M A G [YoonKook] Resubiendo

07 Estoy celoso🌼

[Narra Jung Kook]

Cuando terminaron las clases, me fui contento a casa. Pude amenazar a Yoon Gi para escuchar sus disculpas. Eso no era nada fácil, por eso me sentía tan bien.

Mientras caminaba, pude ver a lo lejos a Yoon Gi y, tras él, Tae iba corriendo para alcanzarlo. Cuando llegó hasta él dio un leve salto sobre su espalda y seguido lo agarró del brazo. ¿Qué le pasaba a ese niño? En verdad me molestaba.

Por alguna razón quise acompañarlos. Así que di unos pasos rápidos y me puse al lado de Yoon Gi.

—Quiero ir a casa con ustedes —dije, sin mirarlos.

Tae me miró como si fuera un fantasma y abrió su boca. Yoon Gi, por el contrario, seguía serio. Seguro estaba molesto por lo que hice.

—¡No puedo creer que quieras volver a casa con nosotros! —Tae alzó demasiado la voz y tuve que arrugar mi cara.

Siempre iba solo a mi casa y me parecía extraño que Yoon Gi aceptara que Tae volviese con él. Solía estar mucho más con su primo Ho Seok. Pero a pesar de eso, creía que no sería tan mala idea volver con Yoon Gi, es decir, éramos vecinos. Nuestras casas estaban una al frente de la otra.

Tae, en cambio, vivía más lejos y eso era sospechoso.

Apenas unos minutos, llegamos cerca de nuestras casas. Esperé el momento a que Tae se fuera, sólo para verlo lejos. Pero eso no pasó. Me quedé sin palabras al verlo correr hasta la puerta de la casa de Yoon Gi.

—¡Date prisa Yoon Gi! —le gritó, agitando su mano enérgico.

Miré de inmediato a Yoon Gi con la boca medio abierta, sin seguir creyendo lo que veía.

—Tae...¿se quedará en tu casa?

—¿Y qué con eso?

Sus contestaciones tan amables como siempre me hicieron enojar. Estaba acostumbrado, pero no en ese tipo de situación. Tenía que admitir que no me gustaba que otro niño fuera a su casa. Creía que era el único que podía entrar para pelear y jugar, a excepción de su primo.

Escondí un puchero que quiso salir por sí solo y me giré para ingresar a mi casa sin querer prestarle atención.

Nada más entrar, mi madre me dio unos bizcochos y un jugo en caja. Corrí hasta mi cuarto y saqué del cajón los binoculares para espiar a esos dos.

Sé que esas cosas no deben hacerse, pero era algo de suma importancia.

Observé, medio escondido tras la cortina para no ser descubierto y vi a Tae corretear por el cuarto de Yoon Gi. Estaba seguro de que lo golpearía en cualquier momento.

Seguí observando mientras comía unos bizcochos y mi boca acababa pareciéndose a la de un hámster. Aquel niño tan revoltoso parecía cada vez más emocionado y Yoon Gi más frustrado. Después alguien más entró. Era el primo de Yoon Gi. Tae corrió hacia él y lo abrazó como a un peluche.

Ahora entendía por qué había ido a casa de Yoon Gi. Me sentí aliviado y sonreí. Tomé de mi jugo y sin quitar los binoculares de mis ojos, noté que Yoon Gi, de repente, me estaba mirando por la ventana.

Escupí el jugo y cerré las cortinas como si eso fuera a hacerlo olvidar de que estuve ahí como un fisgón.

Me senté en el suelo y puse una mano sobre mi pecho. Mi corazón latía a toda prisa. Me sentía tan tonto... Pero me alegró pensar que Yoon Gi no había invitado a Tae a su casa, así que el resto del día mantuve una sonrisa en mis labios.