M A G [YoonKook] Resubiendo

51 Inténtalo🌼

[Narra Yoon Gi]

Me ignoró. Lo hizo repetidas veces, frente a mis narices y también frente a los demás. Después de lo ocurrido con su padre intenté hablar con él y volver a explicarle que nada pasaba con Ji Min, hasta incluso él quiso explicarle, pero las palabras le entraban por un oído y le salían por otro. A parte de hacerse el sordo, no había expresión en su cara, como si estuviese ido del mundo. Y aunque solía ser así de raro en ocasiones, sus ojos me decían otra cosa. No lograba leer enojo en ellos, era algo inexplicable que hasta me asustaba.

Iba a ser la quinta vez en ese día que me acercaría y, por eso, esperé después de la clase de gimnasia en el vestuario. Me escondí, junto a Ji Min, Tae y hasta Ho Seok, tras unos casilleros en el pasillo más estrecho. Kook entró y se cambió sin prisas. En cuanto estuvo por terminar, mis tres compinches corrieron a la puerta para bloquearla.

—Tienes prohibida la salida, Jeon.

Los demás tenían sus motivos para estar allí conmigo. Aunque preferí que fuese algo más personal entre él y yo, los otros tres lograron convencerme. Kook no sólo me ignoraba a mí, también a los demás.

No tenía salida, lo único que le quedaba era escucharnos y dar las debidas explicaciones. Tae, que parecía querer hablar hacía un buen rato, fue el primero en abrir la boca.

—¿Qué pasa contigo, Kook? Estamos preocupados por ti.

—¿Ustedes?—los señaló a los tres—¿Por qué lo estarían, eh?

—Porque somos amigos. Nos conocemos desde pequeños, ¿cómo crees que no nos interesa tu estado?—habló Ho Seok con seriedad— Yoon Gi nos dijo lo que pasó.

—Ah, genial...

Kook soltó aire de forma exagerada por su boca. Me miró con mala cara, sin disimular. Sabía que no fue buena idea contarle a los demás, pero entre Tae y mi primo me martillearon la cabeza insistiendo tanto que no tuve opción.

—No me mires así, me extorsionaron— confesé.

—Eso es cierto—afirmó Tae como si nada con una sonrisa.

Los cuatro posamos nuestras miradas sobre él; creo que se sintió algo intimidado, ya que agachó su cabeza rápidamente. No era aquel Jung Kook que se hacía el duro y aparentaba ser fuerte, ese cascarón se había roto en menos de cinco segundos. No dijo nada ni tenía intención de hacerlo. Supuse que sería mejor que los demás se fueran y yo hablara con él.

—¿Por qué has estado ignorándome?—cerré la puerta después de que le pidiera a los otros que salieran del vestuario, me acerqué a Kook y esperé su respuesta.