Bajo El Mismo Techo

Mi Nuevo Hogar

Barroco y rococó... ¿Qué clase de combinación es esa?

Al entrar, la mansión sí que se veía más grande, pero también parecía un mundo completamente diferente, no se quien haya sido el diseñador de interiores pero tenía un concepto de sentido de la estética bastante curioso.

La casa lucía como si hubiera estado deshabitada durante mucho tiempo. Las paredes estaban tapizadas con un feo papel naranja demasiado pálido que hacía lucir la casa muy oscura y opaca, los muebles, a pesar de tener un aspecto clásico y elegante, estaban sucios y los hacía ver antiquísimos, pasé el dedo por la superficie de la madera y el polvo estaba pegado en ella, una combinación de algo viscoso y grasoso lo mantenía así...

Realmente eran un asco...

Miré la cocina, se veía un tanto más moderna, parecía recién remodelada, las estufas, los congeladores, las despensas y los refrigeradores eran nuevos... Aunque había un gran desastre de platos y vasos sucios. ¿cuantas personas tendrían que vivir allí para que hubiera semejante cantidad de vajillas?

Me volví un segundo al sentir la mirada de ese hombre sobre mí, estaba sentado sobre un viejo sofá de cuero marrón, estaba muy gastado y algunas de sus costuras rotas. De repente pensé que no sería mala idea retapizarlo y darle un aspecto nuevo a la casa... 

- ¿Desde hace cuanto no hacen una limpieza profunda a esta casa?- pregunté mirando las telarañas en el techo, él me miró, sonrió y encogió los hombros. 

- ¿Quien eres? ¿Departamento de Sanidad?- bufé porque el comentario me pareció gracioso, él se levantó del mueble y caminó hacia mí, por alguna razón me volví a poner nerviosa- ¿Lista para ver tu nueva habitación?- no estando muy segura de esa pregunta no hice más que asentir y por supuesto, me pegué a seguirlo por los peldaños hacia el piso de arriba. 

Sin duda ese pasillo había sido remodelado recientemente, Las paredes pintadas con un color más fresco, azul celeste muy pálido y los tragaluces lo hacían ver mucho más espacioso, habían muchos cuadros de paisajes hermosos, campestres, desérticos, invernales, forestales... los pasillos parecían ser de otra casa, nada que ver con el feo y desgastado tapizado de las paredes de abajo. El casero se detuvo frente a una puerta pintada toda de blanco con un pomo de cristal soplado, volvió a verme y sonrió de medio lado, como si se burlara de mí, en ese momento abrió de par en par y... lo juro por Dios... me dieron ganas de matarlo. 

- ¡Ta-da! ¡Y esta es tu nueva habitación!- replicó con el entusiasmo de comercial barato, a mí me saltaba la vena... 

- Señor Wilde... esto es un almacén... lleno de cajas... ¡CAJAS HASTA EL TOPE!- el cretino se me quedó viendo y tuvo el descaro de negar con la cabeza. 

- Al contrario, es una habitación, tesoro. ¡Una habitación digna de una reina! Con una cama estilo queen sólo para ti, una cómoda de madera fina, un maravilloso balcón con puertas francesas y ¡ah! ¡la vista! es una espléndida vista, quizás la mejor de toda la casa. 

- No pretenderá que yo duerma en un depósito de basura...- reclamé furiosa- ah... hay muchas habitaciones... quizás alguna esté en mejores...- luego recordé que era una casa común, seguramente todas las demás estarían ocupadas- señor Wilde... ¿está seguro que no hay ninguna otra... Mejor acondicionada?- el hombre se cruzó de brazos y cerró los ojos como si estuviera pensando.

- No- respondió rápidamente- todas las demás están igual o peores que esta...- asomó una sonrisa maliciosa- aunque... si quieres podrías dormir conmigo- yo arqueé la ceja y él siguió sonriendo.

- ¿Qué hay de los otros inquilinos?- pregunté

- ¿Otros? ¡Ah! Ya entiendo...- empezó a reírse- no hay "otros" inquilinos como tú dices...

- N-no comprendo... E-eso quiere decir que...

- En efecto, ésta es una casa de huéspedes pero sólo tú estas hospedada...

- ¡Eso no tiene ningún sentido!

- Nada en esta vida lo tiene, primor- volvió a reír y se dio la media vuelta por el pasillo- espero que disfrutes tu estadía aquí...

- ¡E-espere! ¡¿Que se supone que voy a hacer con todo esto?!- encogió los hombros.

- Es tu problema... El ático está al final del corredor...

No dijo nada más y se fue caminando pausadamente hasta perderse en una de las habitaciones.

Y entonces, miré hacia el cuarto y como esperaba no podía más que un océano de cajas hasta arriba, estaba un poco angustiada por no saber lo que iba a hacer con todo eso... Temía que alguna tuviera algo demasiado pesado y me cayera... Pero no podía dejar que eso me desanimara ya estaba allí y ya no había vuelta atrás, además, tenía la corazonada que ese sería el último predicamento de mi nueva vida...

O al menos... Eso esperaba...

Lo que ella no sabes es que
Dios es sádico y cruel (͡° ͜ʖ ͡°)
Espero que les haya gustado :D
Voten y comenten ^_^