M A G [YoonKook] Resubiendo

Sospechas 🌼

[Narra Yoon Gi]

Lo vi cerrar la cortina como todo un cotilla que fue descubierto. Algo me decía que haría una cosa como esa. Jung Kook solía mirar mucho hacia mi ventana, y el muy tonto se creía que no lo veía.

Seguro planeaba algo. Robarme era la primera cosa que se me ocurría. A Kook le gustaba (lo sé muy bien) verme sufrir cuando mi madre escondía mis cosas más importantes. No dejaría que arruinara mi vida de ese modo, por eso, gracias a mis anotaciones sabía a cerca de sus miedos y podía usarlo a mi favor.

Dejé los binoculares de mi padre en mi escritorio y busque mi libreta. En la primera página había una carátula y en la siguiente todas mis anotaciones.

Miedos de JJK y otras cosas:

1- Le dan miedo los insectos.

2-Parece que le teme a las niñas (pero es como una)

3-Cuando mucha gente le habla se pone muy nervioso.

4-No le gusta Tae.

5-Lee demasiados comics.

Esas eran algunas de las más importantes, a mi parecer. Jung Kook era también un poco extraño. A veces se quedaba quieto como una estatua mirando hacia un punto fijo. Quizás planeaba asesinarme... Era lo más probable.

De todos modos, a pesar de tener esas cosas en mi libreta, no se me ocurría nada. Me sentía tan poco inspirado.

—¡Yoon Gi!

Alguien gritó mi nombre y, de inmediato, guardé mi libreta en el cajón. Me senté en mi cama y tomé un libro cualquiera para fingir que leía.

Tae entró corriendo, con un paquete de dulces en su mano. Sacó un caramelo y me lo metió en la boca.

—¿Qué crees que haces?—le dije enojado —¿No era que te ibas a jugar con mi primo?

—Jugaremos aquí, en tu cuarto.

—Ah, eso sí que no.

Le negué con la cabeza exageradamente y me levanté para echarlo. Pero antes de llegar a la puerta, Ho Seok llegó con una caja llena de juguetes, los cuales tiró al piso.

—¡Sí, juguemos!—volvió a gritar Tae.

—¡Más vale que después junten todo esto o los mataré!

Mi primo, tan sonriente como siempre, no me dio ni más mínima atención y simplemente empezó a jugar con MI pista de autos. Hacía mucho no la usaba y estaba guardada en el sótano. Nunca la quise compartir con nadie porque era un regalo especial de mi abuelo.

Y Tae, que era tan torpe, ponía los autitos comunes sobre la pista y creía que funcionarían. No supe si reír y llorar.

—Esto no funciona—hizo un puchero y se cruzó de brazos, mirando a Ho Seok, pero éste estaba muy entretenido manejando su auto.

Tuve que darle a Tae el que correspondía, porque me irritaba. Lo coloqué y calzó perfectamente. Le di el control y cuando lo vio funcionar y chocar el auto de mi primo, sonrió como nunca antes.

—¡Eres genial Yoon Gi!

—Sí, sí... ¡Oye!

Me dio un abrazo asfixiante y, como en la escuela, otro beso en la mejilla. Ho Seok lo miró con cara de asco y le dio un golpe en su hombro.

—¡Cochino, no beses a mi primo!

—¿Por qué?—se quejó Tae, sin
soltarme.

—Porque no le gusta que lo hagas.

Exacto, lo odiaba. Mi primo me conocía muy bien. Pero a pesar de eso, en ocasiones me molestaba a propósito y acababa recibiendo una patada en su trasero.

Aparté a Tae de mí y me alejé unos metros. Él sólo me sonrió y luego se subió a la espalda de Ho Seok, rodeándolo con sus brazos por el cuello.

—Hobi, estás celoso—le dijo riendo—.Te daré un beso a ti también.

Sus labios pegajosos por los dulces resonaron en la mejilla de Ho Seok. No pareció importarle mucho y dejó que se quedara sobre su espalda mientras volvía a colocar su auto para hacerlo correr por la pista.

Fruncí mis cejas al observarlos. ¿Por qué se veían como si fueran una pareja de novios? Algo estaba mal con esos dos.

Volví a mirar disimulado por la ventana y otra vez lo vi. Sus ojos se asomaban por el borde, como todo un ninja novato. Me reí inconscientemente porque se veía bastante cómico. Abrí la ventana y me apoyé para sacar mi cabeza.

—¡Te estoy viendo!—le grité.

Vi que se agachó para esconderse y, después de unos segundos de silencio, lo escuché devolverme el grito.

—¡Mentira!

Sí, definitivamente la actitud de Jeon Jung Kook era extraña y muy sospechosa.