Ha ocurrido un milagro de Navidad!!!!
Aunque ya no sea Navidad y yo no crea en los milagros...
Pero entonces cómo se le puede llamar a esto?
Digamos que estoy de buen humor...
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El lunes llegó más rápido de lo que me imaginaba. La noche del domingo se fue volando, ya que había decidido irme a dormir temprano. Nick tampoco se sentía muy bien, claro, con ese fin de semana que tuvimos los dos, no era de imaginarse que ninguno tenía ganas de alargarlo más de la cuenta.
Como sea, al día siguiente bajé por las escaleras al primer piso, para encontrarme con mi casero y profesor con la cabeza metida en la estufa, preparando quien sabe qué. Le di los buenos días, a lo que él me respondió con un gesto con su cabeza. Ah, el parlachín Nick Wilde estaba callado como una tumba... así sería su resaca.
Desayunamos rápido, sin contratiempos, sin conversaciones que nos retrasara y salimos de la casa, me preguntó si llevaba las llaves, le dije que sí, subimos al auto y nos pusimos en marcha.
Fue la primera vez en la que no hubo ningún tipo de conversación entre los dos. Ninguno tenía ganas de hablar. Las ruedas en el pavimento se deslizaban sigilosamente amortiguadas por el aire acondicionado del auto, los ruidos de la calle eran mínimos, porque los vidrios templados nos aislaban de ellos. Silencio. Profundo y absoluto silencio.
Me volví a ver a lentamente al hombre a mi lado, que tenía los ojos puestos en el camino, con esa solitaria expresión sin emociones aparentes, un estoicismo que a mí me daba escalofríos. Lo miré fijamente durante unos veinte segundos; sus ojos estaban lindamente decorados con dos aureolas rojas que pasaban a violeta y negro, su labio inferior tenía una cicatriz, marcas de rasguños y moretones en sus pómulos e incluso su tabique estaba ligeramente desviado a la izquierda. Nick viró la vista un par de segundos y me pilló observándole, mi reacción inmediata fue volver la cara hacia el otro lado; soltó una risita cómplice haciéndome una pregunta no verbal...
- Pensaba cómo le harás para explicar esos golpes en el salón - le hablé con un hilo de voz - obviamente no van a pasar desapercibidos. Tienes la cara vuelta añicos.
Nick rió.
- No me des tantos ánimos, zanahorias... - lanzó un suspiro y siguió en lo suyo - ya se me ocurrirá algo...
No seguí debatiendo nada. Total, era su problema.
Llegamos al estacionamiento de la universidad. Nick me abrió la puerta y antes de poner un pie en el suelo, como un correntazo me subió a la cabeza una idea que había sopesado desde ayer. ¿Con qué cara voy a ver a Jasper hoy? el color se me fue del rostro y metí nuevamente el pie en el auto, le quité la puerta de la mano a Nick y la cerré.
- ¿Pasó algo?
- Creo... creo que me dio un calambre - mentí - d-dame las llaves te las doy cuando entre al salón.
Nick arqueó la ceja y me dio las llaves del auto, se dio la media vuelta (no sin antes darme una larga mirada de confusión) y luego se marchó. Ya sola solté un grito de horror y desesperación que fue acallado por el carro cerrado desde afuera. Estaba tratando de mentalizarme para la incómoda semana que me aguardaba.
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Luego de unos breves minutos llegué a la entrada de la facultad; vi a varios de mis compañeros, otros estudiantes de la universidad y a uno que otro profesor hablando entre ellos. Ni rastro de Jasper. Suspiré nerviosa y me decidí a ir directamente al salón en eso me pasó por el rabillo del ojo una estela de color negro y blanco al lado, me volví a ver, y Raini estaba sentada bajo la sombra de algunos árboles, hablando con Arreaza y dos personas más. Me acerqué, y en ese momento, Jasper venía del otro lado. No me dio tiempo de huir, ya todos me habían visto, fui a saludarlos como si nada, pero evité por completo el contacto visual con Jasper.
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Bajo El Mismo Techo
FanficOk... dejenme ver si esto les suena familiar... Una campirana ingenua con notas altas y mucha ilusión decide "Hey escuchen, me voy a estudiar a Zootopia, ahí todos son amigos y cantan cumbias..." Pero pronto descubre, ¡Oopsie! estaba equivocada Y...