¿Qué tan fácil es suprimir
aquello que más importa?Por falta de tiempo,
correr a todo momento
de los problemas que la vida quiso traer.Por ahogar nuestra mente
en licores de problemas,
ya no existe en nosotros
esperanza de hallar
la superficie.Dar por sentado,
insensatez,
lo importante.
¿Pero qué es lo importante?¿Lo es el olvido,
o lo que olvidamos?
Tal vez lo es
no olvidar.Se nos va lo importante
y también lo banal.
Porque como humanos
a veces no se puede diferir.Olvidamos las fechas
y los nombres,
y los deberes que hacer.
Nos olvidamos de la vida,
de la muerte,
y que invencibles no podemos ser.Olvidamos nuestro pasado
y recordamos al que solíamos ser.
Porque el dolor permanece a flote,
y la felicidad se ata a los pies.Recordar ya no es posible
si no es macabro:
por querer borrar lo que hace mal,
acabamos tatuándolo.Y los recuerdos y el olvido
tienen tantas similitudes.
Ambos con felicidad.
No la vemos, pero está.
Aunque la culpa la apague
y los miedos la agobien.Ahí está, cincelada,
para nunca olvidar.