M A G [YoonKook] Resubiendo

El nuevo 🌼

[Narra Jung Kook]

El lunes empezaba en el nuevo colegio. Sólo quería terminar para estudiar mi carrera.

Estaba en el baño cambiando el color de mi cabello. El castaño ya no me resultaba interesante, por lo que lo pinté de negro. Pensaba en si se vería más cool hacia atrás o algo alborotado. Mi imagen debía quedar plasmada en los ojos de todos con tan simplemente llegar al colegio. Debía imponer respeto. Bueno, eso era lo que hacía en el otro.

Mi madre tocó repetidas veces la puerta, haciéndome rodar los ojos.

—Jung Kook, ¿qué estás haciendo? ¿otra vez estreñido?

De inmediato abrí la puerta. La miré con el ceño fruncido. El estreñimiento se me había ido, maldita sea. No tenia que recordármelo.

Cuando vio mi cabello negro, no dijo nada. Es decir, sus ojos ya me hablaban por si solos.

—Se ve cool, mamá—le dije, señalando mi cabeza.

—Bueno, al menos no es rojo o azul...

Se marchó, suspirando, como siempre. No me importaba si le gustaba o no, era mi cabeza, mi pelo, mis gustos.

Cuando llegó el día, me levanté un poco tarde. Decidí dejar mi cabello alborotado. Me vestí con unos jeans negros y mis adoradas botas marrones. Y dado que hacia frío me coloqué un suéter de cuello alto y mi chaqueta de cuero.

Creo que me pasé de estilo, pero así era yo, Jung Kook el cool.

No desayuné y me fui tranquilamente caminando. Al llegar a las puertas de ese colegio miré curioso a qué clase de lugar iba a entrar. Todos parecían unos frikis.

No encontré mi aula por lo que estuve dando vueltas como un tarado. Una chica me vio perdido y me ofreció su ayuda. La rechacé porque no necesitaba ayuda de nadie, pff...

Tardé quince minutos encontrando mi lugar. Y cuando ingresé todos me miraron como si fuera un bicho. Oí a un grupito de chicas gritar al verme. ¿Ya tenía fans tan rápido?

—¿Vienes a estudiar o a un desfile de moda, jovencito?

—¿Eh?

Me giré y me encontré con un tipo rubio alto con anteojos redondos. Me sonaba su cara... Después me di cuenta que no gritaron por mí sino por él; era muy apuesto.

—¡Profe Nam!—volvieron a chillar al fondo.

—Buenos días, tomen asiento.

Me dio una palmadita en la espalda y me senté al fondo, donde encontré un lugar. Pero antes de sacar mis cosas, un alumno que estaba a mi lado llamó mi atención.

—No te sientes ahí...

—¿Por qué? No veo ningún nombre aquí—le contesté de mala gana, haciendo un gesto de burla.

—Bueno, está bien, ya te advertí.

Lo ignoré por completo y presté atención a la clase. Todo era pan comido, nada complicado. Esperaba que el año se pasara volando porque me aburriría mucho.

En el descanso salí a explorar los alrededores. El colegio tenia un patio bastante grande y todos se reunían afuera. Muy pocos quedaban en el aula.

Me tomé mi tiempo en analizarlos a todos mientras me tomaba un refresco.

—Hola, tú eres nuevo, ¿no?¿eres modelo?

Me giré para ver quién era el que interrumpía mi análisis. Era un chico castaño con una enorme sonrisa y cara de tonto que me recordaba a alguien.

—Soy nuevo, sí. ¿Qué quieres?

—Uh, que mala actitud—hizo un puchero y se cruzó de brazos—Seguro te llevarías muy bien con él... En fin, sólo quería darte la bienvenida.

Me revolvió el cabello y se fue corriendo. No entendí nada de lo que dijo, pero al menos no intentó tomar de mi refresco, no me gustaba que hicieran esas cosas...

Al volver a clase, me encontré con que mis cosas estaban tiradas en el suelo y otra mochila había ocupado mi lugar.

¿Quién fue el bastardo que hizo eso?