban. Su apariencia lo hacía mucho más pequeño de la edad que realmente tenía, pero su forma de hablar y pensar era como de alguien mucho más grande.

—¿Estás celoso de Tae Hyung?—me preguntó, deteniéndose.

—¿De qué hablas? A mí ese niño nunca me cayó bien—me detuve y le apunté con mi dedo en su nariz—Además, tú también me estabas espiando.

—Te equivocas, yo estaba comprobando que me espiabas—arrugó su cara como si le resultara desagradable y me miró de arriba abajo.

—¿Y tú cómo sabías que te espiaba?

—Yo...—balbuceó y después me apuntó imitando mi gesto—¡Estás admitiendo que me espiabas, já!

                    

— ¡Si!—grité sin querer—¡Digo no! 

—¡Dijiste que sí!

—¡No!

Estuvimos gritándonos en medio de la calle por un minuto largo. Los "sí" y "no" iban y venían ya sin sentido, uno de contradecía y al rato lo admitía y así constantemente hasta que nos cansamos. Yoon Gi era un flojo hasta para hablar, fue el primero que se detuvo y supuse que se había rendido.

Después de eso caminamos hacia la escuela en silencio. Al final ninguno de los dos volvimos a hablar del tema.